La relación entre una madre y su hijo, un lazo sagrado, un vínculo que trasciende el tiempo y el espacio. Pero, espera un momento, ¿dónde está la línea entre un apego saludable y volverse un sobreprotegido? Esa línea, mi querido ex, parece que tú no la encontraste nunca.
Sí, todos sabemos que es normal tener un vínculo estrecho con mamá. Después de todo, ¿quién más va a estar ahí para consolarte, apoyarte y darte ese amor incondicional? Pero contigo, amigo mío, eso pasaba de ser un apego a convertirse en una especie de complejo de edipo.
Recuerdo claramente esas veces en las que todo lo que hacíamos era sometido a la prueba de "Mi mamá no lo hace así". Cada actividad, cada decisión, cada paso que dábamos era evaluado bajo el ojo crítico de mamá. Y si algo no cumplía con sus estándares, ¡zaz!, ahí ibas tú marcando el número de mamá para pedirle consejo.
"Mi mamá opina que deberíamos hacerlo así", "Mi mamá dice que esta es la mejor manera", "Mi mamá no está de acuerdo contigo". ¡Por favor! ¿Acaso tu madre era una especie de oráculo omnipotente? Porque parecía que no podías tomar ni un simple respiro sin consultarle primero.
Entonces, aquí va otro consejo: ¡crece, hombre, crece! Porque aunque mamá siempre esté ahí para ti, hay momentos en la vida en los que necesitas aprender a tomar tus propias decisiones y afrontar las consecuencias como un adulto. Y si alguna vez logras eso, quizás tengas una oportunidad de tener una relación que no gire en torno a la sombra materna.
¡Suerte!
![](https://img.wattpad.com/cover/117069005-288-k668104.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Futuro Ex: Un Mensaje y Adiós
Short StoryAquí estoy, en mi santuario personal, sentada frente a mi escritorio con mi teléfono en mano, preparándome para una tarea que ningún libro de etiqueta aborda: terminar una relación por mensaje de WhatsApp. Después de hacerme mil preguntas y analizar...