Capítulo OO2

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Regreso | 레위니옹

(7 años después)

—¡EL PISO ES LAVA!

Jungkook pego un grito del susto mientras se caía de su cama al suelo en un golpe sordo. Sintió una almohada ser arrojada con fuerza en su cara en el trayecto, dejándolo aun mas confundido de lo que ya estaba.

Miró hacia todos lados desorientado apenas pudo incorporarse. Pero al ver a sus dos mejores amigos, uno arriba de la cama y el otro en la silla de oficina, se dio cuenta de que solo eran sus tontos juegos mañaneros que lo sacaban de sus casillas completamente.

—¿Que esta mal con ustedes?—se quejó enojado viendo la hora en su reloj.

Lunes. 10 de la mañana. Hermosa hora -nótese el sarcasmo- para ser despertado.

—¡Te estas quemando!—se quejó TaeHyung con una mueca de horror, ajeno a su mirada asesina.

JiMin al ver el rostro incrédulo del menor estalló en carcajadas.

—¿Acaso saben que hora es?—cuando los chicos abrieron la boca para hablar el se adelantó— Olvidenlo, son imposibles...Jungkook suspiró negando—iré a darme una ducha y cuando vuelva quiero que este todo arreglado. ¿entendido?

Ambos chicos asintieron con expresiones exageradas de soldados. El pelinegro rodó los ojos en respuesta para luego salir de ahí.

Jungkook ya estaba de mal humor, era un hecho. Los tres sabían perfectamente que nadie ordenaría una mierda su cuarto, pero aún así siempre les decía aquello con la esperanza de que algún día si hicieran caso a sus órdenes. Cosa que generalmente no pasaba. JiMin si podía hacerlo, después de todo era un chico bueno. Pero por otra parte TaeHyung tendía a desordenar y divertirse, pero a la hora de arreglar cosas...prefería huir. Era un cobarde.

El pelinegro abrió la regadera apenas ingreso al baño y se metió bajo el agua, tratando de calmarse.

Su humor no era malo ese dia solo por el simple hecho de que lo despertaron de su siesta, porque es mas: hasta se unía en esas cosas junto a sus amigos.

Lo que realmente le molesto es que había soñado con ella y eso de forma inevitable la llevaba a llevaba recordarla. Ya habían pasado cinco años de su partida y el, como un tonto niño ingenuo no podía olvidarla. No podía superarla.

Le enojaba el hecho de que una parte de el quería seguir en ese sueño, pero por otro lado le enojaba mas volver a su realidad; aquella de la que Lisa ya no formaba parte ni de lejos.

¡JUNGKOOOOOK!

El mencionado tuvo un tic nervioso en el ojo al oir ese grito.

—¡Que ya voy!—grito de vuelta

Jungkook se termino de duchar y bajo las escaleras rapidamente. Y al bajar saludo a su madre con un beso en la mejilla, quien trataba de hacer comida Tailandesa con ayuda de un chef de la tv.

Eso al pelinegro le pareció raro; o mejor dicho, rarísimo. Pero término por dejarlo pasar, para luego salir con sus amigos a la calle.

Dreams | Lizkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora