6.Sólo él...

14 0 0
                                    

Mike Gregori era mi mejor amigo. Siempre atento, valiente, paciente, bromista, inquieto, inteligente, un poco raro, apuesto, dramático, tierno y apasionado; en conclusión, el chico con el que soñaba. Su piel suave y blanca, sus ojos grandes y brillantes color azul noche, su cabello castaño
desordenado, algo que le hacía ver rudo y lindo a la ves. Le encantaba la literatura al igual que yo, lo cuál era reconfortante, pues siempre teníamos algo de que hablar. A pesar de tener gustos casi diferentes, nos entendemos bien, creo que es así porque somos mejores amigos desde los cuatro años. Melie Brown le decía "Chico higiene", la razón era muy clara si conocías bien a Mike... Él tiene cierto nerviosismo al tratar temas asquerosos, y su reacción es un poco graciosa. Bueno, no mentiré en eso; su reacción es demasiado chistosa. Nunca en mi vida tuve la oportunidad de decirle que mis gatos asesinaron, literalmente, a "Chesie", un hámster que Mike quería mucho. Él me encargó cuidarlo por tres días, porque tenía asuntos pendientes con su familia. Y, a pesar de ser mi mejor amigo, no me contó que pasaba entre ellos. Por eso mismo no sabía cómo ayudarlo; él siempre estaba ahí para mi, en tiempos buenos y malos. Así que decidí aceptar su petición. El pobre hámster no duró más de un día en mi casa, porque yo era torpe y además, tenía dos gatos (Lindos, pero de instinto cazador, como todos los mininos). Ellos se encargaron de la muerte de Chesie. Al día siguiente, mi sala era un desastre: sangre y huellas, que delataron a los asesinos. Pasé todo el día pensando en una excusa, como le diría a Mike lo sucedido...
Lo que le expliqué cuando llegó fue absurdo "El hámster se escapó apenas abrí la puerta". La suerte estaba de mi lado, pues el se creyó eso. Volviendo al tema, Mike me gusta desde la infancia, por ende no me he enamorado de otro chico, sólo existía él para mi corazón. Aunque, cuando Christopher Dreus entró al instituto en el que yo cursaba los estudios con mis amigos, todo cambió.

[...]

— Entonces, ¿me acompañas al baile, Elis?
— ¿Qué? Ah... Lo siento Mike, pero ya tengo pareja, nada más y nada menos que Dreus. Que irónico, ¿no?.
— Oh, si... No hay problema, sólo ten cuidado, ese tipo no me agrada en absoluto...
— Bueno, no pedí tu opinión Mike, yo... Me tengo que ir, nos vemos...
Di la media vuelta, dejando a Mike con pensamientos confusos. El baile era esa noche, y tenía que arreglarme. Me arrepentí de ir con Christopher, él solo estaba interesado en darse placer a si mismo, y utilizarme para cumplir sus más lujuriosos deseos. Me maldije, y Mike estaba a mi lado, como siempre. Quería estar sola, pero su compañía era cálida y me quedé con él.
— Gracias por ayudarme, Mike– susurré entre lágrimas– tú no me dejas, a pesar de las cosas que hago y como te correspondo...
Me miró con seguridad para luego interrumpirme. Tomó mi mano, y yo solo especté incrédula.
— Shh, no te preocupes Elis, yo estaré ahí para ti cuando más lo necesites.
Me aferré a sus brazos y lo que dijo aquella noche me sorprende hasta ahora.
— Elisa, te he querido decir lo que siento desde hace mucho, y creo que éste momento es el adecuado... No importa la respuesta, solo te aclararé, que me gustas de una manera especial.
Mike estaba sudando frío, y parecía estar paralizado, esperando una respuesta.
Me quedé mirándolo un buen rato, para luego decirle que yo también sentía lo mismo. Es la mejor decisión que he tomado en mi existencia.
"Mike, no pienso dejarte por nada del mundo".
Pero el destino y las circunstancias que emanan de él mismo muchas veces no dejan que seas feliz, porque nada es perfecto y ahora, Mike ya no está en este mundo... Sólo existe en mi corazón y prometí siempre recordarlo, aunque se que eso me hace daño...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 01, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La vida de ElisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora