Capítulo OO1

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El pequeño Jungkook de 10 años pedaleaba como si la vida se le fuera a ir en ello. El día estaba nublado y no había ni un alma solitaria por la calle. Era sólo el. El y su bicicleta. El chico se encontraba preocupado, ya que no quería oír los regaños de su madre por llegar a tales horas de la casa de su amigo JiMin, pero era consciente de todo lo que le esperaba.

Aún así siguió pedaleando.

O al menos, eso quiso creer el.

Porque, poco a poco, detuvo su andar notando un camión de mudanzas. El pequeño Jungkook era caracterizado por ser curioso ante todo; y eso mismo comenzó a sentir cuando de un auto negro algo destartalado salió una pequeña familia de tres. Dos padres y una pequeña niña.

Parecía de su edad. La vestimenta de la niña era básica; un vestido floreado sin más. Las niñas de su escuela lo usaban también, pero Jungkook pensó que a esa niña le quedaba particularmente bien. Su cabello castaño estaba atado en una coleta desordenada y sostenía la mano de su madre con firmeza. La sonrisa de esa niña era radiante, pero lo que más le gusto de ella fueron sus ojos redondos color café.

—¡Jeon Jungkook!

Los ojos del niño fueron a su madre,quien la observaba enojada desde su punto en la puerta.

—¿Algo para decirme jovencito?

—Lo siento.

Eso fue suficiente para su madre, quien suspiro con resignación para luego saludar a sus -ahora- nuevos vecinos.

—Hola,buenas tardes señora. Somos Alicia y Bob Manoban.—
dijeron ellos, con una gran sonrisa en sus rostros al ver a la mujer.

—¡Que gusto conocerlos! Soy Jeon Sook y el es mi hijo Jungkook.—todos lo observaron—¡Querido! Ven y demuestra que tienes modales.

El niño dejó la bicicleta en el suelo con inseguridad y se acercó al costado de su madre.

—Hola, soy Jungkook. Por favor cuiden de mí.

Los padres lo miraron con ternura.

—Mira Panpriya. Tienes un amigo nuevo.

Empujaron a la mencionada un paso más cerca del chico, quien miró al suelo avergonzado por instinto.

La niña de ojos grandes lo observó detenidamente de arriba a abajo, para luego arrugar la nariz en dirección a su madre.

—Te dije muchas veces que no me llames así,mamá.

Los mayores rieron. El niño sólo se limitó a observar a la chica con extrañeza.

—Bien, Lalisa Manoban entonces—dijo su padre bufando

La niña asintió con una sonrisa llena de orgullo.

Esa soy yo.

Y de repente, le ofrecio su mano a Jungkook con seguridad. Este estaba descolocado y algo tímido por su acción, pero luego de lo que les resulto una eternidad -o nada- estrecho su mano con la de ella.

—Hola Lalisa, soy Jeon Jungkook.

Los ojitos grandes de la niña se posaron en Jungkook, quien por primera vez, sonrio.

—Hola Jungkook, soy Lalisa Manoban.

Los padres se rieron por la convicción con la que se presentaron. Pero ninguno sabía que a partir de ahí nada sería lo mismo para ellos.

Y así comenzó todo.

Dreams | Lizkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora