Nunca es tarde-Zodiaco

Capricornio

"Ninguno de nosotros sabe lo que sucederá ni siquiera en el próximo minuto, pero seguimos adelante, porque confiamos, porque tenemos fe."
-Paulo Coelho.

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Querida Charlotte
Primero que nada, quiero felicitarte por tu relación con Lihué, se nota que se quieren. Segundo, quiero pedirte perdón por lo que estoy por confesarte. Estoy enamorada de Lihué. Mi primera verdad es que no me arrepiento en absoluto de haberme enamorado de él. Pareciera que a las moiras les gusta divertirse a nuestra costa. Conocí a Lihué en el taller de fotografía al que asistía, fue como amor a primera vista. No podía despegar mi mirada de él. Después, lo fui conociendo y me fui enamorando cada día más de sus lindas sonrisas, sus bromas y su adorable honestidad. Sentía que con él podía ser libre.

Tres meses después, en la fiesta de cumpleaños de Elaia, me enteré que Lihué era su primo y se los presenté a ustedes. Me quise hacer la tonta, no quise darme cuenta de cómo te brillaban los ojos cuando lo viste y la sonrisa tímida que te dedicó él. Dos semanas después, me confesaste que comenzaste a pasar tiempo con él y te estaba empezando a gustar. Mi mundo se vino abajo. Quise decirte que yo también lo quería, de que yo lo conocía mucho antes que tú, de que yo lo conocía a la perfección. Pero no pude. Tus ojos reflejaban ilusión y esperanza, no quería romper con eso. Pensé que tal vez, era un interés pasajero, que te olvidarías de él rápidamente y encontrarías otro amor. Después de todo, tú solías ser muy enamoradiza. Me equivoqué.

Mi segunda verdad es que te tengo envidia. Tengo envidia de lo bien que se ven juntos. Tengo envidia de lo mucho que se quieren. Pero el amor que siento por los dos, opaca toda la envidia. No te voy a mentir, siempre que los veo juntos, siento una punzada de celos, pero luego viene una oleada de felicidad que supera todo. Estoy feliz por ti Charlie, eres como una hermana para mí. Nunca voy a olvidar como te conocí, encajaste perfectamente con nuestra familia. ¿Cuántos años teníamos? ¿Siete u ocho? Íbamos a cenar con Seth y el tío Arthur, en nuestra anterior casa, nos iba a presentar a su nueva esposa Arleen y la hija de ella, es decir tú. Seth me había contado que eras una sabelotodo que se creía la gran cosa, inmediatamente te odié. Esa noche, descubrí que Seth era muy malo para leer a las personas, apenas entraste a mi casa, sosteniendo el primer libro de Percy Jackson, entendí que nos llevaríamos bien.

Estaba en lo correcto. No hizo falta demasiado tiempo, para que Seth te aceptara como su hermana y a Arleen como una madre sustituta. Desde esa noche, nos volvimos inseparables. Incluso cuando quise alejarme de ti, cuando te dije que te odiaba, nunca diste el brazo a torcer ni me abandonaste. Siempre dije que, si ustedes cuatro eran parte de mi cuerpo, tú serias mi mano derecha, porque siempre has estado ahí para ayudarme. Te amodoro.

-V

PD1: Te dejo toda mi colección de PJO. Sé que ya tienes una remera del campamento, pero una más no le hace mal a nadie ¿no?
PD2: Lo que más me gusta de ti es tu seguridad.