Una historia de villanos (Parte 2)

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Un pitido constante inundaba los oídos de Rui. Sabía que tenía que actuar, había escuchado disparos y cuando se volvió, Momo y Yuuta estaban heridos. Su cuerpo se movió de forma automática, se vio levantándose y yendo a socorrerlos. Con la sangre latiéndole en los oídos y el corazón a mil por hora. Pese a que se había quedado paralizada su cuerpo sabía qué hacer. Lo llevaba en la sangre.

Era su momento de brillar. De hacer valer el apellido Tachibana. Sin embargo en cuanto estuvo frente a ellos, el líquido escarlata la impactó demasiado. Sintió nauseas. Creciste viendo a tus padres hacer esto miles de veces, se recordó. Inhaló y exhaló. Sintió que el tiempo se ralentizaba.

—Yaoyorozu-chan, Yuuta, no se muevan, de lo contrario solo conseguirán desangrarse más— No parecía su voz la que habló. Firme, decidida, como si realmente supiera lo que tenía que hacer. El panorama frente a ella no era muy alentador. Sin embargo tenía que ser capaz de no prestar más atención que a los heridos delante de sus ojos. No podía dudar. —Yuuta, mantén presionado aquí— colocó la mano del muchacho sobre la herida. Su compañero respiraba lento y unas gotitas de sudor le caían por la frente. —Katsuo, haz lo mismo con Yaoyorozu-chan.

Si pudiera ver la bala podría achicarla hasta hacerla desaparecer, y no podía cerrar la herida sin quitarla. Además no podía ver si había hemorragia interna o si había algún órgano vital dañado. La persona que disparó buscaba que murieran desangrados. Lo único que se veía capaz de hacer era detener el sangrado. Las manos de Rui no tardaron en empaparse de la sangre de su compañero, ignoró la viscosidad y calidez de la misma, evitó verlas de forma directa.

—Yaoyorozu-chan, necesito que crees unas vendas—la joven asintió y obedeció. Vendas e incluso cinta para sujetarlas salieron de su brazo descubierto, con el cual no presionaba sobre la herida. Rui veía el miedo en los ojos de Momo, pero mantenía la calma. Ella estaba igual de aterrada.

—Son de un material más absorbente que las vendas comunes— explicó la delegada de la clase 1-A.

—Oi, oi, esto no parece que vaya a terminar bien...

—Si no vas a ayudar en nada, entonces ahórrate esos comentarios— calló Rui a Mineta, quien observaba todo horrorizado.

—Yaoyorozu, ¿necesitas ayuda? — unas garras afiladas aparecieron delante de la nariz de Mineta.

—Haz un intento— los ojos azules de Katsuo no se mostraron amistosos.

Rui trató de disimular el temblor de sus manos mientras les colocaba el vendaje. Sabía que no era suficiente. Debían recibir atención médica en cuanto llegara la ayuda, pero... ¿Y si era demasiado tarde? Alejó los pensamientos negativos, movió la cabeza levemente de un lado a otro. Nadie moriría. La prioridad era sacarlos de allí... Pero moverlos estando en pleno combate significaba que estarían en peligro constante.

—Tachibana-san, déjame ayudarte— Nana, la hermana melliza de Naho, apareció a su lado. —Puedo llevarlos a la entrada, junto con los demás. Serán los primero en recibir atención médica.

—Nana...

—Es lo único que puedo hacer para ayudar—Nana acomodó su cabello corto azabache hacia atrás y miró a Rui, disculpándose.

—... La oscuridad, trae muerte— Rui volvió a la realidad del momento. Un nuevo enemigo había aparecido.

Llevaba ropa al estilo ninja, negra y tenía las manos en los bolsillos. Una máscara sonriente de zorro blanco le cubría el rostro.

— ¡Rei, maldito! — Aquella voz pertenecía a Hayato, pero Rui no se molestó en posar sus ojos en él.

Debían aprovechar este momento para irse. Rui y Nana compartieron una mirada, ambas asintieron.

All the chains you coudln't broke [BnHAxOC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora