Capitulo 1

97 17 7
                                    


¿Creen en los milagros? Porque yo, para nada. Pero solo por esto comenzaría a creer. ¿A caso es un juego de Dios? Me resulta imposible que todo esto es real. ¿ Es en serio?

No puedo apartar mi mirada, de los brillantes ojos de Finn, que parecen safiros en esta oscuridad y casi que me iluminan. No sé que decir, estoy completamente petrificado ante esa confesión. ¿Es algún tipo de broma?
A pesar de que hace un frío que pela, siento mis mejillas calientes y la mano que todavía sostiene Finn en la suya, esta igual.
Yo sabia completamente que Finn es gay, pero jamás creí que yo le podría llamar la atención. Porque o sea, no me puedo comparar con él. Soy un poco más delgado que él, como dos centímetros mas bajo. Tengo pecas por todos lados, literalmente y se notan mucho gracias a mi pálida piel. Mis ojos no son tan bellos como los de el. Son marrones, como muchos no tienen nada de especial. ¿Por qué le gusto?

-E-espera un momento - lo retengo tratando de asimilar todo esto - ¿me estás hablando en serio? Porque si es una broma te juro que...

-Claro que es en serio - dice algo indignado que me pone aún mas nervioso -. Te lo puedo demostrar.

Ay Dios, ¿ahora que?

No me muevo ni un centímetro esperando a que haga algo, pero no pasa nada. Hasta que su ceño fruncido desaparece y una sonrisa se forma en sus labios. Joder, en serio que Finn es muy atractivo y con tan solo sonreír mi corazón se dispara. Creí que lo había olvidado, creí haberlo superado pero es una vil mentira. Me trae como loco.

-Sé que te gusto - confiesa en voz baja acercándose cada vez mas a mi, y esto no podría ser peor. La única persona en todo el mundo que sabia que me gustan Finn es mi mejor amiga Betty, y ella no es de las personas que andas diciéndole los secretos de otros a todo el mundo. Siento como mi rostro se calienta e igual la mano que él aun esta sosteniendo en la suya. Antes mi corazón estaba acelerado y ahora esta peor gracias al señor Finn -. Eres algo obvio.

Trato de decir algo, de no dejarme como un tonto ante todo eso, pero no sale ningún sonido de mi boca. Me tiene atónito.
Observo todo su rostro, buscando algo que lo delate pero, esta sumamente tranquilo, como si todo esto lo hubiese planeado. Me siento algo estúpido. Ya quisiera estar igual que él.

¿En que momento se dio cuanta? No le daba ninguna señal que me moría por él. Al menos no recuerdo. Cuando estábamos en la escuela lo veía practicar baseball en las gradas, y normalmente estoy allí junto con Betty. A veces estaba solo porque tenía otros asuntos. Puede que eso lo haya malinterpretado y además de que siempre me sonrojaba cuando me veía y tartamudeaba cuando le hablaba. Dios, que patético.

-Podría besarte ahora mismo, pero ambos nos estamos congelando- continua igual de tranquilo, tanto que parece que todo esto ya estaba planeado. ¿Seguro no es una vil broma? De seguro mi corazón saldrá volando si continúa diciendo esas cosas. De repente toma mis cosas y las suyas, y sin soltar mi mano nos lleva a otro lugar. ¿Pero en que esta pensando? - ¿Crees que estaría de mas si vamos a tu casa? No quiero estar con mis tíos

-Si, esta bien.

¡Cierra la boca Zabdiel! ¿Por que te dejas llevar ante ese guapo hombre?
Llegamos a la cabaña en donde me quedo y sin detenernos, entramos. Mi familia se está divirtiendo cerca del árbol de navidad, y ni siquiera notan nuestra presencia. Finn nos lleva hasta el segundo piso. Espero que no sea a mi habitación.

-¿Cual es tu habitación?

Vale, me equivoque. ¿Que está planeando? ¿A caso no nota que no estoy comprendido nada? Necesito una buena explicación de todo esto.

-Tranquilo, no pasará nada - me sonríe de manera tranquilizadora y entramos a mi cuarto. Menos mal que no soy alguien que se considere desordenado. Me suelto de su agarre y sin darme cuenta ya no tengo el abrigo. Camino de un lado a otro tratando de llevar bien toda esta situación. Sí los santos en realidad existen, necesito que me ayuden en esto.

Aquella vez en Diciembre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora