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Mama sonaba a todo volumen mientras Ryan y Billie se veían entre sí con un par de tijeras a la mano y un peine.

- ¡She said, you ain't no son of mine!- Gritó ella.

- For what you've done they're... Gonna find a place for you- Le coreó él.

- And just you mind your manners when you go...- Alzó la voz mientras Ryan sonreía ante su vibrato. Era simplemente genial. Billie era genial.

La puerta se abrió dejando ver a la señora Fletcher con una sonrisa en el rostro mientras los saludaba. Ryan hizo una mueca bajando el volumen de la canción.

- Hola niños, perdón por molestar... Por cierto, muy buena canción.- les guiño el ojo sonriendo demasiado alegre.- Frank llamó Billie, dice que hoy toca consulta.- Ella asintió.

- Muchas gracias. Lo tengo pendiente.- Le guiñó el ojo de vuelta. Ella rió ruborizada asintiendo y cerrando entonces la puerta.

Ambos se vieron y entonces soltaron una risa continúa.

- Lo siento... Ya sabes, toda una killjoy.- Suspiró. Billie negó mientras se ponía de pie y caminaba tras el chico.

- Bien. Empecemos. Tu espectacular afro, no tanto como el de mi tío Ray, claro...

- Ninguno es tan espectacular como el de Ray.

- Exacto.- Concuerdan, sonriéndose entre sí mientras Billie continúa tocando el pelo del mayor.- Bien, ya que ya está excesivamente largo y estás a punto de quedar en la ceguera total, sugiero cortar la mitad y hacerle unos ajustes, ¿qué dices?- Ryan asintió enseguida.

- Tú eres la experta.- Respondió con simpleza pero sin dejar de verle fijo por medio de ese espejo. Billie dirigió sus avellanas a él bajando entonces la mirada y balbuceando.

- Si bueno, claro, claro que lo soy. Observar al tío Ray no ha sido en vano.- Agrega soltando una risita nerviosa.- Además, Hmm... El baile es pronto, ya sabes, yo lo odio, pero tú desde que sacaron esas pancartas horribles dijiste que quieres ir así que, bueno, te verás mejor con un cambio de look.

- ¿Me veré mejor?

- Más guapo, si.

- ¿Entonces crees que soy guapo?- Billie alza la mirada abrupta al chico ruborizándose enseguida. Traga duro a punto de negar quedándose congelada. Ryan ríe tomando su mano para apagar la máquina, y luego simplemente quedarse ahí.- ¿Y si te pidiera que vayas conmigo?- La castaña queda aún más congelada tragando duro.

- Que buena broma.- Agrega en una sonrisa. Ryan no se la devuelve.

- Hablo enserio Belle...

- Ugh. Odio que me llames así, lo sabes.- Desvía la mirada fingiendo molestia, pero desde que Ryan le empezó a llamar de tal modo unos meses atrás, Belle ya no era un nombre tan odioso.

El afro sentía esas extrañas sensaciones al ver a Billie sonreír. Sabía que estaba nerviosa y aunque en otro momento aquello hubiera sido broma, ahora la pregunta era muy seria.

- ¿Irías conmigo al baile, Belle?- Y justo cuando estuvo a punto de responderle afirmativamente como una broma para no verse algo, mucho, necesitada, su celular suena interrumpiendo el extraño pero cálido momento.

La chica lo toma con torpeza viendo a Ryan fruncir el ceño.

- ¿Papá?- Entonces este lo relaja.- Ah... Si, si. Ya voy.- Dice enseguida.- De acuerdo.- Cuelga viendo a Ryan con algo de rubor en las mejillas y soltando una risita.

- ¿La cita del ultrasonido?- Asiente.- Ve. Yo termino de cortarme el pelo.- Agrega. Ella sonríe abrazándolo inconsciente, soltándole un beso en la mejilla al final y alzando una mano de un lado al otro de manera casual.

- Mañana.- Dice antes de desaparecer.

Ryan se queda por unos segundos con esa imagen antes de reaccionar.

Es un sentimiento muy cálido. Billie lo es.




La ven entrar apresurada pidiendo disculpas, a lo que ambos se miran extrañados.

- ¿Tienes fiebre, Billie?- Pregunta Gerard.

- ¿Por qué lo tendría?

- Estas pidiendo disculpas... Eso es muy raro...

- Oh, vamos. Solo entremos.- Ellos asienten y entran al consultorio del Doctor a cargo del embarazo del tatuado.

Este ya tiene siete meses. El tiempo ha pasado volando, y Billie ha sobrevivido al año en el colegio. Está a punto de graduarse y de tener un nuevo hermano. Además Ryan es como su súper mejor amigo así que ya no se siente tan sola. Y sus padres se aman. Todo era perfecto.

- Vamos a revisar a nuestro pequeño, ¿si?- Dice el doctor. Gerard hace una mueca viendo a Frank soltar una risita. Aquel hombre se las andaba muy sueltas con su esposo y el tatuado siquiera decía algo para detenerle. Habían tenido sus discusiones después de ello, pero Gerard siempre terminaba cambiando el tema cuando esa boquita suya gritaba su nombre de manera sensual mientras se corría entre ambos.

Chantajista.

- ¿Y... Cómo está Ryan?- Pregunta Frank mientras la máquina es prendida más él ya está acostado con el vientre descubierto y un Gerard poseso que no deja de darle pequeños besos donde unas patadas se ven.

- Emm... Bien.- El esmeralda mira a su esposo extraño y este niega.

- ¿Y... Cómo se llevan?

- ¿De qué hablas?

- Bueno, ahora se llama Ryan y no parasito como le decías antes. Su amistad ha cambiado mucho en este año y solo quería saber cómo se llevaban.

- Bien.- Responde con simpleza encogiéndose de hombros.- Como cualquier pareja de amigos.

- ¿Pareja?- Gerard alza la mirada a su primogénita y esta frunce el ceño.

- De amigos.- Recalca. Gerard alza una ceja viendo a Frank seriamente.

- De amigos.- Le repite con lentitud y fuerza. El tatuado rueda los ojos.

- Claro, amigos.- Dice de manera ácida.

La consulta empieza entonces y el tema ya no es vuelto a tocar, pero aquella extraña conversación queda en la cabeza de la castaña rondando hasta que se va a dormir y sus papás le desean las buenas noches.

A la mañana siguiente va al colegio pues su padre gordo la lleva y se baja sin despedirse. Algo está mal con ella. Muy mal.

Camina por los pasillos dispuesta a descubrir que es.

Entonces llega a su salón de clases donde, ve a las oxigenadas de Elle y sus amigas al rededor de Ryan.

- Te vas a divertir.

- Yo no...

- Shh. No tienes que decirle. Yo me encargo de hacerlo.

- ¿Tan temprano y ya fuiste atrapado en las redes de una tarántula?- Grita la castaña viendo a Ryan respingar. Elle le mira a ver con odio sonriendo después.

- Oh, Billie Belle, que linda, pero no. Ryan me acaba de invitar al baile y yo he aceptado.- Casi se le cae la mandíbula al oír eso, y lo peor de todo es que el parasito siquiera lo negó.

- Oh.- Es lo único que suelta recogiendo su dignidad.- Pues que se diviertan.- Masculla. Ryan le mira algo dolido bajando la mirada y ella niega saliendo de ahí.

Entonces, empieza a correr y se da cuenta, de que un par de lagrimas empiezan a recorrer su rostro.

***
La razón por la que estoy actualizando en chinga es por qué ya mero termino esta historia y, por qué tengo nuevas ideas que quiero plasmar, pero tampoco quiero empezar sin terminar ya los que tengo.

:) ojalá les guste el capítulo

🌻❤️

Buenas noches, Billie. Frerard.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora