Creer (Visaza)

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Luego de que Juan Pablo cortara la llamada con su novia, enojado se retiró a su cuarto. Sus compañeros de piso se miraron entre sí, sin entender lo que estaba pasando. Villamil, sin dudarlo dos veces, siguió a su mejor amigo, dispuesto a saber si podía hacer algo para ayudarlo.

Al entrar a la habitación, encontró a Isaza con la cara entre sus manos, sintió romperse por dentro al verlo tan mal, se sentó junto a él y le preguntó:

— Isaza ¿Qué le pasó? ¿Y ese enojo tan repentino?

— Otra vez Sofía me canceló la salida por el trabajo, otra vez peleamos y no sé qué va a pasar porque últimamente es vernos y discutir.

— Escuche, no soy bueno dando consejos, pero sí le puedo recomendar que salga con nosotros y tengamos nuestra gran noche de amigos, sin mujeres. Sólo nosotros cuatro.

— Me gusta la propuesta— respondió Juan Pablo sonriendo, quien sin pensarlo abrazó a su amigo. Otra vez sintió que ese abrazo tenía algo distinto, algo que lo hacia diferente, él abrazaba todo el tiempo a sus amigos, pero nunca sentía lo mismo por Simón o Martín.

— ¿Qué hace abrazando a mi chico? — Dijo Simón, simulando estar indignado. Desde que el fandom empezó a shippear Villargas, los cuatro bromeaban con que ambos eran pareja.

— ¡Ay mi Monchito! Sabe que sólo tengo ojos para usted — Villamil rompió el abrazo con Isaza para, así, poder abrazar al Vargas mayor, lo que hizo que Isaza se molestara un poco más.

Horas más tarde en el bar.

— No quiero ilusionarte, mi pequeño secuaz, pero creo que esta noche no nos vamos solos — Le dijo Simón a Martín

— ¿De qué habla, perro? — Le respondió

— De esas chicas de la barra, desde que llegamos cruce varias miradas con la pelirroja

— Eso no me asegura nada

— Dele perro, no me haga esto, ayúdeme con la amiga

— Sólo porque eres mi hermano

— No te vas a arrepentir — Luego de convencer a su hermano, Simón se dirigió al grupo — Lamentamos tener que abandonar el barco, pero que tengan una linda velada. No se preocupen por nosotros.

Y, así, en medio de las risas los hermanos Vargas se despidieron de sus amigos.

— Al parecer sólo quedamos nosotros — dijo Villamil para luego darle un último sorbo a su cerveza — Otra vez.

— ¿Vamos a caminar? — Propuso Isaza

— Me parece perfecto, pidamos la cuenta

— Esta nos la vamos a cobrar otro día

Pagaron los tragos y salieron del bar. Era una noche un poco fresca, pero lo suficientemente cálida para disfrutar de una caminata y más si va acompañada de una charla.

Los chicos se sentaron en un banco en frente de un río.

— ¿Le puedo confesar algo? — Preguntó Isaza

—Por supuesto

— Creo que hace tiempo estoy sintiendo algo por alguien que no es Sofi

— ¿Y cómo lo sabe?

— Esta persona es muy amiga mía y cada vez que estoy con ella me siento muy diferente a cuando estoy con otros amigos. Hoy la vi abrazando a otro y tuve tremendas ganas de separarlos. Últimamente me siento más cómodo con esa persona que con mi novia.

— Esta totalmente equivocado

— ¿Sí?

— Usted no cree que siente algo por esa persona, usted siente algo por esa persona ¿Le puedo hacer una pregunta?

— Claro

— Estoy sospechando que esa persona no es mujer, así que voy a ser directo ¿Es nuestro Monchito?

— No, pero casi

— Entonces no es mujer, aunque si es Marto, lo veo bastante complicado

— No es ninguno de los Vargas, ni tampoco Alejo, si se lo pregunta

— Deme más pistas, no tengo ni la más mínima idea

— Déjelo así, es una locura mía, volvamos a casa.

Juan Pablo se levantó dispuesto a retomar el camino, pero Villamil lo agarro de la muñeca y lo dio vuelta, quedando ambos muy cerca del otro.

— Sólo quería escucharlo de su boca, pero veo que no es posible. Ya lo sé, la única opción que queda soy yo.

Dicho esto, Villamil se animó a hacer lo que llevaba tiempo queriendo hacer, besar a Juan Pablo. Sus labios parecían estar destinados a estar juntos, encajaban perfectamente y se entendían muy bien.

Al separarse Isaza apoyó su frente en la de Villa y tomó una de sus mejillas.

—Creo que siento cosas por usted — le confesó

—Deje de creer y admítalo

—Siento cosas por usted

Frase que le alcanzó a Villa para volver a besarlo.

Sobre enamorarte de tu mejor amigo y sus efectos secundariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora