«When your legs don't work like they used to before
And I can't sweep you off of your feet»Zayn caminaba rápidamente a su academia de danza, iba tarde, demasiado. Su clase comenzaba a las 5 de la tarde y ya había pasado hora y media de eso. Esperaba que lo hubieran esperado (aunque era muy poco probable) o que al menos la clase no hubiera terminado.
«Will your mouth still remember the taste of my love?
Will your eyes still smile from your cheeks?»Al entrar al salón pudo comprobar que no había nadie, el salón estaba vacío y oscuro. Se dió media vuelta, dispuesto a irse, pero un chico más alto que él encendió la luz y avanzó hasta el estéreo, encendiéndolo y dejando que una canción lenta sonara.
«Darling I will be loving you till we're seventy
And baby my heart could still feel as hard at twenty three»Lo conocía; era Liam, un chico de su universidad, había chocado con él unas cuantas veces y no hablaban, pero tampoco se trataban mal.
El más alto se acercó al moreno y lo tomó de la cintura tanteante, con manos firmes pero nerviosas. Zayn estaba muy, muy nervioso. Desde que aquel chico encendió la luz se asustó y asombró; además, Liam era algo así como su crush desde que lo vió el primer día de universidad.
«And I'm thinking about how
People fall in love in mysterious ways
Maybe just the touch of a hand»—Estaba pensando...
—¿Sí?—El más alto dudó.
—Estaba pensando en cómo me enamoré de ti...—Ante su confesión el moreno agachó la mirada, sonrojándose, y sin poder evitar sonreír—Tal vez fue cuando nos cruzamos en el pasillo el primer día de clases.
«Well me I fall in love with you every single day
And I just want to tell you I am»—Aunque realmente me enamoro de ti cada día, al verte caminar por los pasillos, entrar a clases o hablar con tus amigos—Terminó, mostrando una de esas sonrisas con las que podría derretir a cualquiera; sea chica o chico.