Capítulo 1

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—¡Llegamos! —avisó mi gemela despertándome debido a que me había dormido durante el viaje.

Me estiré bostezando un poco en el proceso, pronto me desperté completamente y observé por la ventana del autobús que nos llevaba de regreso a Gravity Falls. Pude divisar a Soos, Melody, el Tío Ford, el Tío Stan, Wendy, Candy, Grenda y Sam.

Oh, cierto. Creo que no les comenté. Sam es la hija de Soos y Melody, tiene 5 años de edad y es la copia viviente de Melody, aunque es pelinegra y es muy tierna como Soos.

Nos bajamos del bus con nuestras maletas y apenas tocamos el suelo de la parada nada formal. el transporte avanzó al tiempo que todos nos rodearon en un abrazo de bienvenida. 

Si no fuera por el tío Ford que notó que nuestro color se estaba volviendo morado por el abrazo, estoy seguro que hubieran cometido un gemelicidio (gemelos+homicidio=gemelicidio)

Acompañados de nuestros amigos y familia fuimos a la cabaña del misterio donde al parecer nos tenían organizado un almuerzo. Mabel y yo estábamos siendo bombardeados con todo tipos de preguntas por parte de nuestros amigos.

—¿Mabel, tienes novio actualmente? —cuestionó la voz gruesa de Grenda. 

—No, no tengo novio, ni nada que se le parezca —afirmó mi hermana con una sonrisa de lado.

Últimamente ya no la he visto coquetear con cualquier chico lindo que se le aparezca. De hecho, hace como 2 meses que no la he visto coqueteando, y la verdad, no sé porque fue ese repentino cambio en ella...

—¿Y tú Dipper? —me preguntó esta vez Candy algo colorada. Cosa que me hizo cierta gracia. Me limité a responder con un gesto de negación, observando como sus mejillas pálidas se volvían más rojas. Observé a Mabel, la cuál miraba a Candy con cierta diversión y algo de rareza. 

—¿Ya acabaron sus estudios? —nos preguntó nuestro tío Ford.

—Nos falta un grado más —respondí por los dos. 

—¡Mabel, Mabel! —llamo la atención la pequeña Sam—.  Te hice algo ¿Me acompañas a mi habitación? —preguntó de manera eufórica. 

—¿Y a mi no me hiciste algo? —no dudé en cuestionar con fingida indignación. 

—También te hice algo Dipper, pero después te lo mando con Mabel —me respondió la pelinegra, para después volver su mirada a mi hermana—. ¿Vienes?

—¡Claro! Si lo hiciste tú, de seguro me va a encantar —contestó la castaña sin pensarlo dos veces y ambas féminas se retiraron de la mesa.

Después de un rato seguí hablando con los demás, mientras que Mabel y Sam seguían sin venir. Wendy, Candy, Grenda y Soos me estaban contando lo que había pasado en este periodo que no estuve aquí, después mis tíos contaban anécdotas sobre sus aventuras en alta mar, y otras rarezas que habían encontrado en islas desiertas... Aunque no del todo. Oírles siempre me causa un gran placer. 

Cuando se hizo más tarde Candy, Grenda y Wendy se habían ido a sus hogares. Mis tíos se fueron a sus habitaciones, mientras Melody recogía la mesa y Soos la ayudaba. Yo simplemente lleve las maletas de mi hermana y las mías a nuestra habitación de siempre, ya que las maletas las habíamos dejado en la sala. 

Al entrar todo estaba igual aunque un poco mas limpio, supuse que alguno limpió antes de que llegásemos. Puse la maleta de Mabel a lado de su cama y mi maleta la subí sobre mi cama para empezar a desempacar. Escuché como abrían la puerta.

—¡Wow! Todo está igual desde la ultima vez —exclamó la inconfundible voz de mi hermana, me voltee para ver que se había sentado en mi cama a la lado de mi maleta—. ¿Qué haces, cerebrito?

Entre Dimensiones - PinecestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora