Capítulo 65

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Me metí debajo del grifo intentando quitarme el sueño de encima.

Genial, nuestra primera cita y el tipo me lleva a ser el blanco de balas.

Aunque viéndolo de otro modo, secretamente siempre me habían atraído ese tipo de juegos violentos. Claro que no un fin de semana por la mañana y menos luego de una maratón de sexo la noche anterior.

El agua caliente relajó mis músculos, tomé el envase de shampoo de Harry, él me había pedido específicamente que no use su shampoo, pero la curiosidad me ganó. ¿Porqué no querría que lo use?

Al salir de la ducha, me envolví en una toalla y me dirigí al dormitorio.

El delicioso olor a café inundaba el pasillo.

-¡Harry!- grité desde el cuarto- ¿qué se supone que debo ponerme?-.

Unos segundos después el se asomó por la puerta.

-Ponte lo que sea más viejo y feo en tu armario-.

Fruncí el ceño.

-¿Porqué tendría ropa fea?- cuestioné divertida.

-Me refiero a ropa a la cual no te importaría ensuciar- sonrió.

-Entiendo... ¡ahora vete!- hice una seña con la mano y dirigí mi vista al armario.

-Como usted diga señorita- rió ante mi orden.

Tomé unos jeans gastados y una blusa blanca. La temperatura era primaveral, aunque en Londres primaveral significa frío, así que tome una chaqueta verde abrigadita para después. Finalicé con unas Converse clásicas negras.

Desenredé mi cabello frente al espejo.

Me dirigí al comedor, dejando la chaqueta sobre la silla.

-Te ves hermosa- dijo Harry dejando un plato con hotcakes sobre la mesada.

-No mientas- le advertí.

-No miento. Amo cuando luces natural, sin maquillaje, sólo... tú- sonreí.

-Supongo que la pintura que me dispararan será más que suficiente como maquillaje para hoy, ¿no crees?-.

El rió.

-Oh lo he olvidado, prepara un bolso con ropa para cambiarte luego del juego-.



El desayuno pasó entre miradas tiernas y besos cortos.



-¿Vamos?- preguntó Harry con su mochila al hombro desde la puerta.

-Vamos-.

Tomé mi bolso y me puse la chaqueta verde.

Bien, el frío me helaba hasta la sangre.

-Diablos- me estremecí al salir.

-Sube al auto, traeré otro abrigo para ti-.

Hice lo que me ordenó y encendí la calefacción una vez dentro de su coche.

De repente recordé algo, ¡Miel!

Marqué rápidamente a Danielle.

-Hola linda, ¿ya están en camino?- me preguntó mi amiga al atender.

-Ya salimos, Dani, ¿y Miel?- dije sintiéndome mal por haberlo olvidado allí.

-Está aquí jugando con Liam...-.

-¿Qué hace Liam allí?- casi solté una carcajada.

-Pues... luego te cuento, nos vemos cariño-.

-Bien, adiós- corté la llamada, y al instante Harry entró.

-¿Con quién hablabas?- preguntó Harry dándome otro abrigo.

-Con Danielle-.

-¿Sucedió algo?-.

-No, sólo le he preguntado por miel-.

-¿Miel?- dijo él curioso mientras encendía el motor.

-Oh... supongo que olvidé decirte,... mi padre me ha regalado un gato-.

Esperé pacientemente a que acote algo pero él no lo hizo.

-¿Hay algún problema?-.

-¿Cuándo haz visto a tu padre?- preguntó tenso mientras conducía a casa de Danielle.

-Ayer por la tarde, ¿porqué?-.

-________, yo... no quiero que...- sabía que le costaba referirse al tema.

Desde que le había contado la historia de mi padre, Harry no había vuelto a tocar el tema, pero sabía que lo incomodaba, y se ponía realmente sobreprotector.

-Fue sólo un regalo- dije y me gané un suspiro de alivio de su parte- no creas que lo he aceptado en mi vida de nuevo. Simplemente me saludó por mi cumpleaños-.

Who Do You Think You Are ?  H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora