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La mañana amaneció fría con un roció en las aceras ,  con un cielo muy negro que amenazaba con una tormenta,  mii despacho se encontraba vacío de gente , se podia observar los puestos de compañeros y sus sitios vacíos y silenciosos, mi pensamiento se intentaba centrar en el documento que estaba redactando para poder entregarlo a tiempo en el juzgado, pero cada palabra que escribía se me atoraba y mostraba su resignación para salir de mi cabeza, mi cafe se mostraba aun muy caliente para ser bebido lo cual me fastidiaba la madrugada pues mis párpados se mostraban ciertamente algo pegados entre si .
Observe mi rostro y descubrí que tenia una barba ya crecida de unos cuantos dias sin afeitar, en mis ojos asomaban unas ojeras bastantes grandes que no había forma de esconder, pero bueno que iba ha hacer. 
Conforme pasaban los minutos se empezaron a oír pasos de mis compañeros entrando dormidos al despacho y eso mostraba que mi tiempo se había agotado para salir corriendo para entregar el maldito documento, así que no había mucho tiempo del cual disponer. Para poder irme.
La gente en los juzgados se mostraba lenta y aburrida como siempre, en la cual esta situación hacia que mis nervios se alteraran y mostraban su peor version. Tarde 1 hora en poder entregar el papel y otra hora en que el hombre lo sellara y lo enviara, lo cual mi mañana ya se había ido un poco al garete, eso supondría que tendría que correr de lado a lado como un loco.
Al llegar la tarde mi cuerpo se encontraba tan cansado que me dolía hasta respirar, me encontraba agotado de todo el trabajo que había tenido que hacer.  Y ahora me quedaba la comida de empresa donde teníamos que estar todos sin excepción así que me cambie y me dirigí hacia el restaurante en el cual habíamos quedado, todo mi bufet se encontraba en un conjuntos de mesas unidas para que todos pudiéramos entrar, busque mi sitio y animosamente inicie la conversación, pero al mirar hacia el lado derecho hacia el ventanal, la vi.
La vi con un hermoso vestido gris claro de estilo griego que mostraba y acentuaba cada parte de su cuerpo , el pelo se lo había recogido en un moño alto  con unos rizos callándole delicadamente sobre su rostro, me sorprendió verla, pero lo que mas me sorprendió fue verla con esa compañía.
Un hombre con traje y aparentaba tener unos 27 años como mucho, tenia la cara seria y una mirada intrigante. En cambio ella lo miraba con esos ojos de felicidad que hacia tanto que no veía, tenia una sonrisa en su rostro que mostraba una felicidad deslumbrante.
Algo en el alma se partió algo no encajaba no lo entendía, como y por que el destino había decidido que en ese restaurante tenia que encontrala y sobretodo por que tenia que sonreír de esa manera que yo había perdido hacia tanto. Mi visión se vio  interrumpida por una camarera preguntándome que deseaba beber, pero al volver a verla, toda expresión de felicidad de su rostro había desaparecido y solo mostraba una mirada con  cierta añoranza, mostraba su rostro perfectamente bello pero con esa frialdad tan característica de ella.
No quise obsérvala mas y me centre en mi comida pero  de vez en cuando mi mirada se desviaba hacia ella.
La comida termino y nos levantamos todos con la intención de volver a nuestros trabajos y ella realizo el mismo movimiento alejándose se la mesa y en dirección a la puerta , me adelante pero no llege a tiempo ya se encontraba entrando a un taxi y cuando quise ir hacia ella el taxi se fue así que me encamine hacia mi despacho y encerrándome en el , lo que quedaba de tarde.

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