Sobre enamorarte de tu mejor amigo y sus efectos secundarios

Mi mejor error (Villargas)

Sábado 00:45, la noche en Bogotá estaba preciosa. Los chicos estaban terminando de cenar en un restaurant, después de un gran concierto. Los Juan Pablos habían invitado a sus respectivas parejas.

Narra Simón:

Ahí estaba él, junto a su novia oficial. Por cierto, hablo de Juan Pablo Villamil, mi supuesto mejor amigo o debería decir el chico con el que comparto noches de pasión, en silencio; dulces besos, a escondidas; abrazos, simulando ser de compañeros. ¿Ahora entienden por qué aclaré lo de novia oficial? Se podría decir que soy el tercero en discordia de la parejita feliz. Sí, aunque me cueste admitirlo, soy el amante de Villa.

¿Cuándo empezó esto? Hace poco más de un año ¿Cómo empezó? Es una larga historia, tal vez en otra oportunidad se las cuente ¿Por qué acepté? Porque estaba despechado con mi ex ¿Por qué no lo corté? Porque me enamoré de él.

Pero estaba cansado de esto y hoy se sumó la gota que rebalso el vaso.

— Chicos —  Villamil llamó la atención de todos — con Abril tenemos una noticia para darles

— ¿Vamos a ser tíos? — se adelantó Isaza.

— ¡NO! ¿Qué pasa papá, ya no me quiere en las giras?

— Nada perdía con intentar, es que mi sueño es ser llamado el chico del banjo

Todos rieron.

— ¿Pueden ir adelantando el trámite? — Acotó Martín

— Bueno la noticia es que nos vamos a casar en 6 meses

— ¿Esto es por qué van a ser padres? — volvió a preguntar Isaza

— ¡Qué no Isaza, cálmese! — dijo Villa entre risas

Como pudieron haber imaginado, en ese momento se me cayó un balde de agua fría en la cabeza, mi mundo se vino abajo. No esperaba que mi noche finalizara así.

Luego de que las felicitaciones terminaran, decidí que era momento de irme.

— Disculpen que arruine esta bella velada, pero no me siento bien, me voy a mi casa.

— ¿Quiere qué lo acompañe? — preguntó Marto

— No, gracias. Siga disfrutando. Nos vemos mañana

Dicho esto salí del lugar, tardé varios minutos en encontrar mi coche. Tenía la cabeza en cualquier lugar, excepto en el ahora.

Cuando lo encontré me di cuenta que había dejado las llaves arriba de la mesa. Le estaba por mandar un mensaje a mi hermano para que me las alcanzara y de repente escuché pasos dirigiéndose hacia mí.

Narrador:

No habían pasado más de 5 minutos desde que Simón se había retirado, cuando se dieron cuenta de su olvido.

— ¿Estas son de Monchi? — preguntó Pedro levantando las llaves

— ¡Sí! — Dijo Martín reconociendo el llavero de su hermano — démelas, se las alcanzo

— No, voy yo — indicó Villamil, tomando las llaves y levantándose.

Villa salió del lugar y no tardó tanto en encontrar el auto de Simón, ya que había estacionado el suyo atrás. Cuando llegó se lo encontró apoyado contra el auto con el celular en la mano.

— Parece que se olvidó de esto — dijo mostrándole las llaves

—Sí, gracias — respondió Simón sacándoselas abruptamente

— Oiga, no se vaya así ¿Podemos hablar?

— Creo que ya tuvimos mucho tiempo y lo que menos hicimos fue hablar — Simón estaba al borde de las lágrimas y verlo así destruía a Juan Pablo — además adentro lo está esperando su futura esposa, a la que usted nunca ocultaría. Esto es un error, Villamil, no podemos seguir.

— Simón si esto es un error, quiero equivocarme mil veces más, eres mi mejor error.

— Esta por casarse Juan Pablo, no me diga eso

— ¡Perdón!

Villa no lo soportó más. Agarró a Simón por la cintura y lo besó como nunca antes. Él no se resistió, pero lo hizo sabiendo que era la última vez que cometería ese error que tanto mal le hacía.

N/A: si quieren una segunda parte, díganme en los comentarios.