Endulzarte la vida

°Capítulo 8°

¡Hola mis bellos cometas! \(^o^)/
No estaba muerta, andaba de parranda xD
Nah, no es cierto, todo éste tiempo hubo de todo menos parranda :v
Pero vamos a lo importante aquí, suficiente han esperado ya ¡comencemos!

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Ésta, sin duda, debía ser una de las peores semanas en la insufrible vida de Misa Amane.

Todo empezó el lunes por la mañana, cuando al llegar a la universidad se percató de que se había puesto un zapato diferente en cada pie (después pensaría que eso había sido un mal augurio). Fue inútil pedirle a su padre que regresara para poder tomar el cómodo par de calzado extra que dejaba en el auto, para esos días en que los tacones la mataban después de la fiesta.

"Voy tarde a la junta princesa, seguro que nadie lo nota". Sí, como no. Uno era negro y el otro tenía brillitos dorados.

Pero pronto eso pasaría a ser irrelevante cuando a lo lejos, en una banca cerca del aula de la primera clase vio sentados y muy pegaditos a Light y a... ¿Mikami?. Sí, ¡Teru Mikami! El moreno le rodeó los hombros con sus garras y se le acercó al oído para decirle algo, tras lo cual Light río sonrojado. A la chica se le cayó la quijada de la impresión y aceleró el paso. El par estaba tan concentrado en su conversación que no se dieron cuenta cuando ella se paró enfrente.

—¡Buenos días! —interrumpió sarcástica empuñando las manos en la cintura y dando golpecitos con el pie —aunque veo que para algunos es más bueno que para otros.

—¡Hola preciosa! —Light fue el primero en contestar, tan feliz y radiante como si no estuviera haciendo pacto con el diablo.

—Señorita Amane, buen día —aún detrás de ese cordial saludo, Misa podía entrever la actitud socarrona de Mikami hacia ella.

—Light ¿Podemos hablar?

—Seguro.

—En PRI-VA-DO —recalcó entre dientes la última palabra cuando el castaño no dio señales por moverse.

—Oh, sí —el castaño se levantó mientras Teru hacía alarde de su "buena disposición".

—¿Por qué me excluyes? ¿Qué no soy tu amigo yo también Misa?

La rubia jalaba del brazo a Light para darle prontitud.

—Son cosas de mujeres.

—¡Misa! ¡Yo no soy una mujer!

—Ash, es un decir Light...

Éste infló los cachetes como un niño pequeño pero igual siguió a su amiga. Tras estar lo suficientemente lejos el sermón comenzó.

—A ver Light... Primero me dices que estás todo incómodo con Mikami acosándote y que lo vas a mandar a la friend zone forever, luego llega Ryuuzaki y cuando se van los dos casi puedo ver corazoncitos flotando sobre tu cabeza—ante ésto el castaño alzó una ceja—, después vuelves solo y como si quisieras romper el piso a cada paso, luego de la nada nos dices que te vas a Inglaterra y ahora resulta que tienes a Mikami encima como un buitre ¡y no te molesta! ¿De qué me perdí?

—Cálmate Misa —la tomó de los hombros intentando que la chica de aguda y rápida voz volviera a respirar con normalidad.

—¡¿No me digas que ya son novios?!

—¡¿Qué?! ¡No!... Pero...

Misa ahogó un gritito de diva y se llevó la mano al pecho.

—Light Yagami, dime que no lo estás considerando.