Capitulo 1 La profesora lesbiana que me amo

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¿Has oído el mito de que te enamoras de las personas que sean opuestas a ti para complementar tus defectos? Pues es un sucio mito. Hola me llamo Shun y esta es una historia entre yo y alguien muy especial para mí.

Todo comienza en mi secundaria, poco antes del examen de ingreso a la preparatoria, yo vivía en un lugar bastante apartado de todo, en una pequeña ciudad, la más al norte del estado en el que vivía. En fin en el lugar perdido por Dios, existían dos opciones si querías seguir estudiando la media superior, una eran los exámenes para las preparatorias locales de bajo nivel educativo y la otra era ir y realizar el examen para las escuelas más al sur, donde se encontraban las escuelas de renombre.

La mayoría de los que estudiaban en mi pequeña ciudad se quedaban y eran conformistas; con sus escuelas, con sus trabajos, con sus parejas y con sus vidas. Yo decidí junto a mis amigos, salir de ese sitio e ir al sur, a alguna de las escuelas de renombre; cabe mencionar que como la mayoría realizaban exámenes para las escuelas locales, los profesores no guiaban muy bien a los alumnos que querían ir a las escuelas del sur, nos mencionaron una de las más grandes mentiras a mí y a mis amigos, como lo único que sabían-en su listado de opciones coloquen su segunda opción como la que tienen en mente ir, y en la primera a la que no se quieren ir, nadie entra en su primera opción-lo peor es que yo no era como todos los demás.

Siempre he sido más inteligente que los demás y al momento de hacer el examen yo entre en mi primera opción, fue terrible ya que puse una terrible escuela de primera opción, el primer semestre me la pase de vago haciendo exactamente lo que todos hacen cuando no quieren estudiar, ser un vago en el colegio.

Si hubo algo bueno en esa escuela sin duda debió haber sido la profesora Amélie, era una linda mujer no creo que haya rebasado los 30 años, de estatura baja, y pelo pelirrojo con tinte, una dulce actitud como la de una niña en ciertos momentos llegaba a parecer una estudiante más, pero sumamente linda y respetuosa, ya que cabe mencionar que en ese entonces las alumnas, no eran muy femeninas que se diga.

Yo siempre me he hecho destacar con los profesores gracias a mi inteligencia, la profesora Amélie no fue la excepción, daba clases de filosofía y aunque no fuese mi materia favorita me era muy interesante, por lo tanto no paso mucho hasta que se diera cuenta de que no era uno más del montón, a pesar de que era tan joven era muy sabia, nos llegamos a llevar muy bien, de hecho almorzábamos juntos y cuando ella no tenía clase y yo tenía hora libre, caminábamos juntos por la escuela conversando por temas diversos.

Fue en una de nuestras caminatas que me dijo-¿oye ya enserio porque estas tu aquí?

-Fue un error, creí que si ponía en mi primera opción a donde no me quería ir, nunca entraría a ese lugar.

-¿Quién te dijo semejante mentira? con lo inteligente que eres tú, forzosamente tenías que llegar a tu primera opción.

-Mis orientadora de la secundaria, ella nos dijo a todos los que íbamos a hacer el examen para el centro, que hiciéramos eso.

-Ya veo ¿y cuantos aciertos tuviste?

-La verdad, noventa y cuatro de ciento veintiocho, incluso falle varios a propósito con el fin de no entrar aquí, que curioso no lo cree.

-Sabes que tú no perteneces aquí-¿eh?-si deberías estar en una escuela a tu altura, eres tan brillante y bien educado que podrías estar en donde tú quieras.

-Si pero ¿Cómo me cambio? esas escuelas están tan saturadas que nadie podría llegar a cambiarse por promedio.

-Vuelve a hacer el examen de ingreso

-¿pero y si no llego a entrar?-en ese momento nos detuvimos, se paró de puntitas y bajo mi cabeza poniéndonos frente a frente,- lo vas a lograr, yo creo en ti- lo digo susurrándome, en ese momento se estiro aún más y beso en la frente, dejándome marcado con su labial en mi piel, fui a los baños a tratar de quitarme el maquillaje, aunque solo logre difuminarlo un poco, la clase se acercaba y tuve que ir al salón de clases, al llegar faltaba poco para que llegara el profesor nos tocaba algebra, llegue tratando de evitar que vean que me habían marcado, lo malo es que mi compañera de atrás se dio cuenta-¿Quién te hizo eso?- pregunto estando eufórica-la profesora Amélie-en ese momento su expresión de enojo, paso a ser de una leve tristeza-¿qué te pasa dije algo que te ofendiera?-¿qué te importa?- en esa etapa de mi vida yo no entendía a las mujeres muy bien.

Te salve del olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora