Love Bakugou Katsuki

Red

Efectivos de la policía encuentran el cuerpo sin vida de Uraraka Ochako luego de que esta permaneciese dos semanas desaparecida.

Fuentes oficiales informan que la joven estudiante fue hallada en horas de la noche, en las Zonas profundas de Kabukicho, Shinjuku.

El director del cuerpo de policía asegura que es obra de un nuevo asesino en serie, al que los cuerpos policiales han apodado como el asesino de las rosas.

En el lugar de los hechos nuestra reportera nos ampliará los deta...

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Hay un asesino en serie deambulando por las calles de Tokio, con una particular forma de matar y una interesante ideología.

Siempre que actúa deja una rosa atorada en la garganta de la persona, haciendo que la flor sobresalga de entre los belfos ajenos, atorando el tallo con espinas en la garganta y realizando un corte horizontal en la parte frontal del cuello para que el tallo de la flor salga por esa abertura. Una divertida alusión a un anzuelo. Una alusión a la caza.

Los efectivos policiales no tienen idea de por dónde empezar. En el cuerpo de uraraka se pueden apreciar múltiples heridas realizadas con un arma blanca; pero no hay huellas dactilares. Saben que fue secuestrada durante dos semanas; pero su ropa no da indicios del lugar al que fue llevada. Algunos vecinos de la localidad dicen haber visto una sombra negra descender de un auto blanco durante la noche; pero el suceso ocurrió tan rápido que no pudieron notar la marca o la matricula del automóvil.

Toda la población japonesa se encuentra sorprendida. A raíz de este evento los jóvenes tienen más cuidado del lugar y la hora en la que transitan y los medios de comunicación no dejan de trasmitir la noticia.

Todoroki la escuchó en la radio cuando sacaba cuidadosamente el auto de su hermana, usándolo sin su consentimiento. Esta no sería la última vez...

Midoriya vio de reojo el reportaje mientras era trasmitido en la televisión de su sala, aprovechando que su madre estaba distraída para poder guardar los utensilios y cuchillos en un lugar especial.

Kirishima leyó la premisa gracias a un familiar que la había compartido en Facebook, utilizando ese breve instante para descansar pues llevaba todo el día limpiando las manchas del piso que había en el sótano de su casa.

Bakugou la escuchó mientras sus compañeras cuchicheaban en el bar en el que trabajaba. Se encontraba limpiando unos recipientes de vidrio con un trapo cuando empezaron a hablar temerosas del nuevo suceso. A esa hora ya no quedaba mucha gente y los que se mantenían en el lugar no estaban específicamente concientes por lo que los trabajadores se daban un tiempo para descansar.

-Bakugou-kun... nosotras nos preguntábamos, si podrías acompañarnos hasta la estación de metro... si pudieras, ¡Por favor!- decía temerosa una pelinegra que llevaba más tiempo que él trabajando en el bar.

—¿Ah? ¿Y yo por qué?- dejo el vaso en la estantería y se disponía a irse a los vestidores para quitarse el chaleco negro y buscar su suéter verde militar.

—Porque... tu aura da miedo...-dijo moviendo los dedos, nerviosa, mirando a sus pies. Bakugou solo frunció mas su ceño sintiéndose repentinamente molesto por ser utilizado, ninguna de esas inútiles le dirigía la palabra durante el trabajo y ahora pretendían que hiciera de escolta- ¡Por favor, estamos asustadas!... Es muy tarde y hay un asesino suelto por ahí. Bakugou-kun, es solo por hoy. Nosotras ya buscaremos una forma de llegar a nuestras casas a salvo, o lo hablaremos con el jefe. Es solo hoy, por favor ¿sí?- finalizo con una mueca de piedad implantada en su rostro.