Salgo de la habitación y descubro a Uriel, de pie en el pasillo, observando las fotos colgadas en la pared igual que las personas lo hacen con las pinturas en los museos.
-Nao ¿Tú tomaste estas fotos? -
-Ajá-
-Son geniales. ¿Qué carrera estudiaste?
-Soy licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas.Deja de contemplar las fotografías y voltea a mirarme, con la misma duda que surge en los ojos de todos los que escuchan el nombre de mi carrera. Y aquí va la pregunta de por qué no estudié Artes, damas y caballeros.
-Yo pensaba que eras psicóloga-
¿Qué?
-¡¿Psicóloga?!- no puedo evitar soltar una carcajada y reír unos segundos.
-Para nada. ¿Qué te hizo pensar eso?
-No lo sé, inspiras confianza y pareces que eres una de esas chicas que están dispuestas a escuchar los problemas de los demás.En los labios de Uriel se forma una curva que asemeja a una sonrisa de vergüenza, como si estuviera apenado por haberse dejado llevar por lo que vio en un primer plano. Nunca antes me habían sonreído así, de una manera tan... Humana.
-Vamos a... Vamos a hacer lo que sea. ¿Te parece bien?- suelto de pronto.
Sonríe de nuevo.
-"Lo que sea" suena perfecto.
-Bien, iré por una chamarra. Espérame aquí.Entre todo mi desastre de ropa, encuentro una chamarra negra de cuero y me la coloco. Al salir del departamento, puedo ver a la señora Ana y a su hija espiar desde la ventana y haciendo de nuevo la señal de aprobación. Ojalá pudiera decirles que solo estoy saliendo con un ¿Amigo?. No sé si ese sea el término correcto para Uriel, considerando que apenas lo conocí.
-¿A dónde vamos, Nao? ¿Quieres cenar?
Niego con la cabeza.
-¿Al cine? No se me ocurren muchos lugares a donde podamos ir vestidos así.
Por un momento olvidé que parecemos muñecos de pastel de quinceañera. ¿Por qué me puse vestido? Las piernas se me están congelando.
-¿Te gusta el boliche?-
-Ah supongo. Aunque no soy muy bueno
-A veces el chiste consiste en derribar tus problemas con algo pesado y sin lastimar a alguien.
-Eso suena interesante. Quiero intentarlo.Caminando por la banqueta,llegamos hasta un viejo Ikon plateado, Uriel se acerca a la puerta del copiloto, la abre y se va hacia el lado del conductor. Subo y una vez dentro, pongo la chamarra en mis piernas para calentarlas un poco. Uriel me da una sudadera un poco grande.
-Mejor cúbrelas con esto, es más cálida que tu chamarra-
Sonrío y él me devuelve el gesto, y en ese preciso momento, su teléfono suena.
-¿Bueno? Ah. Hola, Jules ¿Qué onda, wey? Estoy con Nao, vamos a jugar boliche. Ah no sé a cuál, déjame preguntar- tapa el micrófono y se dirige a mí- Es Julio quiere saber a qué boliche vamos.
-El que está en la esquina de Insurgentes y Montevideo.
-Insurgentes y Montevideo, wey. Sí, allá nos vemos.Él arranca el carro y enciende la radio.
-¿Te importa si pongo una estación?
-No, Nao. Pon lo que quieras.Busco Alfa y no puedo evitar sonreír cuando escucho que está la canción de Louis Tomlinson, Back to you. De reojo, veo que Uriel aprieta los nudillos y se tensa un poco.
-¿Todo bien?-pregunto
-Sí, es solo que odio a ese cantante.
-¿Por qué? Digo... No lo defiendo, pero me da curiosidad. Y amo esa canción.El trayecto continúa sin que uno de los dos diga otra palabra. Él viene concentrado en el camino y yo, en las luces de las calles, departamentos y espectaculares. Me maravilla ver la belleza estética que se expone en la vida diaria. A cada paso hay un ángulo diferente desde donde lo que observas, siempre está cambiando, aunque no puedas notarlo tan fácil.
-Mi ex me dejó por un imbécil que se parece a Louis Tomlinson-
De inmediato volteo hacia Uriel, con los ojos abiertos como plato de lo sorprendida que estoy. Ese sujeto tuvo que ser realmente guapo.
-El que ella te haya cambiado por un sujeto que se parece a Louis no es motivo para odiar al cantante. Es sólo una mala coincidencia.
-El imbécil es mi hermano.Mierda. Necesito cambiar de tema. ¡Ya!
-No me has dicho por qué traes un traje puesto.
Uriel suelta un gran suspiro y se detiene ante la luz roja del semáforo.
-¿Te molesta si enciendo un cigarro? Lo necesito
Otro wey que contamina sus pulmones y los míos.
-Ah no, adelante.
Pone el cigarro en sus labios y lo prende, da una calada y expulsa el humo por la ventana.
-Mi hermano organizó hoy una cena familiar y nos pidió que vistiéramos elegantes. Antes de servir la comida, el bastardo se hincó y le propuso matrimonio a Jessica. Resulta que era su cena de compromiso.
Mierda, mierda, mierda.
¿Debo seguir preguntando o mejor me callo ya?
El teléfono suena una vez más y estoy salvada por su dulce timbre. Esta vez es Alan, que se enteró de nuestra salida improvisada gracias a Julio. Seguimos el camino hasta llegar al lugar. Uriel estaciona el carro en una calle cerca de ahí y caminamos hacia el boliche. Arriba, nos esperan Julio, Ed y Alan.-¿A dónde fueron vestidos así, loquillos? - pregunta Julio.
-Es secreto - respondo y al mismo tiempo le sonrío.Caminamos a la mesa, la cual ya tiene una cubeta de cervezas y una botana. Uriel y yo pedimos un par de zapatos para cada uno. Yo soy la última en tener el turno para tirar así que tomo una cerveza mientras veo como lanzan.
-¿Y ese vestido? - dice una voz en mi oído que me hace saltar.
-¡No jodas, Mat! No me asustes así.
-Perdón, Nao. Pero me dio curiosidad verte vestida así para jugar boliche.
-Es para que Uriel no esté con ese traje solo.
-Qué buena amiga. Si yo me quedo desnudo ¿Harás lo mismo por mí?
-Sí- respondo retadora y paso para echar mi tiro.Parece que esta será una noche larga.
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Sunset Roll
RomanceSi todas las personas fueran lo que en apariencia son ¿Qué pasaría?