♦️capitulo 4♦️

1K 73 10
                                    

Holaa voy a hacer una introducción corta, solo quería agradecerlas por la paciencia en mis actualizaciones y por sus comentarios positivos ademas de sus votos, los adoro a todos.

(T/n) POV

Al asomar la mirada al gran salon, se encontraban todos los príncipes y decenas de invitados, sin mencionar los cien sirvientes temerosos de los aristócratas quienes los trataban con desprecio, te dio una pizca de lastima pero desgraciadamente el destino no te había puesto en una posición de poder hacer algo al respecto, por ahora debías concentrarte en el bien de tu legado y de tu familia, antes de entrar a la vista de todos te pusiste derecha y diste un largo suspiro, al hacerlo varias personas te admiraron, las mujeres te miraban con recelo y rabia, mientras que los hombres te desnudaban con sus ojos, pero no era nada a lo que no estuvieras acostumbrada, después de todo tu belleza era algo de lo que alardear, corriste tu mirada para Zirah, pero te sorprendiste cuando esta ya no estaba a tu lado, la buscaste algo preocupada y reíste al verla muy sonrojada hablando con el principe Hakuryuu, seguiste tu camino con un pequeño sentimiento de envidia a tu amiga quien tenia el poder de elegir con quien se casaría, o por lo menos de estar con alguien a quien amase.

Estabas tan absorta en tus pensamientos que de repente te chocaste con alguien levemente, levantaste tu mirada (c/d/o), y te encontraste con esa mirada carmín que te atraía tanto como te inquietaba, "hey!, oh tu de nuevo, creo que esto de chocarnos se esta volviendo una costumbre", dijo Judal con una sonrisa ladina en su rostro, mientras te examinaba lentamente, como si de un gato con su juguete se tratara te hubiera gustado maldecirlo pero como siempre su estatus te lo impedia, "lo siento oráculo-sama,...por supuesto que no se hará una costumbre, de nuevo ruego por su perdón", dijiste de la forma mas cortes que podías en ese momento, el pelinegro solo te observo atentamente cuando terminaste de hablar la expresión de este era seria, y se acerco peligrosamente a ti para susurrarte algo, "sabes...aceptaría tu disculpa si de verdad estarías arrepentida, tal vez engañas a todos con tu sonrisa y tus palabras sofisticadas, pero yo se que odias a todos y cada uno de los presentes aquí, a mi y a los príncipes incluidos, sin embargo aquí estas, poniéndote una mascara y siendo amable con ellos", te quedaste helada por la declaración del ojicarmín que era terroríficamente acertada, querías largarte de ahi en ese instante, antes de que viera en ti algo de lo que te arrepentirías, ademas que su carmín mirada no paraba de intimidarte, sentías que sus ojos podían ver directamente a tu alma, "yo no se de que habla, ahora si me disculpa me tengo que retirar", lo empujaste levemente y caminaste solo unos pasos entre la multitud pero una mano tomo tu muñeca con fuerza, haciéndote volver para atrás, supiste al instante que se trataba de Judal, con brutes el te trajo hacia el, obligándote a golpear contra su pecho y abdomen, y quedar pegada a el, para no golpearte la cara con su pecho con tu mano libre tocaste su abdomen, te sonrojaste al sentir la calidez de su vientre desnudo, trataste de alejarlo pero este tomo tu cintura pegándote mas a el, subiste tu mirada para protestarle pero no fue la mejor idea ya que, tu rostro y el de él solo estaban a solo milímetros de distancia, los dos estaban en una posición bastante prometedora, ademas de con un leve movimiento el podría sin problema alguno besarte, luchaste para que te soltara, tratando de no gritar para llamar la atención, mientras el solo te admiraba disfrutando tu furia, "...por favor suélteme", casi suplicaste, pero solo tuviste una risita engreída como respuesta, "no tienes porque fingir conmigo, puedo verlo eres una mujer fuerte, humana pero fuerte, me gustan las mujeres así, vamos (T/n) !, solo acompáñame y te hare olvidar todas tus molestias", dijo seductivamente el pelinegro, sabias que todo en ese hombre gritaba peligro, pero no podías negar el sentimiento de atracción que sentías hacia el, aflojaste tus músculos y dejaste de hacer fuerza para liberarte, "en serio crees que soy una mujer fuerte?", dijiste algo inocente e incrédula, Judal aflojo un poco tu agarre y sonrío complacido, "claro que si, tienes carácter cariño, he visto a emperadores con mucho menos", sonreíste encantadoramente por su halago, te acercaste lentamente hacia su oído y le susurraste, "...entonces si soy tan fuerte como dices no tengo nada que hacer con un cretino como tu", te soltaste de su agarre aprovechando su sorpresa, caminaste rápidamente casi corriendo entre la ruidosa multitud, llegaste a la mesa donde servían los bocadillos, tomaste algo se aire y miraste al suelo pero al levantar tus ojos podías verlo allí de nuevo delante tuyo, pero con un fuego ardiente en su mirada, estaba hirviendo de ira y no era muy difícil de notarlo, estaba decidido a acercarse mas hacia ti pero una milagrosa voz te ayudo, "señorita (T/n), un placer verla", con el corazón en la garganta, volteaste tu cabeza para visualizar al príncipe Kouen, este miro a Judal con duda, "interrumpo algo?", el pelinegro iba a responder pero tu te adelantaste a el, "por supuesto que no principe, un placer volver a verlo también", dijiste tomando toda la calma que te quedaba en ese momento, y dando una exagerada reverencia mostrando tu gran respeto y sumisión hacia el, este sonrío complacido, "en ese caso te molestaría acompañarme a cenar?", no podías creerlo el futuro emperador te estaba pidiendo que cenaras con el, en los festines especialmente el invitado de honor come con su gente de confianza o familia, "seria un honor principe, pero no quisiera de que se sienta obligado, debe estar cansado por su viaje, puede cenar con sus generales o hermanos si lo desea", dijiste amablemente tratando de parecer lo mas humilde posible, "seria mi placer que me acompañase, por favor insisto", obviamente no podías decirle que no al futuro emperador, pero le diste una mirada al pelinegro quien refunfuñaba y miraba con odio a Kouen por haberlo interrumpido, sabias que ser un sacerdote era un estatus alto pero ser un principe y mas importante el heredero, lo superaba en muchos sentidos, son satisfacción, sonreíste mirando a Kouen, "seria un completo honor, su alteza", hiciste otra reverencia, el pelirrojo sonrío y asintió, para luego empezar a caminar haciéndote una seña para que lo siguieras, y eso fue lo que hiciste no sin antes darle una mirada maliciosa a Judal, sabias que estar en su contra te traería problemas, pero tu orgullo superaba su razón, reíste y celebraste internamente, cuando pudiste ver a Judal retirándose largando humos y refunfuñando maldiciones.

♦️Cincuenta sombras de Judal♦️ (judal x reader/lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora