Cap.10

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Estamos a la mitad de la semana y mi padre a abusado de mi paciencia y esfuerzo, estoy que no doy más, enserio ya no puedo con todo el trabajo extra que me ha dado, así que estoy dispuesta a negociar.

-¡Scott! Ven aquí.

-¿Qué?

-¿Ya sabes que eres mi hermano favorito verdad?

-No caeré, y no haré nada por ti, ya se lo de papá.

-Te pagaré mi mesada de 3 meses.

-¿Cuánto es?

-Más de lo que tienes ahorrado – Me cruce de brazos, arqueando una de mis cejas y mirándolo de manera victoriosa, ¿quién se resise al dinero? ¡Nadie! Já Ariel – 1 Papá – 0.

-Hmm… bien acepto ¿Qué te mandaron a hacer?         

-Lavar el auto, los platos, lavar la ropa de papá, plancharla y dejarla ordenada en su ropero, ir a comprar un paquete de cigarrillos, cortar el césped y luego regarlo, revisar e problema que hay en la ducha, hay que llevar a Chuby a la peluquería, papa dijo que si no lo hacia lo dejaría durmiendo afuera, bien, limpiar el comedor y la sala de estar, los vidrios del primer y segundo piso, lustrar y sacar brillo a todos y cada uno de los zapatos de papá, regar las plantas de mamá, aspirar la alfombra que cubre la escalera, tienes que ir a a ferretería, me dejaron una lista con lo que debes comprar y … olvidé el resto, pero te dejaré la lista – Hable rápido mientras sonreía, y Scott me miraba con los ojos abiertos como plato.

-Ni muerto ¿Cómo te dejaron tanto?

-He hecho más cosas los días anteriores y gratis, así que no te quejes, yo te pagare, ahora me voy, no aguanto en esta casa un segundo más. – Le entregué la lista tome mi mochila y salí corriendo de casa dejando a Scott con su cara de “WTF”.

Bien al menos me libraría del trabajo, no sabía dónde ir, no había practica en la academia, clasificamos el fin de semana pasado, y obtuve un 2° lugar con mi solo, Margaret no estaba feliz por eso, pero como ganamos en las grupales nos dio la semana libre, se lo agradezco muchísimo. Mi celular sonó, cuando me encontraba caminando sin rumbo alguno, pero casi me da infarto al ver el nombre que aparecía en la pantalla.

-¡Papá! Que pasa hombre ¿Cómo estas estas? – Le conteste intentando parecer dulce y relajada.

-¿Por qué tu hermano esta sobre una escalera limpiando las ventanas?

-Papá yo…a…n-no lose – Mi nerviosismo me estaba traicionando y mis manos comenzaron a sudar.

-¿Dónde estás? – Lo más extraño es que el parecía relajado.

-¿Dónde estoy? Donde estoy…am…estoy en…. - ¿Dónde diablos estoy?, no conozco esta parte de la ciudad – El parque, si, ahí es justo donde estoy.

-Bien voy por ti.

-¡NO!

-¿Ariel?

-Ya voy de camino a casa, nos vemos pronto, te quiero, Adiós.

Maldición ni siquiera hay una persona a quién preguntarle en donde estoy, solo tengo una opción, caminar en reversa, ¡si! Eso es, ¿Cómo no lo pensé antes?, aunque es algo torpe y arriesgado hacerlo de mi parte, aunque lo bueno de que no vuele un alma en estos lados es que no pensaran que soy una loca o una completa idiota por caminar hacia atrás y tampoco voy a estrellarme con algui…

-No deberías caminar de esa manera, te podrías accidentar – Esa voz la conozco… es que tengo una suerte de encargo, solo esto me faltaba.

-¿Y a ti te importa la manera como camino?, sigue tu rumbo Marco, y anda a molestar a la novia que tengas de turno ¿si?

-Wow, en verdad no esperaba eso, ¿Qué te hace creer que tengo novia? ¿No puedo estar soltero?

-Nunca lo estas, cambias cada dos días, ahora si me disculpas, tengo que regresar rápido a casa.

-Estas bastante lejos ¿Cómo es que llegaste aquí?

-¿Te importa?

-Bien, entonces adiós – Me da la mano, la tomó solo por ser educada y emprende camino a donde sea que vaya, el debate que ahora está en mi cabeza es ¿Le pegunto por donde carajos queda mi casa, o no? … no, definitivamente no, solo caminare, algo tendrá que ayudarme a ubicarme.

-¡Ariel! – Genial, ¿ahora qué quiere?

-¡¿Qué?!

-¿Tu casa no queda hacia el otro lado?

-Am… sí, bueno…este… ya lo sé, yo decido por dónde ir, ¡déjame!

-No seas testaruda por dios, ¡eso nunca cambia de ti eh!... ya sé que estas perdida…

-¿Cómo lo supi…

-Te conozco mejor de lo que crees, mi auto esta por allá, te llevare a casa.

-¿Quién dijo que quería que me llevaras?

-¿Enserio, enserio Ariel?... no sabes ni donde estas parada y ¿dejaras que tu orgullo gane? – Bien, me atrapó, no me queda de otro, lo miro desafiante, pero me rindo ante él, por el simple hecho de estar perdida, de otro modo le habría dado una patada en las bolas para que dejara de molestarme.

-No era tan difícil ¿o sí? – Ya en el auto, me da miradas de reojo burlándose de mí.

-Solo cállate…. ¿De dónde conseguiste un auto?

-De mi padre.

-Ah… aquí es… gracias por traerme adiós – Iba bajando pero el idiota este me agarro de la muñeca.

-Me gusta rescatarte de situaciones y ayudarte cuando lo necesitas Ariel… ¿Estas saliendo con alguien?

-Sí.

-Pero Jody dijo qu-

-Jody no lo sabe, ahora quita tu mano de mí.

-Sabes que no me rindo fácil ¿verdad? – Y así era, una persona persuasiva y no se rinde aunque le corten todas las extremidades, me solté de su agarre y entre a mi casa, temerosa por lo que mi padre pudiera decirme. Genial, está sentado en el sillón con pipa en mano mirando la televisión, al sentir el ruido de la puerta se para de inmediato, me mira, y me hace un gesto para que lo siga a su estudio.

-Jugaste sucio hija, yo te di las tareas a ti, tú eres la que debe demostrar algo, y no lo hiciste.

-Lo siento papa, en verdad lo siento, pero es que estoy exhausta, es demasiado, sinceramente creo que te has propasado.

-Lose, pero quería saber hasta donde llegarías…. Por cierto me alegra que le dijeras a Scott, de hecho me pareció gracioso… ¡Venga acá, dame esos cinco! – Grito papa riendo, mientras yo “le daba los cinco”…bien esto se vuelve extraño.

-Te había dado permiso cuando lo converse con tu madre la semana anterior, pero quería que hicieras mis cosas, tenia flojera de hacerlas yo y de paso arreglarías la casa ¿no lo disfrutaste?

-Enserio te odio papá – Dije sonriendo.

-Ahora ten esto… - Me entregó un sobre y una pequeña cajita de terciopelo azul.

-Papa… pero… ¿Por qué?

-Solo ábrelos… se que te gustaran…

-¡Es hermoso!... muchas gracias… enserio es precioso – En la pequeña cajita se encontraba un anillo de plata añejada, con delicados brillos sobrepuesto en la plata. – Esto es demasiado… - En cuanto al sobre era dinero, mucho a decir de verdad – Sirve para otras cosas papa, no puedo aceptarlo…

-Vamos hija, partes en una semana a Londres, ¡Una semana!, necesitaras comprar cosas, recuerdos, o yo que sé, lo que les gusta a ustedes las adolescentes, solo acéptalo sin protestar, yo me lo gastaría en cigarrillos.

-Está bien me lo quedo – reí, mi padre me dio una mirada cálida y me retire del estudio

Les dejo un besito del Nayal para que me perdonen la demora

Nicole :)xx

De Amores, Locuras y otras cosas. (Niall Horan)CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora