Gaturro se dirigía ahora hacia la misma orilla de la isla en la que había visto, al llegar, a las cinco Ágathas exactamente iguales. Pero lo que más deseaba era reencontrarse con la verdadera y llevársela a la Tierra sana y salva.
-¿Dónde está Ágatha? -preguntó, ansioso, a la tortuga.
Por única respuesta, la tortuga apuntó con su aleta un punto cercano a la orilla y Gaturro dirigió su vista hacia allí.
¡Era Ágatha! ¡Pero una sola Ágatha, la única, la verdadera e irremplazable! Que se paseaba de un lado a otro en la orilla con gran impaciencia.-¡Ágatha! -gritó Gaturro, mientras salía corriendo a su encuentro.
-¡Por fin, Gaturro! -respondió ella en tono de reproche-. Pensé que nunca ibas a adivinar las cinco palabras. Sin lugar a dudas, sos el gato más lerdo que conocí en mi vida.
-¡Y sin lugar a dudas, vos sos la verdadera Ágatha! -se alegró Gaturro -. ¡Siempre tan cariñosa conmigo! -agregó después, irónicamente.
Pronto la tortuga se sumó al grupo. Y allí estaban los tres, a punto de emprender el viaje en caparazón que los devolvería de nuevo a las alcantarillas.
-¿Qué pasó con las otras cuatro Ágathas? -preguntó Gaturro a la tortuga.
-Desaparecieron para siempre -fue la respuesta-. Y podés hacer de cuenta que nunca existieron.
-¡Menos mal! ¡Porque cinco Ágathas para un solo Gaturro era demasiado -suspiró aliviado.
Ágatha y Gaturro treparon al caparazón de la tortuga marina, que con la velocidad de una lancha comenzó a surcar las aguas.
-¡Más despacio, por favor, que me despeino! -imploró Ágatha.
Pero la tortuga siguió acelerando y en menos de lo que canta un gallo ya los estaba depositando, despeinados y húmedos, en la boca de la tubería.
-Yo me voy adelantando, chicos -advirtió Ágatha-, no me gustan las despedidas.
Y se alejó, dejándolos solos.
-¿Es el final? -inquirió Gaturro, sintiendo que se le hacía un nudo de tristeza en la garganta
-Sí, Gaturro -afirmó la tortuga-, es el final.
-Te voy a extrañar.
-Y yo a vos. ¡Nunca imaginé que los gatos fueran los mejores amigos de las tortugas! Pero la madre naturaleza no deja de sorprendernos, ¿No es así? -reflexionó la tortuga, con la voz quebrada de emoción.
-Sí, es así -respondió Gaturro, acariciándole suavemente el caparazón-. ¿Nos volveremos a ver?
-Quién sabe -suspiró ella-, la vida está llena de caminos y tal vez nos crucemos en alguno de ellos. Pero si por alguna razón no llegamos a vernos, prometeme que sí o sí vamos a encontrarnos en nuestros sueños.
-Trato hecho -sonrió él, estrechando con su garra la aleta de la tortuga-, te lo prometo. Gracias por todo lo que hiciste por mí.
-De nada, fue un gran placer. Y ahora quiero que te lleves este recuerdo -dijo la tortuga, quitándose de su cuello la cadena de la que colgaba el cronómetro, y dándosela a Gaturro, junto a la brújula de la rata Morgan-. Este cronómetro era de mi bistortugo. Guardalo siempre.
-No, no puedo aceptarlo. Era de tu bistortugo, lo necesitas para entrenar... es demasiado importante para vos...
-Y justamente por eso te lo doy -replicó la tortuga-, porque es muy importante para mí. Y ahora sí, debemos regresar. Vos a tu casa y yo a mi isla.
-Está bien -aceptó Gaturro-. ¡Suerte en las olimpíadas!
-¡Gracias! ¡La voy a necesitar! ¡Y suerte para vos, con Ágatha!
-Muchas gracias. ¡Creo que yo la voy a necesitar más que vos!
La tortuga dio media vuelta y desapareció, dejando un leve halo de luz verde fosforecente.
Secándose las lágrimas y esquivando basura, Gaturro fue a reunirse con Ágatha, que ya lo esperaba junto a la boca de uno de los caños.
-Si el sexto sentido femenino no me falla, éste es el caño por el que tenemos que trepar para desembocar directamente en la cocina -anunció, orgullosa de su descubrimiento.
-Muy bien. Andá vos primero, que yo te sigo.
Ágatha se metió en seguida adentro del caño y comenzó a subir. Pero antes de irse, Gaturro miró por última vez aquel mundo subterraneo. Luego sujetó fuertemente la brújula y el cronómetro con sus garras y se despidió de aquella aventura que jamás olvidaría.
-¡ADIÓS! -gritó con todo el aire de sus pulmones.
Y el eco de su voz le respondió:
"ADIÓS... ADIÓS... ADIÓS...".----------------------------------------------
Siempre lloro con esa despedida :cFalta sólo el último capítulo y los extras ;)
Chauchi ♡
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#1 Gaturro y el Misterio de las Cinco Ágathas
FantasySeguramente ya conocés a Gaturro. Sabés que es un romántico incurable, que está perdidamente enamorado de Ágatha y que haría cualquier cosa por conquistarla. ¿Pero haría realmente cualquier cosa? "¡Claro que sí!" ,dirás. ¿Y si eso incluyera hacer e...