DIECISÉIS

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Le duele la cabeza, debe ser por lo que tomo ayer. Aunque la mayoría de sus problemas son más fuertes que un vaso de trago. Abre sus apuntes como lo indicó el maestro de biología.

-Psss, Gabriel- una voz se escucha detrás de él
-Dime, Sara
-Necesito un lapicero
-Espera- susurra mientras voltea para buscar en su mochila. Lo encuentra y se lo da
-Gracias, vaquero- dice mientras coge la pluma- Te debo una
-Me debes un café- sentencia el joven
-No te lo tomes todo a lo literal- dice y sonríe
-Shhhh, me debes un café y punto, vaquera- dice y se voltea para apuntar todo lo que esta copiado en el pizarrón.
No le va mal en ni un curso, pero prefiere prevenir antes que lamentar. Todo lo que el maestro escribió en el pizarrón, vendrá en el examen y aunque él tenga 18 de promedio en ese curso. Se toma el trabajo de copiar todo, cada palabra, cada párrafo y cada subtitulo. Termina de copiar y observa al maestro, está sentado en su pupitre mirando a la nada, esperando a que sus alumnos no desaprueben el examen. No los quiere ver, ni soportar en vacaciones. Poco le importa que sus alumnos estén haciendo desorden ahora mismo, solo quiere que termine su hora y ya. Gabriel se voltea y observa a Sara, escribe apurada, preocupada, sin saltarse ni una coma, ni un punto. Aún no ha terminado de copiar lo del pizarrón.

-Mal, mal... Muy mal, señorita Román- dice mientras trata de imitar los gestos y la voz de su maestro de Biología
-Que mal te sale la imitación, compa- dice aguantándose la risa mientras lo mira a los ojos
-Rayos- dice y baja la cabeza
-Pero... Eso no quiere decir que no te salga la imitación de la perrísima de Natasha- dice para animar a su amigo
-Bueno, bueno. No es que sea perra ¿ya? Es que no encuentro al indicado, por eso me tengo que acostar con todos los de tercero, cuarto y quinto, para ver quien lo hace mejor- dice imitando a una voz femenina mientras hace gestos. Sara suelta una carcajada al escuchar a su amigo.
-Tienes talento, hombre- dice ella mientras le da una palmadita en el hombro
-Eso ya lo sabía ¡Alucina!- dice sin salir de su imitación. Sara suelta otra carcajada, no puede evitar reír cuando su amigo imita a la perra de la secundaria. El ama verla reír, y más aún si el que la hace reír es él.
- Bueno, ahora tengo que copiar, si no, desapruebo el curso y tendré que volver a ver a este biopedófilo en vacaciones- dice y después sonríe. Gabriel suelta una pequeña carcajada y se voltea para no distraer a su amiga.



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Alan.Where stories live. Discover now