Prólogo

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Una chica abre los ojos. En la radio suena Complicated de Avril Lavigne. Sonríe. Hoy es viernes. Se levanta de la cama y va a ducharse mientras la canción invade toda la habitación. Ella canta a todo volumen usando la alcachofa de la ducha como micrófono. No sabe lo que dice la canción pero aun así le encanta. Su madre la llama. La chica termina de ducharse, se recoge su largo pelo rojo en una coleta y termina de vestirse. Cuando llega lo primero que hace es darle un beso a su hermana pequeña en la frente. La pequeña apenas sabe hablar, simplemente se limita a sonreír.

En otra parte, un chico va en bicicleta. Es moreno, tiene la barba bien cuidada y un aspecto formidable. Él también se ha levantado de buen humor. Está yendo a la Universidad, a estudiar lo que le gusta. Hace muchísima calor en la calle, es normal, estamos ya a principios de Junio. Cuando llega a la Universidad, aparca la bici y se adentra para buscar a sus compañeros de clase. Se gira para comprobar que sus amigos están sentados en el césped con un grupo de más personas. Allí le presenta a dos nuevos compañeros de clase. Él no tarda en hacerse amigo de la chica nueva y la invita a tomar un café.

Mientras tanto, una cola se forma a las puertas de un teatro. Al parecer hay un casting para encontrar a la chica que interprete al próximo Cisne Negro. Una gran cantidad de muchachas espera a las puertas de tener una oportunidad. Una de ellas se esconde bajo unas gafas de sol y un sombrero. Tiene el pelo tan corto que con la chaqueta que lleva apenas se le ve. Muchas de las chicas de la cola están nerviosas, otras practican el discurso de presentación; algunas si quisieran se pondrían a hacer ballet en la misma calle, pero ella está tranquila. Siempre lo está.

A las puertas de un gimnasio, un chico entra empujando la puerta. Se quita su abrigo y lo cuelga del perchero. Tiene algún que otro tatuaje por los brazos, el pelo rubio rapado y una barba de tres días. Se cambia dentro de los vestuarios. A esa hora ya suele haber bastante gente, pero cuando él entra al ring es como si solo estuviera su alma. Respira y cierra los ojos, a la vez que termina de ajustarse los guantes. El boxeo es lo único que le ayuda a despejarse. Decidido, entra al ring a vérselas con quien le toque. Todavía tiene restos de una cicatriz en el labio, aunque ese contratiempo no le hace ver peor tampoco. Se coloca en posición y para él, el resto del mundo desaparece.

Un chico de cabellos dorados de aspecto más joven del que aparenta está frente al televisor. Dentro de nada empezará su programa favorito y no quiere perdérselo. Está en pijama. Lleva varios días así, sin salir de su casa. El médico dice que tiene agorafobia y que por ello, es incapaz de moverse de su casa. Ya han pasado 3 meses, y la verdad es que así se siente mejor que nunca. Así no tiene que enfrentarse al mundo real, puede seguir llevando una vida cómoda y tranquila, sin dejar de lado sus responsabilidades. Lástima que no todos sus seres queridos piensen así.

Mientras, un chico canta a todo pulmón en su cuarto. Tiene el pelo corto, medio rapado y teñido de rosa. Su look es acompañado de dos espirales que decoran sus orejas. Sin embargo, ese look tan atrevido es el menor de sus problemas. Nació en el umbral de una familia, que ahora está rota, y para colmo su madre no lo entiende. Mas él hará todo lo posible para vivir la vida que siempre ha deseado: en un cuerpo con el que se sienta identificado y aceptado. 

Otro chico va por la carretera en dirección a la playa. En el cielo ya está atardeciendo. Acelera con su moto y su pelo rubio se mueve con el viento. Le encanta ir a surfear a esa hora y unirse a las olas. Simplemente va allí y lo hace. Últimamente tiene demasiadas responsabilidades en casa por lo que necesita un momento de desconexión. Lo malo de ir en moto es que no puede traer su tabla de surf, así que debe alquilar una antes de meterse en el agua. Aparca en cuanto tiene oportunidad y se va a la tienda de tablas. Mira detenidamente todas, ¿cuál será la elegida que le servirá de soporte y de amiga en aquella tarde de verano? Sonríe de lado. Al fin la ha encontrado y la señala.

Una chica se coloca su uniforme blanco, se recoge su bonito pelo platino en una trenza y se pone los guantes de latex. Es tan brillante su cabello que si lo iluminara el sol, se camuflaría con él. Dentro de su trabajo, se la conoce como una de las mejores. Ahora mismo está atendiendo a una paciente que acaba de sufrir un pequeño susto de última hora, nada que no se pueda solucionar. En cambio, hay otros aspectos en su vida en los que sí necesitaría un poco de apoyo. Es un asunto difícil y que solo podrá solucionarse si ambas partes están de acuerdo. Pero ella es positiva. Está segura de que todo al final irá bien. 

I can sense youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora