Capítulo 7.- Venganza

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Cuando salí muchos me estaban observando, pero tenía cosas más importantes que hacer en ese momento, Mónica me ayudó a reanimarme un poco y me había demostrado que su amistad era sincera, era momento de devolverle el favor, a la única amiga que tenía.

Camine a donde estaba Lucas.

—Vaya, si que te lo tenías bien guardado gatita —me habló con tono de burla al verme, no entiendo como es que le gusta a Mónica—, y yo que creí que no tenías sentimientos —agregó antes de estallar en risa, y tanto Ricardo como Erika le siguieron.

—Si tengo sentimientos y ahora conocerás uno de ellos —le dije antes de tomarlo por el cuello de su polera —. Puedes dar por perdida tu estúpida apuesta Lucas —le advertí empujandolo contra la pared más cercana—. Te atreves a molestarme de nuevo y sentirás como cortan estas garras entendido —él solo asintió, tal vez yo no era la más fuerte, ni la mejor peleando, pero estas garras intimidaban a la mayoría, lo solté no sin antes desgarrar parte de su camisa.

—Alguien quiere bailar con nosotras o tienen miedo! —gritó Mónica, esto era perfecto, mantendría mi reputación y tendría una nueva amiga, todo salió perfecto.

Dos chicos se ofrecieron y los seguimos necesitaba relajarme un rato, pero me asegure de mantenerme cerca de Mónica por si tenía problemas, pero a la vez en una zona algo apartada, de donde estaban tocando, ya que estaba muy fuerte la música para mis oídos, alrededor de las dos de la mañana se acabó la música, la banda que estaba tocando se fue a dormir, creo que no les pagaron muy bien.

Acompañé a Mónica a tomar un trago, aunque como siempre me negué a tomar, al momento vi que alguien se acercaba, era Jonathan, no entiendo como se atreve después de lo que me dijo.

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Jonathan

Me siento tan mal, realmente me gusta ella, pero no quería quedar como un simple juguete, no tenía forma de saber que ella sentía lo mismo por mí.

Casi mata a Lucas después de que retornó a la fiesta, por lo que decidí esperar a que se calme un poco, antes de acercarme a pedirle disculpas, ella me observó mientras me acercaba, a veces tenía miedo, de que escuchará cuando le decía a mis amigos lo que sentía por ella, ya que su oído era muy bueno.

—Amira yo... —inicié a hablar cuando ella me interrumpió.

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Amira

—Tú no aprecias tu vida verdad —lo interrumpí mientras el hablaba.

—Perdón se que hice mal solo tenía miedo, la verdad es que me gustas mucho, pero no quería que me utilizaras, como lo dicen que haces con otros —podía ver arrepentimiento en sus ojos—. Perdóname fui un idiota pero en verdad te quiero Ami.

Por un momento sentí que mi corazón se recuperaba, esto era tan hermoso, él sentía lo mismo por mí, sentí que una sonrisa se formaba en mis labios.

Pero en ese momento oí un susurro de Mónica.

—Recuerda lo que te hizo pasar —moví mis ojos levemente, varios me observaban, si aceptaba así de fácil quedaría como alguién fácil, seguramente Jonathan se estaba burlando de mí—. Hay que irnos de aquí —entonces tuve una idea, Jonathan sabría lo que era la venganza

—Ves Mónica en cuanto creen que te entregaras a ellos, vienen hasta de rodillas a pedirte perdón —hablé mirándola a ella, no dejaría que Jonathan se burlara de mi, pude ver que no entendía lo que pasaba, y estaba confundida por lo que acababa de decir, moví mis labios para decirle que me siguiera la corriente.

—Tienes razón, yo que pensé que él no caería, esta vez ganaste la apuesta amiga —me respondió, volteé para ver a Jonathan, esperaba que eso haya sido suficiente, para que su mente, no notara lo claramente mal que estaba mintiendo.

—Te lo dije Mónica, yo nunca pierdo una apuesta —indiqué intentando concentrarme, pude ver como los ojos de Jonathan, se cristalizaban, y yo sentía que los míos estaban igual, ojalá alguien apagara las velas que nos iluminaban, para no tener que verlo.

—Ven, se los dije, ella no cambiará jamás —exclamó, algo no estaba saliendo bien—. Solo le gusta jugar con los demás, quien sabe con cuantos haya estado, ¡algo me dice que la realidad es peor que los rumores! —gritó lo último.

—Vete de una vez, yo nunca estaría con alguien tan manipulable como tú, solo eres un niñito, que se deja guiar por los rumores, de gente tan falsa como tú —respondí furiosa, espero que no se noten las dos lágrimas que acaban de resbalarse por mi rostro.

—¡Me arrepiento de haberme enamorado de una gata, que esta con uno diferente cada día! —gritó, las palabras de los demás ya no me importaban, sus palabras me dolían—. ¡Nunca te perdonaré!, te arrepentirás de esto —se volteó y se fue muy furioso, tomé la mano de Mónica, y fuimos al cuarto donde dormiríamos, a pesar de que le insistí se mantuvo firme en quedarse a acompañarme en la habitación.

Al menos algo esta noche había salido bien, ya que mis posibilidades con Jonathan seguro estaban arruinadas, estuve llorando por eso hasta quedarme dormida.

Pensamiento de Jonathan:
—No puedo creer, que solo haya sido uno de sus juegos, me siento roto, prometí no ilusionarme, para jamás salir lastimado, pero ya era tarde, tomé hasta caerme, y lloré hasta desmayarme, para ella solo era un juego nada más que eso

Un Mundo Mágico.- Los Orígenes de AmiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora