two cigarettes | it #LosersAwards

u n o

derry, 1989

leah webster point of view.

acababa de terminar el último día de clases y leah caminaba junto su grupo de amigos por los pasillos, bill mantenía su brazo alrededor de los hombros de su novia, mientras ellos hablaban de la ceremonia judía que en pocos días llevaría a cabo uno de sus mejores amigos, stanly uris.

―en el bar mitzá sólo leo el torá y me convierto en hombre.―explicaba stan.

leah dejó de tomar importancia a la conversación cuando sintió a uno de sus mejores amigos, richard tozier, tensarse a su lado. la pandilla bowers estaba a su lado, mirandolos burlones, pero para su suerte solo fue eso y ya.

―odio a esos chicos.―se quejó leah. todos estuvieron de acuerdo mientras doblaban el pasillo, en donde greta bowie pasaba bruscamente y golpeaba el hombro de stan.

🎈🎈🎈

―la mejor sensación del mundo.―comentó stanley mientras tiraba sus útiles escolares en la basura, al igual que los demás perdedores.

―¿enserio? intenta tocar tu pepinillo por primera vez.

―no seas asqueroso, tozier.―dijo leah, haciendo una mueca de asco.

―¿qué? apuesto a que bill lo a hecho pensando en ti.

―hey, ¿qué harán mañana?―preguntó eddie, antes de bill o leah pudieran siquiera contestar a eso.

―entrenar.―todos miraron a richie extrañados.

―¿entrenar qué?―preguntó leah, confundida.

―street fighter

―¿eso es lo que harás en verano?―leah alzó una ceja, sin creérselo, casi quería reír.

―¿pasar dentro un salón jugando videojuegos?―completó eddie decepcionado.

―supera pasar el tiempo dentro con tu madre, ohh.―alzó una mano para que stan la chocara pero este como de costumbre lo ignoró.

―¿y si vamos a las canteras?―propuso stan.

―no está mal.―comentó eddie.

―e-eh chicos, con l-leah pensábamos ir a los b-baldíos.―leah asintió, un tanto emocionada, tomando la mano de bill y entrelazando sus dedos. ya era verano y tendrían mas tiempo para buscar a georgie.

―claro, chicos. iremos a los baldíos.―murmuró stan, perdiendo un poco el entusiasmo de pasar ahí su primera tarde de vacaciones, pero al igual le dolía que sus mejores no pudieran aceptar que tal vez georgie estaba... muerto.

―es la madre de betty.―habló eddie, cortando el incómodo momento. los chicos dirigieron su mirada hacia la madre de betty ripsom, y a su lado estaba el oficial bowers recargado en su patrulla.

―¿enserio piensa encontrarla en la escuela?―comentó stan.

―es como si hubiera estado escondida por semanas.

―¿c-creen que la encuentren?―preguntó bill.

―sí, en una zanja, en descomposición, llena de un montón de insectos y oliendo a la ropa interior la madre de eddie.

―no está muerta.―defendió rápidamente leah, aún con esperanza.

―e-está pérdida.―murmuró bill, apoyando el punto de leah, y apretando un poco su mano en señal de apoyo. a los dos les partía el corazón recordar a georgie.

―claro, lo siento leah y bill, está pérdida.―richie ajustó sus anteojos, incómodo.―¿saben? los baldíos no suenan tan mal, ya saben, caminar entre estúpida agua...

richie no pudo terminar su frase gracias a que henry bowers tiró de su mochila y este cayó al césped.

―lindo frisbee.―alagaba falsamente patrik a stan mientras le quitaba su kipá y la lanzaba hacia un camión escolar que pasaba justamente en ese momento, rompiendo un vidrio de este, mientras belch eructaba en la cara de eddie.

justo cuando la pandilla de bowers dio media vuelta, después de haber terminado su intento de espectáculo, bill habló.

―p-pudrete b-bowers.

leah casi quiso golpear a su novio por ser tan estúpido.

henry volteó inmediatamente, una sonrisa burlona adornaba su rostro.

―¿d-dijiste algo b-bill?―se burló. leah soltó un bufido, haciéndose notar.

―que te pudras, bowers. ¿aparte de idiota también eres sordo?―rodó los ojos.

bill, stan, eddie y richie sólo se mantenían en su lugar, estáticos. ni siquiera sabían como reaccionar, hace tiempo que leah no se atrevía a retar a henry bowers.

―oh, ¿eres tan cobarde que hasta tu novia tiene que defenderte, pequeño bill? y no te olvides de esto webster, mi padre es oficial y...

―sí, sí, sí. entendido. tu padre es oficial y tu eres tan patético como él.―leah se acercó a henry, demasiado a decir verdad.―así que... ¿por que no te vas a chuparle las pelotas? ya sabes, lo que usualmente haces. recuerda, tu padre es oficial pero el mío le dio el empleo, así que, aleja tu asqueroso trasero de aquí bowers o ya sabremos que pasará con el empleo de tu querido padre.―henry gruño, resistiendo las ganas de golpearla, así que la empujó un poco para luego encaminarse hacia bill, quien ahora había tomado una posición defensiva.

―tienes suerte de que tu novia venga de gran familia, denbrough.―escupió henry con furia.―la muerte de tu hermano te dio pase libre este año, pero haré un infierno para ti este verano. a ti y a tus amigos maricas.―una sonrisa macabra salió de los labios de henry, como si se le hubiera ocurrido la mejor idea en toda su ridícula vida.―pero sobre todo, el infierno caerá en tu patética novia.―y henry se fue de ahí, dejando a bill con la palabra en la boca y unas grandes ganas de golpearlo.

―tengo que admitir que... tu chica es una fiera, billie boy, ¿me la prestas?―richie rompió el silencio incómodo que se había formado apenas henry se fue.

―maldito idiota que cree que puede meterse con cualquiera.―siseó leah caminando hasta bill, quien rápidamente la abrazó.

―¿todo bien, leah?―preguntó eddie.

―perfectamente, eds.

―n-no debiste hacer e-eso, leah.―murmuró bill, aún abrazandola.

―y tú no debiste retarlo, idiota. ese chico está loco, podría matar a un gatito solo por diversión.

―pudo hacerte d-daño, l-leah.

―pero no lo hizo, estoy bien, ¿ves?

―ya, basta.―interrumpió richie.―demasiada miel por hoy, mas tarde podrán pasar saliva y demás cosas, ¿bien?.

―cállate, richie, sólo callate.―interrumpió eddie.