Que la persona que más odias en el mundo no se separe de ti y que ahora mismo te esté abrazando es horrible.
Justamente eso es lo que le está sucediendo a Mark en este momento.
El aroma de Donghyuck lo estaba haciendo sentir mareado. ¿Quién se creía para abrazarlo así de la nada?
—Me cansé, le diré a la profesora que me cambie de asiento —dijo Mark, levantandose de la silla—. Ya no soporto estar contigo —gruñó.
—¡No, no! —Se levantó igualmente—. No deberíamos molestarla con algo así. —Agitó sus manos de izquierda a derecha.
Minhyung revolvió su cabello tomando asiento nuevamente. No había pasado mucho tiempo desde que era la hora de receso, como ya era de costumbre él se quedó dentro del salón y Donghyuck se quedó haciéndole compañía.
Mark prefería quedarse en el salón leyendo o haciendo garabatos en un cuaderno que salir a divertirse con sus demás compañeros.
A primera vista parece ser alguien de poco amigos ya que nunca se le ve conviviendo con ellos, pero es todo lo contrario; está rodeado de amigos, solamemte le gusta tener un tiempo para él mismo de vez en cuando.
Y eso al parecer Donghyuck no lo quería entender.
—Mark, ¿por qué no te agrado?
—¿En serio preguntas? Que idiota... —Rodó los ojos.
—Pero al menos dime. —Hizo un puchero.
—El año pasado. Arruinaste mi confesión, ¿sabes lo que es estar enamorado de alguien por dos años y cuando al fin decides decirle lo que sientes un imbécil lo arruine? —dijo, con una risa sarcástica—. Seguro no lo entiendes.
—Oh sí... Lo entiendo ¡claro que lo entiendo! ¿Crees que eres el único que ha sufrido por un amor? Yo he estado enamorado de alguien por ocho años, ¡ocho! —Sus ojos se volvían llorosos—. No he podido decirle lo que siento y cuando estuve a punto de hacerlo lo encuentro declarándose a otra persona. Ahora... Mi persona favorita me odia.
Donghyuck caminó hasta la puerta y se detuvo en el umbral.
—Creo que fui muy obvio, ¿no? —Arqueó una ceja y, otra vez como hace un año atrás dejó a Mark solo.
—Te odio...