Capítulo 7: Invocaciones Divinas.

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Cómo ellos lo esperaron, cuando oscureció regresaron los perros al tercer piso para intentar atacar. Rápidamente, James tomó su escopeta, la cargó, y empezó a dispararle a los perros.

- ¡Achúntale, James! -le gritó Lars- ¡Andas puro disparando al aire!

- Oye, si recién me la compré hace un mes, ¡aún no aprendo a usarla bien! -le gritó James.

- Pero podrías esforzarte un poco en achuntarle a esas mierdas...

- ¡Entonces ven tú y dispárales!

 Lars se levantó, le quitó el arma a James e intentó disparar pero tampoco atinaba al blanco.

- ¡Me regañas diciendo que no le achunto pero tú tampoco lo haces! -gritó James.

- ¡Solo hago lo que puedo! ¿Ok?

 Mientras que James y Lars se peleaban por intentar atinarle a los perros, Kirk sacó uno de los cuchillos, se levantó y se acercó al borde del círculo.

Kirk intentó clavarle el cuchillo a uno de los perros pero éste lo rasguñó en el brazo izquierdo. Kirk se echó para atrás y se sobó el brazó. Y en un acto desesperado agarró dos cuchillos más y los lanzó hacia los perros tratando de herirlos.

- ¿Qué mierda estás haciendo? -le preguntó James.

- Si me acerco mucho me van a atacar, ¿no es algo obvio?

- Al menos él si logró herir a uno. -opinó Lars al ver como uno de los perros sangraba.

- Yo creo que Kirk está haciendo bien y no cómo ustedes. - criticó Jason.

- Hacemos lo que podemos, en cambio tu solo te quedas ahí mirando. -le reprochó James.

En ese mismo momento James y Jason se pusieron a insultarse uno al otro. Lars aprovechó para agarrar la escopeta y ésta vez logró dispararle directo a un perro, dejándolo muerto.

- ¡Genial! -gritó Lars emocionado- Por fin nos deshicimos de uno de miles.

- Excelente, enano. -lo felicitó James.

Lars intentó volver a disparar pero las balas no salían.

- Uh... Ya no salen más balas... -murmuró Lars.

- Eso significa que tienes que cargarla. -le explicó James.

- Oye Kirk... ¿Nos quedan balas?

Kirk revisó debajo de las almohadas y de las frazadas en busca de balas. Él se quedó en shock por un segundo al notar algo importante.

- No nos quedan más balas... -murmuró finalmente.

- ¡¿Qué?! -exclamaron los demás alarmados.

- Que se nos acabaron las ba...

- Si escuchamos, marica.-interrumpió James- ¿Pero cómo es posible?

- Pero si se la pasaban disparando al aire. -se quejó Jason.

- ¡A la mierda! ¡Otra noche más sin poder defendernos! 

No solo aquella noche estuvieron sin poder defenderse, pasaron días... Semanas... Hasta un mes. 

James era quién se encargaba de hacer las compras ahora. Y siempre que podía compraba más balas para tratar de exterminar a aquellas criaturas.

Pero en lo que ellos no contaban era que los perros podían reproducirse como cualquier especie viviente.

- Si seguimos así, nunca podremos deshacernos de ellos. -murmuró Jason al ver a una criatura amamantando a su cría.

- Yo creo que necesitamos algún tipo de apoyo. -opinó Kirk.

Metallica Vs Los Sabuesos de Tíndalo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora