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Como decir que tu respuesta tardo, me observabas como quien ve  por primera vez a una persona.
No tardaste en saludar con un –Hola- no hubo ningún tono raro, ni sorprendido, era como si tu estuvieras esperando a que yo apareciese .
La conversación no fue muy larga puesto que tu te excusaste con un simple ( me tengo que ir). No quise retenerte, alómenos  tendría que haberte retenido, pero eso no era propio de mi .
Me levante y con un paso pesado me dirigí hacia la barra donde me esperaba mi padre con el cafe preparado para que yo me lo tomara, no hizo ninguna pregunta por lo que había pasado, lo cual agradecí.  La noche no tardo en aparecer y como un  aviso el frío empezó a sentirse en los huesos, erizando mi piel.
Al dia siguiente intente ir a verte, pero nuevamente que llegue tu ya no te encontrabas y nadie sabia donde estabas, habías aparecido como un fantasma rondando mi persona y alterando mi pensamiento. No había que ser muy inteligente para saber que tu no volverías a aparecer si no querías aparecer, y yo dudaba que quisieses aparecer y realmente no te culpaba por ello.
Con tiempo suficiente volví a la cuidad y me volví a centrar en mi trabajo, intente que mi cabeza no diera mas vueltas con tu rostro por medio.
Y de la misma manera que apareciste y irrumpiste trayendo mil recuerdos a mi mente te habías ido y solo me quedaba enterrar nuevamente tu recuerdo.
¿Quien seria capaz de encontrarte en un mundo tan amplio?  Yo creo que mi persona no te buscaría, no atravesaría nuevamente océanos para no encontrarte no buscaría un abuja en un pajal, no había motivo por el cual perseguirte.
En mi mente volvió a aparecer esa frase tan típica tuya ( si tiene que ser sera) con eso me quede como una esperanza que indicaba que mi corazon no siempre se quedaría en esa caverna oculto.
Con el dia tocando a su fin con el pensamiento de ella y por la ventana entrando un sol como el fuego , me quería despedir del  dia, no debería alargarse mas no había por que, pero era ese sol el que me mantenía mirando por la ventana me tenia esperanzado, pero poco a poco se fue  ocultando dando paso a la noche que te quita todo esperanza  que te da un frío con el cual tienes que convivir esa noche, te encuentras con tus monstruos, esos que te muestran todos tus miedos y se ríen de ti, pero esa noche no esa noche solo obtuve un cálido recuerdo: una tarde junto al mar con una risa encantadora, una arena suave como la seda y una brisa cálida.
Fue un regalo de algún angel compasivo fue un descanso  en medio de una tormenta, fue mi reposo mas ansiado, pero que prometía mas dolor al dia siguiente, pintaba un futuro muy embravecido. Pero yo no llegaría hasta esa conclusion hasta que no hubiera pasado la tormenta, en ese momento me encontraba plácidamente tumbado en mi cama con un sueño que me prometía el cielo.

TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora