We'll be counting stars...

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Afuera hace por lo menos 27 grados, aunque parece que haya 30. Da igual que mes sea en Orlando, sea invierno o verano, el clima subtropical destaca por todas las esquinas. A tan solo unos pocos metros de la playa, hay una casa blanca muy bonita decorada cor un mini jardín. En el jardín, un golden retriever descansa en su caseta, mientras muerde un muñeco de forma animada. Dentro de la casa, solo se oye la televisión. Y a un joven diciendo palabras cada cierto tiempo:

- Thomas Edison...11 óscars...La traviata...20 pulgadas...Cervantes...

El joven de cabellos largos dorados está sentado frente a la TV viendo su programa favorito, o mejor dicho, uno de sus programas favoritos: ¿Quién quiere ser millonario? 

A cada pregunta el joven da una respuesta que al rato se descubre por el programa que es cierta. Siempre acierta. De hecho, se le da muy bien ese tipo de concursos. Y es que John aunque no lo aparente, es muy culto. De pequeño se leía las enciclopedias como quien hoy día se lee un cómic, aunque desde que salió internet, no es capaz de volver a leerse una enciclopedia. Él sabe que si quisiera podría participar en ese concurso, y qué ganaría mucho dinero. Pero él no...no se atreve. Para ir a la televisión hay que tener carisma y...haber nacido para ello. Y él no es así. Él aparenta que es menor de lo que es. Es de otra forma y no es aceptado por la mayoría de las personas. Los médicos dicen que es un problema de salud, pero...

- ¡Hola!

- Ya estamos aquí.

Dos voces entran en la casa pero John sigue absorto mirando la televisión. Son sus padres que vienen de la compra. John padre y Martha. Su padre es director en una agencia de Publicidad y su madre es veterinaria. Ambos acaban de llegar del centro comercial de realizar un par de compras. Los padres de John, para suerte de aquel chico, habían sido muy pacientes con él. Pero no todo podía durar eternamente...

- Hoy había un chico muy gracioso en el centro, John. Estaba con un cartel en medio del paseo con un cartel que decía "Dame un beso, estoy desesperado". Qué cosas...

- Y se ha llevado unos cuantos. Lo jóvenes de hoy en día, lo que hacen por ganar un par de visitas en internet...

- Ajá...-  es lo único que dijo John aparte de adivinar la siguiente respuesta: - El río Danubio.

John y Martha vuelven a mirarse. Esos comentarios le han resbalado tanto como la mantequilla en una sartén a fuego medio. 

- Jonnhy...- empieza a decir Martha - ...¿has pensado en intentarlo hoy?"

John traga saliva. Hacía tiempo que sus padres no le hacían la gran pregunta. ¿Por qué hoy? ¿Ha sido por el youtuber ese que estaba haciendo tonterías en el centro? ¿O por alguna otra razón que desconoce? Sea como fuese, no le gusta nada la solución a la que quieren llegar sus padres.

- Hijo...llevas ya 3 meses en la misma situación. ¿No crees que deberías echarle un poco de valor?

- ¡JOHN!

- ¡Joder Martha! ¡Lo digo por su bien! - su padre se tranquiliza antes de poder continuar- Ayer leí sobre ello en el periódico. Dice que si la situación se alarga podría ser fatal. Permanente. Y no quieres eso, ¿verdad?

Pensándolo de ese modo, nunca había llegado a decidirse si eso era lo que quería. Él se sentía cómodo tal y como estaba ya, era feliz. ¿Por qué debía cambiar? ¿Porque la sociedad lo dictaba así? La universidad da los apuntes a distancia, por lo que no es necesario ir a las clases y las faltas de asistencia no quitan puntuación de la media final. Todo lo que pueda desear lo puede comprar por internet. Incluso las redes sociales como skype le permiten mantenerse en contacto con aquellos que necesite relacionarse. Se repetía en la cabeza: ¿qué necesidad hay de cambiar nada?

I can sense youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora