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-Podemos jugar a verdad o reto -sugirió Lean, viendo a los dos niños ricos absorber las miserias que los familiares del muchacho habían decidido que comerían.
-¡Dale! -aceptó emocionada Tiare.-Ni siquiera sabes qué es, ¿verdad? -le preguntó Jarek, ya que él mismo apenas podía adivinar por el nombre.
-No -admitió-, pero suena a algo de decir verdades o retos.
-Vaya -aplaudió lentamente (de modo que no se oyera abajo) Lean-. Tu capacidad de interpretación me sorprende.
-Ya dinos cómo se juega -instó el otro chico, haciendo un plan en su cabeza.
-Fácil. Uno tiene que comenzar el juego y le tiene que preguntar a otra persona que quiera "¿Verdad o reto?". La persona seleccionada responde una de las dos opciones. Si elige verdad, el primer jugador le puede hacer una pregunta o pedirle que diga la verdad sobre tal tema y tiene que responder. Si elige reto, entonces el primer jugador le da un reto que tiene que cumplir. Luego el que dijo la verdad o hizo el reto sigue el juego con otra persona.-¡Comienza tú, comienza tú!
-Bueno. -Se inclinó alegremente hacia adelante- Tenemos unos diez minutos, así que será corto. -Miró divertido hacia Tiare, que se balanceaba evidentemente emocionada, y hacia Jarek, que trataba de disimular el interés pero se olvidaba que ocultar su media sonrisa-. Jarek -éste se sobresaltó-. ¿Verdad o reto?
Una sonrisa medio maléfica medio divertida se dibujó en los rostros de Tiare y Lean. Aunque no las podía ver, Jarek las podía percibir, y no le parecían buena señal.
-Uuh... -De repente se le ocurrió que un reto no podía ser peor que una verdad-. Reto.
-El macho -exclamó Lean con el tono de Gru al decir las mismas palabras en Mi villano favorito, tapándose la boca dramáticamente.
-Uuuuhhhh -apoyó Tiare.
-¡Ya dilo!
-Te reto a hacer una imitación de tu padre.
-Más difícil no podía ser, ¿verdad? -preguntó aliviado-. Bueno. -Se aclaró la garganta-. Jarek, compórtate -comenzó con un intento de voz grave-. Sos mi hijo y debés ser serio. Seguí el ejemplo de Demian. Y parate derecho. Si ni siquiera podés hacer eso, entonces mejor quédate en casa. No ocupés mi tiempo si no es por algo importante.
Tiare abrió la boca, formando una "o".
-Vaya, Jarek... -inició suspirando Lean.
-¡¿Seguro que no estabas imitando a MI papá?! -le interrumpió Tiare exhaltada, buscando a ciegas con las manos a Jarek, con la clara intención de sacudirlo.
-Todos los hombres de negocios son el mismo cliché. -Sonrió.
Lean se quedó callado.
-¡Tiare!
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Secuestrados, Pero No Amargados
Ficção AdolescenteJarek y Tiare son dos completos desconocidos, unidos por el destino cuando ambos son secuestrados por su posición como hijos de personas con dinero. Ambos encontrarán el modo de pasar el tiempo hasta que sus asquerosamente ricos padres decidan que l...