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-Mark hyung, ¿quieres un gato? -preguntó Jeno con ojos sonrientes.

-¿Un gato?

-Sí, le estoy ayudando a Renjun a regalarlos.

-Mi gata tuvo gatitos la semana pasada y no puedo quedármelos. -Se unió Renjun a la conversación con un puchero. -¿No quieres uno? -Lo miró con ojos tristes.

-No puedo... -Mark se sintió culpable.

-Oh, no hay problema hyung. -Sonrió.

Jeno vio pasar a Donghyuck. -Donghyuck, ¿quieres un gato?

A Minhyung le dolió la cabeza al escuchar ese nombre. Donghyuck se acercó a ellos.

-Claro -aceptó sin pensarlo dos veces.

-¿¡En serio!? -A Jeno le brillaron los ojos. -Gracias, gracias. Ahora Renjun sabrá que está en buenas manos.

El más alto de los cuatro se lanzó a los brazos de Donghyuck.

El moreno palmeó la espalda de Jeno.

-¿Puedes ir hoy a mi casa para que elijas uno al termino de clases? -le preguntó Renjun.

-Sí. -Sonrió emocionado.

-¿Puedo ir? -habló rápidamente Minhyung.

Jeno y Renjun se miraron con una sonrisa.

-Claro -respondió el rubio.

. . .

A la salida los cuatro chicos se reunieron para irse.

Mientras caminaban Donghyuck comenzó a dar pasos más lentos que el resto y unos segundos después se detuvo, tocó sus bolsillos desesperadamente.

Los demás giraron para ver que le ocurría.

-¡Mi celular! -exclamó Hyuck y corrió para ir a buscar el aparato.

-¿Es en serio, cómo alguien puede ser tan idiota? -dijo Mark enojado.

-Ya habíamos avanzado bastante para llegar a mi casa... Hyung, Jeno y yo nos adelantaremos. -Renjun se llevó a rastras al menor y desaparecieron de inmediato.

-¿Por qué yo tengo que esperarlo? -protestó Mark.

El canadiense suspiró y con la mirada buscó un lugar para sentarse. Para su suerte, atrás suyo había unas murallas, no eran de gran altura así que eran perfectas para esperar ahí.

Mark miró la hora en su celular por quinta vez, habían pasado diez minutos y Donghyuck aún no volvía.

-No me queda de otra, tendré que ir a buscarlo -habló para sí mismo.

Durante todo el camino fue pateando una piedra hasta que llegó.

La figura de Donghyuck se asomó por el portón del establecimiento.

-¿Qué haces aquí? -Se acercó demasiado al mayor. -.¿Me estabas esperando?

-Me parece que no conoces algo llamado espacio personal. -Puso su mano en la cara de Donghyuck para alejarlo. -Y sí, te estaba esperando.

El menor se sonrojó y le dedicó una sonrisa que mostraba todos sus dientes. Cruzó su brazo con el de Mark.

-No hagas eso, suéltame.

-Nunca. -Apretó aún más el brazo.

Mark suspiró y rodó los ojos. Sabía que el menor era terco y no le haría caso. Tendría que ir todo el camino soportándolo.

. . .

-¡Renjun! -Donghyuck gritaba con su aguda voz para que el llamado saliera de su casa, pero nada.

-¿Qué le pasa?

-De seguro Jeno le está haciendo algo -dijo Donghyuck con toda la normalidad.

Hasta que al fin la puerta se abrió. Dejando ver a un Renjun despeinado.

-Hasta que decides abrirnos -le dijo el moreno.

-Lo siento, pasen.

El rubio los condujo hasta el patio de su casa, ahí se encontraban los gatitos acurrucados junto con su madre.

También estaba con los gatitos Jeno, quien se dedicaba a sólo acariciar a los pequeños animales.

Donghyuck se arrodilló, acercó su mano a uno de los gatos y este con las pocas fuerzas que tenía le mordió un dedo.

Hyuck rió y lo tomó entre sus manos. -Me gusta este. Mark mira -caminó hacia el canadiense.

Minhyung tomó el animal y le acarició la cabeza. Sonrió tiernamente.

El moreno prefería ver a Mark, esa sonrisa lo hizo ruborizarse. Al igual que el mayor acarició al gatito.

-Jeno míralos, son como padres con su hijo recién nacido -murmulló Renjun sacudiendo al otro.

Donghyuck al escuchar eso soltó una risa suave. Mark lo miró extrañado.

-¿De qué te ríes?

-N-nada. Bueno Renjun yo ya me voy.

-Oh, está bien.

-Hyuck yo me voy contigo -dijo Jeno. Cargó su cabeza en el hombro del anterior nombrado.

Minhyung con su otra mano libre empujó a Jeno, se había pasado un poco con su fuerza.

-Vaya, creo que ya deberían irse... -dijo nervioso Renjun al ver eso. -Jaeno no seas así con Donghyuck.

Renjun y Mark acompañaron a los otros hasta la puerta para luego verlos como caminaban juntos a sus hogares.

De la nada se escuchó un sollozo.

-¿H-hyung?

Mark estaba llorando

-¿¡Hyung por qué lloras!?

-No quiero que se lleve el gato -limpió sus lagrimas.

-Estará bien, Donghyuck lo cuidara.

-Ese idiota lo matará -limpió su nariz con la manga de su uniforme como niño pequeño.

Renjún rió y de inmediato como si no hubiera llorado Mark volvió a estar como antes.

-Cambiando de tema, por lo que veo Jaeno es muy apegado a Hyuck.

-Sí, él es así con todos -le respondió el rubio con un tono algo ¿desanimado?

-Renjun... Dame el número de Donghyuck.

Te odio ~ MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora