Me dijo que ya casi no tenia tiempo, el cuerpo de ese la gata ya no podría aguantar por mucho tiempo un alma humana.
Fue algo que me sorprendió, no sabia como responder a esta tan mala noticia, Susana se soltó a llorar en mi hombro y yo sin saber que hacer. Después de haber nos tranquilizado Susana se fue, quedando asolas con mi mamá.
-¿Cuanto tiempo te queda?-pregunte tratando de no llorar
-Posiblemente soy una aparición -dijo ella
-Y... lo sabias, sabias que esto pasaría-dije
-Algo así, pero no quería decirte-dijo muy triste
-Es mejor que me valla a descansar, tu también deberías-dije para irme a dormir.
-Ok -dijo mi madre para desvanecer se
Esa noche trate de dormir, pero me fue imposible, las lagrimas no me dejaron dormir, sabía que el tiempo pasa lento si estas triste, pues es verdad esa noche me pareció una eternidad y con esto que mi madre me dijo me parecía un infierno.
Al día siguiente me asome por la puerta de la casa del árbol y vi como la gata volvió a escupir sangre, me preocupe mucho, pero no sabia que hacer no podía salvar la.
Ese día transcurrió algo lento Susana solo vino a traernos el almuerzo y a preguntar como seguía Manchitas , luego se fue dejando nos de nuevo asolas.
Yo no tenia mucho que hacer mas que cuida de ella pero como, no había podido dormir y caí rendido por el cansancio.
Al otro día me desperté un poco emocionado pero triste a la ves, como no vi a Manchitas pensé que estaría afuera de la casa del árbol, tal como pensé esta allí frente a el lago esperando me pero esta vez me esperaba con unas galletas.
Así que baje y senté a su lado mientras la acariciaba:
-No debiste hacer eso, te harás mas daño-dije preocupado
Ella tan solo negó con la cabeza para después escupir un poco de sangre, me preocupe mucho mas pero no podía hacer nada así que solo comí las galletas junto a Manchitas , después de eso solo nos quedamos esperando frente a el lago mientras la seguía acariciaba.
Hasta que volvió a escupir sangre, esto era malo pero no sabia como reaccionar ante esta situación, ella tan solo me miraba después de todas las veces que lo hacia y tenia esos ojos que me decían "no vallas a llorar".
Tenia que ser fuerte, incluso si estaba en su forma de gata sabia que era mi madre.
Sin nada que poder hacer tuve que aguantar las lagrimas, así llego el mediodía Susana no llego, me preocupe pero no podía dejar sola a Manchitas, ni tampoco llevar la conmigo eso le haría mas daño. Así que solo me senté cerca de un árbol de los alrededores que nos diera sombra mientras observábamos el paisaje hasta que ambos nos quedamos dormidos.
Sentía como si algo se me acostara en mi pecho y lamiera la rostro, era algo rasposo y mojado pero era lindo, al abrir los ojos era Manchitas.
Al rato llego Susana la cual tenia una pequeña caja en sus manos, sin poder aguantar me:
-Susana que hay dentro de esa caja-pregunte muy curioso mientras la observaba
-Ah si, hola Susana ¿como estas?, bien gracias por preguntar- dijo muy sarcástica
-Oh... disculpa... hola...-dije avergonzado
-Interesado - dijo un poco presumida y burlona
-Oye te escuche... tonta-dije un poco molesto
ESTÁS LEYENDO
Lago de recuerdas
FantasyTras un gran sufrimiento un joven de 13 años tendrá que vivir unos grandes cambios en su vida en el transcurso de esta historia el protagonista continuara con un inmenso sufriendo por el cual se sentirá culpable y huirá de casa. Se va a vivir fren...