UNA VENTANA EN EL CIELO

12 2 0
                                    

Me acerqué triste y deprimido a la ventana del cielo, casa de Dios, para suplicarle a Dios que pueda tenerme presente en mis angustias y temores.
Cual cometa olvidada camino sin rumbo por este mundo, camino agotado y cansado, pues el día es muy avanzado, mis noches son lugubres, duermo en sobresalto, contemplo a la distancia que alguien camina encorvado, lanzando un silbido de tristeza, confundiéndose con el viento que sopla en el interior de mi alma.
Me dijeron que hablara con Dios, que le contara el dolor de mi corazón, la sequía de mis ojos que ya no saben llorar, que ya no puedo caminar pues mis piernas se han hecho quedo por no tenerla junto a mi.
Oigo murmullos por doquier, la gente no sabe mi dolor, solo ella lo sabe, sabe que la amo todavía.
Escucha Dios mío mi quebranto, cuando las recuerdo me dan espanto y un frío recorre de tanto en tanto, no se si soy yo por dentro mientras por fuera aparento ser un tonto.
Me han contado que escuchas las plegarias del dolor de la gente, ayúdame a no sentirlas, a no dormir con ellas, a dejarlas en el pasado, a borrarlas de mi piel, pues lo siento hasta en mis poros.
Dile a ella que vuelva, que todavía la escucho llegar, que la miro en las noches muy cerca de mi, que siento su respirar y también su indiferencia al mirar.
Te pido que cambies mi corazón, que deje de ser como aquel joven sin control, que sueño siendo de día, que no ceso de pensar !Oh, alma mía!, que a ella la siento todavía mìa.
Ayúdame abrir mis ojos y cerrar mi corazón que loco estoy viviendo por ella.

Luis Alvarez Aponte
Derechos Reservados

VIVENCIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora