Love Bakugou Katsuki

Childhood

(Dekubaku/katsudeku)

Bakugou es un alumno un tanto controversial. Los profesores no saben si deben mimarlo o regañarlo. El niño es demasiado inteligente, extrovertido y con un Quirk extraordinario; sin embargo su carácter volátil y su actitud, muchas veces agresiva y grosera con sus compañeros, lo hacen merecedor de reprimendas que algunos maestros evitan por culpa de su predilección al niño.

En contraparte se encuentra Midoriya. Es una completa dulzura de suaves mejillas pecosas, un pequeño de noble corazón y de actitud tímida, quizás un tanto retraída. A pesar de su tierno carácter e inocencia la mayoría lo desplaza, lo abandonan. Todo por ser un Quirkless.

Bakugou Katsuki es el centro de atención mientras que Izuku Midoriya se encuentra en las sombras, olvidado incluso por aquellos que deben cuidarle en el recinto académico.

- Muévete nerd- dijo Katsuki quien, al igual que los otros niños, estaba ingresando en el salón, aprovechando el momento para empujar a Izuku con su hombro.

- Si...kacchan- Izuku se hizo a un lado, dándole espacio a Katsuki para que entrara al aula; al ser tan tímido no pudo reclamarle al rubio por el empujón que casi lo tumba de cara al piso. Escuchó como el ojirubí se burlaba de su forma de actuar y cabizbajo caminó hasta su pupitre, se sentó escondiendo su cabeza entre sus brazos en la mesa, observando de reojo al causante de sus problemas en la escuela.

Bakugou es popular, se ríe fuertemente con su grupo de amigos y llama la atención en el pequeño salón, incluso les gusta a las niñas, ellas dicen que Katsuki es el más lindo.

Izuku no entiende el porqué de su actitud, ha cambiado tanto, por lo menos con él. Antes Katsuki era su héroe, lo salvaba de los alumnos de años superiores que se empeñaban en hacer de su vida escolar un infierno. Ahora Katsuki también es uno de sus agresores.

Pero Izuku no puede dejar de mirarle con admiración, bakugou es fuerte, es valiente, arriesgado, todo lo que Midoriya aspira a ser algún día. Los ojos del pecoso se iluminan adorablemente cada vez que ve al rubio hacer algo increíble.

Y aprovecha al máximo esos momentos en lo que se queda a solas con el que antes fue su mejor amigo; esos momentos en los que el cenizo, por escasos segundos, vuelve a tratarlo como lo hacía antes.

Repentinamente la maestra y su asistente entraron al salón callando sutilmente a los revoltosos niños que tenían el fin de semana sin verse. Los alumnos se sentaron en sus puestos y dejaron la charla de lo que habían hecho el domingo para después, a la hora del recreo.

- Buenos días niños. Espero que hayan descansado y hayan tenido un bonito fin de semana; antes de que inicie el recreo voy a recoger la tarea que les deje pendiente el día viernes- decía la maestra guiñando un ojo; la joven mujer es delgada de baja estatura y sonrisa amable.- Hoy vamos a practicar la lectura.- se dio la vuelta y copió la asignación y la fecha en el pizarrón mientras que su asistente les repartía a cada niño un cuento infantil.- tomen el cuento y díganme ¿Cuál les toco? Levanten la mano por favor.

- ¡Peter Pan!- exclamo feliz Katsuki, levantando la mano enérgicamente, haciendo sonreír con dulzura a la maestra, después de todo es su alumno favorito.

- La bella durmiente- una niña de preciosa cabellera pelirroja estiró su brazo con una sonrisa tímida, feliz por que la bella durmiente es su princesa favorita.

- Ah...pinocho...- dijo un niño de cabellos castaños y nariz un tanto alargada, causando burlas entre los demás en la clase. Al niño de nariz alargada tampoco le gusta el cuento pues sus padres se lo leen constantemente para evitar que mienta.