Capítulo 6

48 10 0
                                    


Ha pasado dos horas desde que por error le envié él vídeo a Finn y gracias al universo, Dios o yo que sé, aun no lo ha visto. Tan solo recordar que estaba enfadado conmigo por ir a esa fiesta, no me imagino cómo se pondrá cuando vea ese vídeo. Cada cinco minutos reviso mi celular pero aun nada. Tal vez siga resolviendo el "problema".

Ésta noche no saldremos, sólo nos quedaremos en casa comiendo y viendo alguna que otra película. Sigo planeando estar con Finn otra vez pero ya no estoy seguro si podré hacerlo. En la mañana casi creí que íbamos a tener sexo, tuve una pequeña ilusión pero aún así, cuando lo toqué y estábamos tan cerca, besándonos... Obviamente no pude evitar excitarme. Finn es un chico bastante candente, y me hace babear como un bebé; no dudo que se haya dado cuenta de eso.

-Y dime, ¿le harás un sexi baile a Finn o será al revés? — me pregunta la pícara de mi mejor amiga por vídeo llamada.

-Consiguete un novio para que dejes de hacer esas preguntas.

-¡Oye! Solo soy curiosa y si tuviera novio, no dejaría de hacer esas preguntas.

Niego con la cabeza un poco divertido porque sé que es verdad.

-¿Hace mucho calor? — cambio de tema para relajarme un poco. Ya imaginé a Finn bailandome.

-Un poco, pero el mar es delicioso. Mi padrastro tuvo una gran idea al decir que vendríamos a las islas caribe. Ojala estuvieras aquí, te encantaría — me muestra la playa y su alrededor. Es muy hermoso.

-Eso es seguro, aquí se me congela el trasero. Ya que estas ahí, consigue novio.

-No pues, gracias — me lanza una sarcástica sonrisa y seguimos hablando.

El resto del día no hubo ningún mensaje o llamada de Finn. Hasta la preocupación por el vídeo de mi se me pasó (por el momento) además, el frío que ha estado hay es insoportable, no creo que me adapte a ella, hasta dentro de la casa que está cálida debo usar suéteres para sentirme bien. No vuelvo a salir y le digo a mis padres cenar aquí en casa lo cual están de acuerdo. Ésta vez seremos solo los tres ya que los demás están en Dios sabe donde.

-¿Listo para la universidad el siguiente año? — papá inicia ma conversación mientras cenamos. Yo ni recordaba de la universidad. Mi papá parece más emocionado que yo a decir verdad.

-Aun falta para ese día — le recuerda mi madre con tranquilidad.

-Lo sé, solo estoy contento de que haya entrado y dado una beca gracias al soccer.

Bueno, admito que eso también me pone muy contento. No me esforzaba por obtener una beca solo me gusta jugar y hacer lo muy bien, además, puede que sea algo competitivo.

Mis padres hablan entre ellos en su época universitaria, diciendo que fue más dura de lo que creían pero se las arreglaban para divertirse. No se conocieron el primer año, sino el tercero y desde entonces siguen juntos. Me pregunto si Finn y yo estaremos todavía juntos y hasta mejor a pesar de ir a diferentes universidades.
Terminamos la cena con anécdotas graciosas de mi padre hasta que deciden ver una película típica navideña. Yo no soy fan pero aún así me lea uno. Mamá hace chocolate caliente con malvaviscos y un poquito de canela en polvo. Linda noche familiar.

...

1:30 am y sigo sin poder dormir. No tengo ninguna preocupación o algo por el estilo para estar despierto tan tarde, y el frío es horrendo. Ya está. Me siento en la orilla de la cama, me pongo las pantuflas y bajo a la sala donde esta la chimenea; como es a gas no me cuesta nada encenderla, así que lo hago. El calor me llega como un delicioso abrazo cálido, lo que necesitaba pero me gustaría aun mas que Finn estuviera aquí, no he sabido nada de él en todo el día de ayer. Espero que todo este bien.
No sé en que momento me habré quedado dormido pero siento una suave mano en mi mejilla. Lentamente abro los ojos y pensando en encontrarme a mi madre, a quien veo es a Finn. Espera, ¿qué?

-¿Finn? ¿Eres tú o un espejismo? — pregunto en voz baja, sigo algo somnoliento y atónito a la vez. Veo como sonríe suavemente hacia mi sin dejar de acariciar mi mejilla. Se siente tan cálido que creo que volveré a caer dormido.

-Entre por la ventana de tu cuarto y al no verte creí que no estabas — habla en voz baja — así que bajé y aquí estamos.

Lo siguiente que pasa ni siquiera lo planeé. Tomo su rostro entre mis manos y lo beso. Lo beso con muchas ganas. Extrañaba sus suaves y deliciosos labios moviéndose junto a los mios. Por este momento no me importa si mis padres están durmiendo en el segundo piso; estoy disfrutando mucho esto.

-Relajate — dice Finn en medio del beso con cierto humor pero no le hago caso. Introduzco mi lengua en su boca buscando la suya y así tener mas contacto. Finn me levanta para el sentarse en el sillón y luego me deja caer a horcajadas en sus piernas, sintiendo su erección — ¿Pero que demonios te calentó?

-Callate.

No sé que me sucede, tal vez solo lo he extrañado demasiado. Ahora froto mi miembro en el suyo, disfrutando muchísimo la sensación y sus besos húmedos que me prenden aún más. Los gemidos que salen de su boca los ahoga en mi boca y como deseo estar solos para poder escucharlos perfectamente.

-Espera, espera — se separa de mi con la respiración agitada y sus ojos brillando de excitación hacia mi. Yo estoy igual — ¿estas bien? Has estado mucho mas atrevido. ¿Es tu verdadero yo?

Ok, eso me parece gracioso porque ni yo sé que sucede. Río un poco por eso y me acomodo ahora en sus piernas. Debo tener la mente mas clara ahora. Paso mis manos por mi rostro hasta mi cabello y lo miro.

-Cree me que no sé lo que me pasa. ¿Y tú? No hablamos ayer desde que te fuiste de aquí. ¿Todo bien?

-Mejor ahora que vine.

Sospecho que las cosas con su prima no salieron bien. Lo que por desgracia me esperaba. En las películas y novelas suceden mucho.

-¿Pasó algo?

-Nada importante — miente. Lo siento — pero — de su bolsillo saca su celular y en menos de un minuto me enseña el vídeo donde aparezco. Maldición. Podía jurar que no lo había visto porque no se comunicó conmigo. Por los fantasmas de la navidad, por qué ahora.

-Puedo explicarlo — digo rápidamente con las mejillas rojas de pura vergüenza.

-No importa.

¿Ah?

-Me gustó. Te ves — sus manos se cuelan debajo de mi suéter provocándome escalofríos — sexi. Y eso que eres tímido la mayor parte del tiempo.

-Culpa al alcohol.

-Debo verificar si tu abdomen de verdad es así. ¿Cierto Zab?

No me sale palabra alguna. Su voz gruesa y ronca me deja en blanco, dejándome como un bobo y también por su tacto en mi piel. De un abrir y cerrar de ojos estamos en mi habitación y menos mal que es la más alegada hacia la de mis padres. Cierro la puerta con seguro y Finn se quita su camiseta (el idiota no sufre de frío como yo) para que yo babee pero no solo se queda ahí. Me quita mi suéter y no espera para besarme y dejarme marcas visibles. De beso y beso terminamos en la cama solamente usando la ropa interior. Finn esta arriba de mi, entre mis piernas frotando nuestros penes tan delicioso que podría correreme así.

-Tus gemidos son tan tiernos que me excita aún más — me susurra al oído y muerde mi oreja.

Él nos hace cambiar de posición varias veces para seguir con lo mismo pero ahora totalmente desnudos. Al principio me da vergüenza pero Finn me ayuda a estar seguro así con él. Finn realmente está muy bueno. Todo eso aquí conmigo juntando su cuerpo con el mío me hace sentir especial.

-Vamos Zab, correte para mi — me dice Finn apunto de llegar al orgasmo. Su mano rodea tanto su pene como el mío y es una sensación muy agradable.

-Finn~ ya...casi.

Me acerco a besarlo, juntando nuestras lenguas y en menos de 30 segundos ambos llegamos al orgasmo, con el semen de ambos en nuestros abdomen y con la respiración muy agitada. Ahora si que ya no tengo frío.

-Finn. Te quiero.

Él sonríe, me tumba a la cama y me limpia usando su bóxer, haciendo lo mismo en él. Luego se acuesta a mi lado y me abraza acercándome a su pecho y cerrando los ojos.

-También te quiero.

Aquella vez en Diciembre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora