Capítulo 2

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—Tienen razón, chicos. Alguien liberó a Bill —nos afirma tío Ford examinando con la mirada los escombros de la estatua de Bill.

Lo habíamos llamado y ahora nosotros tres nos encontrábamos frente a tal estatua. 

—¿Quién pudo haber sido tan estúpido para invocarlo? —cuestioné incrédulo, mientras Mabel solo tenia agarrada mi mano como si su vida estuviera dependiendo de ello.

—Hay dos posibilidades —empezó a explicar Ford—. Uno; fue alguien sin conocimiento del Raromagedon que simplemente quería algo, o dos; fue alguien que lo hizo sabiendo perfectamente quien es Bill y lo que es capaz de hacer... —nos respondió con un semblante serio.

—Quiero pensar que es la primera opción —opina Mabel algo dudosa y nerviosa—, pero ¿quién podría invocarlo? Si para eso es necesario uno de los diarios —cuestionó Mabel. Ford se rascó la nuca algo nervioso, cosa que no pasó por alto ante nosotros.

—¿Qué hiciste con el diario, tío Ford? —le preguntamos Mabel y yo al unísono.

—El diario número 2 se lo di a Stan para que lo guardara —nos respondió y nosotros fruncimos el ceño.

—¿Qué hizo Stan con el diario? —pregunté y él desvío la mirada.

—Lo vendió.

—¿¡QUE!?

—Eso mismo dije yo —comentó Ford el cual recibió nuestras miradas fulminantes.

—¡Ese viejo está loco! ¡¿Como rayos se le ocurrió venderlo?! ¡¿Acaso no recuerda nada de Raromagedon?! ¡¿Que le pasa a ese hombre en la cabeza?! —empezó a cuestionar Mabel histérica.

—Mabel, en realidad él nunca recuperó sus recuerdos de Raromagedon —interrumpió Ford los reclamos de mi gemela.

—Oh... No lo sabía —respondió Mabel tratando de tranquilizarse.

—¿Qué haremos, tío Ford?

—Mejor hablemos en la cabaña. Allí Bill no nos puede observar por el cabello de unicornio —sugirió Ford y nosotros asentimos.

(...)

—¿Yo como iba a saber que un estúpido lo iba a invocar? —se defendió el tío Stan, sin siquiera saber de quién hablaba.

—No quiero discutir ahora, Stanley —le dice el tío Ford mientras se daba un masaje en la sien.

Cerramos la tienda de regalos y teníamos una pequeña "reunión familiar" en la sala. Y con "familiar" me refiero a que estábamos Soos, Melody, Sam, Stan, Ford, Mabel y yo.

—Ahora tenemos que concentrarnos en como derrotar a Bill —declaré y todos los presente asintieron a excepción de la pelinegra.

—¿Quién es Bill? —indaga Sam alzando una ceja con los brazos cruzados, algo frustrada por no entender nada.

—Un ser maligno muy peligroso —se limita a responderle Soos a su hija. Ella simplemente asiente algo confundida aún.

—¿Cómo vamos a derrotarlo esta vez? —cuestioné.

—Cierto, porque ya no tenemos el borrador de memorias para usarlo como la última vez —aclara Mabel recordando que ella lo destruyó hace cinco años. Stan frunce el ceño.

—¿Un borrador de memorias? —cuestiona Stan confundido.

—Después te explico —le dice Ford y este solo asiente—. Además aunque lo tuviéramos no hubiera funcionado. Bill no es tonto, él no tropieza dos veces con la misma piedra.

Entre Dimensiones - PinecestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora