Era una buena época, se empezaba con lo preparativo de la boda de Escarlet, Sofía había solicitado un préstamo a la fábrica donde trabajaba por adelanto de sus prestaciones laborales de sus once años de servicio, lo cual su jefe accedió a darlo y más que conocía los motivo y el uso de aquel dinero
Todo estaba saliendo como lo planeado, solo que Sofía estaba afligida por que su hijo mayor no había podido venir, lo cual representaba un gran pesar para ella.
Llegaba una correspondencia de Alejandro JR. La cual decía el motivo de su ausencia y le pedía a su madre que tomara su lugar en la iglesia, ya que no había otra persona calificada para llevar del brazo a Escarlet al altar. Se despedía deseándoles a los novios toda la dicha del mundo y que fueran felices, pero sin dejar de lado las recomendaciones al futuro es poso de cómo debería tratar a su hermana – te amo madre querida, siempre Alejandro-
Llego el dia más esperado< Escarlet lucia muy hermosa, con vestido sencillo pero con un tocado de ángel, su hermosa cabella tornada en unos delicado riso, su madre trataba de arreglarle el velo para que quedara perfecto, los invitados eran pocos y se había dado cita en la pequeña iglesia del pueblo
- No puedo explicar la alegría que siento, ver mi niña caminando de mi brazo al altar me deja sin aliento y sin palabra para expresar mi emoción- Sofía no tenía que expresar mucho su rostro hablaba por ella-
Todo estará bien decía en voz baja la comadre Teresa la cual estaba sentada en primera fila ya que su hijo mayor era el futuro esposo.
Todo trascurrió de la manera esperaba sin mucho derroche y con las personas más cercanas a la familia, la novia parecía un ángel y aquel joven parecía estar mirando a la mujer más hermosa que sus ojos habían visto alguna vez. Mientras que afuera de la iglesia se escuchaban gritos decir
¡QUE VIVAN LOS NOVIOS!!
Mientras tiraban el acostumbrado arroz a la pareja, sinónimo de prosperidad.
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Marionetas del tiempo
RomanceCuando llegamos a esta tierra, vinimos con el propósito de vivir y aprender; pero luego nos envolvemos en tantas cosas que nos olvidamos de lo primero, nos convertimos en marionetas del tiempo, personas manipulable y llenas de carencias.