Capitulo 4

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Escucho voces y ruido, pero todo sigue a oscuras, trato de moverme.

<< Ayyyyy >>

Duele mucho.

— Camila. –Escucho su voz, es Lauren.

Trato de abrir los ojos, pero se me hace difícil.

— Camila. –Vuelvo a escuchar su voz, pero esta vez con mucha preocupación.

Trato nuevamente y logro abrirlos, pero los vuelvo a cerrar por la luz.

— ¡Camila ¿estás bien?! –Me pregunta Lauren con cierta alegría.

— La... Luz. –Le intento decir.

— ¿Qué? –Me pregunta.

Levanto un poco el brazo y le señaló la luz.

— No me permite... Abrir los ojos. –Le respondo

— Claro ya entiendo. –Me dice al alejarse para apagar las luces.

Siento cuando está de regreso, porque toma mi mano en la suya.

— Inténtalo ahora. –Me invita.

Lo hago y los puedo mantener abierto, Lauren no apago la luz por completo, solo la apago un poco.

— Muchas gracias. –Le agradezco.

— ¿Cómo te siente? –Me pregunta con mucha preocupación.

— Con mucho dolor, sed ¿dónde estoy? –Le pregunto mirando en toda la habitación a medio oscura.

Lauren se aleja para servirme un poco de agua y me la de a beber. Tomo un poco y siento un gran alivio en mi garganta, sentía que me quemaba. Lauren vuelve a tomar asiento.

— Estás en un hospital Camila. –Me responde Lauren.

¿Hospital?... Imágenes de anoche llenan mi mente, es cierto me sentía mal, luego llegue a casa, después me llamo Lauren y lo demás es oscuridad.

— ¿Es grave lo que tengo? –Le pregunto con cierto miedo.

— Neumonía –mis ojos se agranda de sorpresa y ella se apresura en explicarme–. Pero no es tan grave.

— ¿Cómo que no es tan grave? –Le pregunto.

— Porque es neumonía en etapa uno ¿Cómo no notaste los síntomas? –Me pregunta.

Recuerdo los pequeños malestares de gripe y tos que me dieron la semana pasada. Pero no pensé que fuera el comienzo de una neumonía.

— Porque no me sentía mal –Ella me mira con gesto confundido–. La semana pasada tenía un poco de gripe y tos, pero fue todo. –Le aseguro.

La puerta de la habitación se abre y una enfermera entra.

— Veo que ya despertó ¿cómo se siente? –Pregunta la enfermera.

— Con mucho... Dolor en todo el cuerpo. –Le respondo sintiendo el dolor en mi costilla.

— Bueno el dolor se debe a la neumonía y al golpe que se dio al caer al suelo.

Cierto, justo cuando le iba a decir a Lauren que me ayudara me desmaye.

— ¿Y cuándo cree que le puedan dar el alta? –Le pregunta Lauren.

— Desde hoy, si algún familiar se queda con ella y sigua al pie de la letra el tratamiento.

Oh, oh, oh... Se me hará complicado pero lo puedo lograr.

— Eso téngalo por seguro, ella seguirá el tratamiento. –Le asegura

Lauren.

La miro asombrada que está planeando.

— Bueno en seguida le daré los récipes para que se puedan ir. –Nos dice la enfermera al retirase.

La miro pidiendo una explicación, pero sólo me mira sin decirme nada.

— ¿Qué fue eso? –Le pregunto.

— Lo que escuchaste, te quedaras conmigo y no se hable más. –Me responde con absoluta determinación.

— Te lo agradezco, pero me las puedo arreglar sola. –Miento.

Lauren se levanta de su silla al inclinarse colocando sus manos a cada lado de mi cabeza, encima de la almohada. Sin dejarme opción a nada y sólo mirarla a ella.

— Te vendrás conmigo y seguirás el tratamiento desde mi apartamento

–Se acerca más y trato de respirar despacio por el dolor en la costilla–. Porque jamás me perdonaría que algo te ocurriera Camila. – Me confiesa con cierto temor.

Es una locura, pero si voy a aceptar pondré mis condiciones.

— Está bien, pero si llego a ver algún indició de que intentas algo, me iré a mi apartamento. ¿Te ha quedado claro? –Le pregunto.

Lauren sonríe con cierto brillo en sus ojos.

— Aunque te juro que tenerte en mi apartamento es una tentación – trago en seco al escucharla–. No pienso tocarte ni menos en esta condición. –Me responde terminando esta disputa...

Por que tu (Adaptación Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora