Capitulo 9

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Al llegar parte de la tarde decido irme a caminar un poco para distraerme, porque si no terminare volviéndome loca. Al instante me dejo llevar por mis pensamientos y recreo todo lo de esta mañana, y jamás me imagine que ella se sintiera atraída por mí.

Sonrió al recordar cuando nos conocimos.


Fue a principios de abril, tenía 16 años en ese entonces.

Había sonado las campanas de la escuela, anunciando la hora de receso. Como siempre compraba el almuerzo y me sentaba lo más alejado de todos, porque la bulla y la multitud me inquietaba mucho. Al llegar a la parte de afuera tomo asiento en el césped, rogando porque no vinieran muchos estudiantes y arruinaran este cómodo silencio.

— Pero mira quien tenemos aquí, a la pastelería. –Oigo que me dicen un grupo de chicas que les encanta meterse con todo el mundo.

Me tenso al verlas llegar y detenerse delante de donde estoy sentada.

— ¿Qué quieren? –Les pregunto sin mostrarles miedo.

Porque jamás debes mostrárselos, o se creerán con el derecho de humillarte.

— Tu almuerzo. –Me responde una de ellas tomando mi bandeja. Le tomo la mano para detenerla.

— Y porque no te compras el tuyo. –Le reprocho.

La otra me toma del cabello con fuerza y me hace mirarla.

— Porque queremos el tuyo, idiota. –Me asegura al levantarme por el cabello.

Trato de soltarme y la tercera chica me da un golpe en el abdomen sacándome todo el aire.

— Eso te pasa por negarte, perra.

La tercera intenta darme otro golpe, pero no lo hace al ser agarrada por otra chica que no conozco y ser tirada al suelo con un golpe.

— Si no quieres terminar como ella, suéltala. –Le pide mi defensora a la que me tiene tomada del cabello.

La que tiene mi bandeja la coloca en el suelo y se empieza acercase a mi defensora.

— ¿Quién demonios te crees? Te enseñare quien manda aquí. –La amenaza.

Pero al igual que la otra termina en el suelo.

— Creo que quieres el mismo destino que las otras dos.

La chica me suelta y sale corriendo, como las otras dos.

— ¿Estás bien? –Me pregunta mi defensora al entregarme mi bandeja de almuerzo.

— Si gracias –tomo la bandeja, al mirarla un poco enojada–. Pero ahora ellas me molestaran todo el año escolar. –Le aseguro.

Ella sonríe y no sé porque esa sonrisa me agrada bastante.

— Tranquila que ellas no te molestaran más, de eso me encargo yo – me extiende su mano–. Lauren Jáuregui. –Se presenta.

Ahora la que sonríe soy yo.

— Camila Cabello. –Le digo al presentarme....


Y desde entonces hemos sido las mejores amigas, bueno hasta que hiciera lo que ocurrió y no distanciáramos, pero no puedo negar que tenerla devuelta en mi vida me llena de mucha alegría.

¡Demonios que tarde es!

Por esta perdida en mis recorridos por el pasado, se me ha hecho tardísimo, debo volver antes de que Lauren se percate de que salí...

Por que tu (Adaptación Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora