Capítulo O31

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Incomodo|불편한

-Se trata de él, Jungkook. No puede ser otra persona.

Lisa apenas lo dijo sintio como la tensión volvia a apoderarse de su cuerpo, al mismo tiempo que apretaba sus puños por debajo de la mesa en un débil intento de controlar su pánico.

Se sentía incomoda, asustada hasta la mierda de tan solo imaginar lo que fuera capaz de hacer su padre con ella. La ansiedad la comia viva.

Porque sí, ella estaba segura que se trataba de el.

Ya era casi mediodía. La madre de Lisa dormía en el sofá tapada hasta el cuello, con frazadas y a salvo del frío de la noche. Su sueño era pesado y tranquilo gracias a que Jungkook y Lisa habían decidido ocultarle la existencia de dicha carta. Y de hecho, era mejor así. No era sano para la pequeña Somi que Alicia se angustiara de tal forma. No después de todo lo que luchó para llegar hasta ahí.

En el momento en que la rubia leyo junto a Jungkook lo que contenía la misma carta, se sintió desfallecer por unos instantes. El chico a su lado la sujeto y la consoló en ese momento cuando comenzó a temblar, pensando en las millones de cosas que podían significar esas simples palabras.

Jungkook le recordó que estaba con ella y que mientras el estuviera ahí nada malo le sucedería. Y eso fue más que suficiente para que Lisa no perdiera los estribos por completo.

El problema real era que no sabían que hacer al respecto. No sólo amenazaban a Lalisa, si no que al parecer también la acosaban. La rubia sintía la necesidad de contarle a Jungkook que últimamente se sentía incomoda, como si la observaran todo el tiempo. Pero realmente no estaba segura de nada. No quería darle más vueltas al asunto. Ni preocupar a su chico con algo que no sabía a ciencia cierta.

-Iremos a la escuela y luego harás el trabajo con BamBam, cuando se vaya iremos a la policía ¿bien?-aclaró él hacia Lisa, intentando ordenar sus ideas.

La misma asintió repetidamente a respuesta. Para luego suspirar y limpiar sus manos en la tela de su uniforme escolar, en un intento desesperado de quitar el nerviosismo de su sistema.

-Estará todo bien.-Jungkook se situó a su lado y sujeto fuerte su mano intentando darle fuerzas- el no te volverá a tocar nunca más mientras yo este aquí.

Lisa esbozó una mueca posando sus ojos angustiados en el, aunque al ver la seguridad en los suyos no pudo evitar sentirse protegida de alguna forma.

-Lo sé, Kook. No sabes cuanto lo...

Pero Lisa no pudo decir nada más cuando oyó de repente el sonido de unas llaves y la puerta siendo abierta. Ambos se incorporaron.

Jungkook presentía que era su madre. Y de hecho, no se equivocaba.

La misma se dejo visualizar e ingresó a la estancia en silencio, con aspecto cansado. No tenía maquillaje y sus ojeras eran notorias. Su cabello corto era en su mayoria oculto por una gorra de lana y al ver a su hijo acercarse a ella sólo en ese momento pudo sonreír de verdad después de sus arduos días de trabajo.

Jungkook la abrazo sin dudarlo apenas ella le ofreció sus brazos. No importaba que edad tuviera, a su madre la necesitaria siempre. Y no negaria que la había extrañado mucho en esos pocos, pero a su vez, eternos días en los que no había estado en la casa.

Jungkook sabía que había sobrevivido a base de café todo el tiempo. Lo notaba en su rostro y odiaba eso. Odiaba que ella arriesgara su salud por su trabajo, pero por otro lado lo entendía. Ella mientras tuviera una vida en sus manos siempre daría todo de sí sin dudarlo, porque sabía lo que era tener una pérdida grande y aún peor, no haber hecho las cosas como correspondían. Y el pese a todo estaba orgulloso de tener una madre así. Con la voluntad suficiente para ayudar a los demás sin pedir nada a cambio.

Dreams | Lizkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora