Even If I Die, It's You┊KookV

✧ i f

ㅡ¿Quieres almorzar conmigo? ㅡel azabache yacía inclinado ligeramente hacia el otro joven, quien permanecía con el rostro neutro al momento de cruzarse de brazos.

ㅡNo.

ㅡ¡Por favor! ㅡinsistió JungKook. TaeHyung rodó los ojos e ignoró completamente su presencia, pasándolo de largo.

JungKook suspiró en derrota. Era la décima vez en el mes que lo rechazaba y le comenzaba a cansar la actitud casi 'a la defensiva' que TaeHyung tenía con él.

Sin embargo, si bien estaba harto del comportamiento de Kim, prefería aquella actitud a que lo mirase con esa sonrisa falsa con la cual miraba a los demás.

JungKook, pese a tener arraigado en los genes la palabra 'determinación', el empeño que ponía para que TaeHyung sea su amigo era otra cosa; el pelinegro no lo sabía bien aún, sin embargo, aquél gélido muchacho causaba tantas cosas dentro suyo y el palpitar de su corazón se veía afectado cada vez que lo observaba pasar... no le gustaba, mucho menos estaba enamorado de él, sin embargo, no podía negar la inmensa atracción que sentía hacia Kim.

Lo que JungKook no sabía es que, la actitud del castaño se debía a que, a diferencia de los demás, el pelinegro provocaba una inestabilidad considerable en cuanto al control de sus emociones; quería derrumbarse frente a él y que lo consuele, le diga cosas bonitas al oído y oír un "te quiero" salir de sus labios.

Pero TaeHyung no podía permitirse eso.

No otra vez.

[✧]

TaeHyung iba caminando por los desolados pasillos del instituto, cargando unos cuantos cuadernos y tarareando una canción que ni el mismo conocía. Cuando pudo observar el inicio de los casilleros, su caminata se vió interrumpida por unos brazos que rodearon su cintura, haciendo que, debido al susto, eche todo lo que sostenía en sus manos.

ㅡLo siento... ㅡTaeHyung esperó a que JungKook levante sus cosas. ¿Quién se creía que era? El mayor -porque, sí, hace poco se enteró de que JungKook es menor por algunos meses- observó al pelinegro, quien le sonreía con la misma felicidad, casi infantil, de siempre.

ㅡ¿No vas a alzar mis cosas?

ㅡOh, estoy esperando a que tú lo hagas primero, para que después nuestras manos se toquen ㅡpor primera vez, TaeHyung se permitió soltar una carcajada, haciendo que los ojos del menor brillen de un fulgor desconocido.

ㅡSin duda, eres un idiota ㅡviendo que el pelinegro no iba a alzar sus cuadernos, TaeHyung se agachó para hacerlo, sintiendo de inmediato la palma de JungKook sobre sus manos.

ㅡMuy cliché, ¿no? ㅡrió.

ㅡDemasiado.

JungKook lo siguió el resto del día, pintando el lienzo de su rostro con una sonrisa deslumbrante y contagiando a TaeHyung, quien se mantuvo alegre por el resto de la jornada.

Sin darse cuenta, aquél muchacho de sonrisa alegre y ojos rebosantes de un brillo inigualable; ese chico que, pese al rechazo por parte del mayor, sigue buscando una pizca de simpatía del contrario... aquél chico, JungKook... se estaba abriendo paso entre las barreras de TaeHyung, derribando lo que una vez fue construido en consecuencia de la hipocresía, embuste y falsedad.

Sin quererlo, TaeHyung estaba entregándole la parte más valiosa de todo su cuerpo, aquella pieza que yace sin vida dentro suyo...

Su corazón.