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Jungkook un joven de 15 años enamorado de su novia, Mery, él daba la vida por ella, él respiraba por ella. Lo que Sentía él por ella era amor de verdad, ella era su primer amor.

Mery también lo amaba, ambos estaban echos el uno para el otro.
Cada risa, cada suspiro, cada beso, cada mirada que ellos se daban sacaban chispas produciendo así un incendio.

-- te veo mañana -- Hablo Jungkook con una sonrisa -- sabes que a tu madre no le gusta que venga por aquí. -- rozo sus labios en la mejilla de la chica y se fue... -- Te amo!! -- grito mientras hacia un corazón con sus manos.

--Yo también!! -- sonrío ampliamente.

Ella Se dio la vuelta y encaminó hacia la entrada de su casa.

Al entrar arrojó su bolso y se dejó caer en el piso, sus pies dolían, las clases de Ballet la cansaban mucho, pero amaba bailar ballet. Masajeo sus pies y luego soltó su cabello deshaciendo su rodete.

Las calsas la mantenían muy estresada, tenía hambre pero no debía comer o si no su instructora la castigará, muy pronto serian las competencias regionales y no tenía por que subir un kilo, más bien lo mejor era bajar ese kilo.

Unos pasos resonando  en la sala, eso daba a entender que su madre se dirigía hacia la puerta.

-- viniste con ese vago?? -- a su madre no le agradaba Jungkook y no entendía por que?

-- no le  digas así, es mi novio!!

-- menudo novio tienes -- el tono despectivo heria a Mery, quien deseaba  con todas su fuerzas que su madre aceptará a su novio -- hija mereces algo mejor!! ese vago no esta a tu nivel!! Cuando es que lo entenderás?? -- no quería seguir escuchando, odiaba cuando su madre le hablaba mal de él, ella lo quería y él la quería que mas podia pedir. ?

Se levantó sin decir nada y se encaminó a su cuarto, su padre aún no llegaba del trabajo.

Jungkook por su parte amaba a esa mujer, lo daría todo por ella.
Sus padres estaban en su ciudad natal, BUSAN.
No eran una familia de caracterizarse por tener dinero, más bien todo lo contrario, estaban sumergidos en deudas. A muy corta edad se mudó a Seúl para poder continuar con sus estudios y trabajar para ayudar a su familia.
En el colegio fue donde conoció a Mery, accidentalmente tiró sus zapatillas de baile. Y fue ahí donde la historia de ambos se mezclaron. Era una historia como la de " la dama y el vagabundo ".

A el no le importaban los cometarios de la madre de su novia, pues le bastaba con tenerla a ella y él era feliz.
Estába cegado por esa mujer, no entendía que era lo que había echo para tener a semejante mujer al lado.

Caminaba con una sonrisa pegada al rostro, ella era la causante de sus noches de desvelo y las sonrisas matutinas.

No tenía ninguna meta en su vida, no le importaba no tenerla, siempre fue un chico despreocupado, no le importaba nada más que su chica.

Trabajaba y lo poco que ganaba era dividido en dos, la mitad era para sus padres y sus hermonos mellizos  pequeños, y la otra mitad era para su novia y los regalos que le daba.

Nada para él, pues si  ella era feliz él  también lo era.

Ya era de noche, su turno comenzaría, camino más rápido y entro al almacén de una gasolinera. Se puso el uniforme y salió para atender a las personas que entraban al lugar.

Compartía turno con Mark un tipo que mostraba amabilidad y respeto ante todos.

-- y como te fue ?? -- Mark conocía muy bien a Jungkook y a su novia.

-- bien, lo de siempre la fui a buscar  y la deje en su casa... -- se puso recto y sonrío un cliente que había entrado -- en que le podemos ayudar?? -- era obligatorio sonreír  ante los comensales.

-- unas frituritas y un zumo de durazno -- Jungkook lo miro extrañado, era raro ver a un hombre de traje pedir  eso. La puerta volvió a sonar, haciendo que la campanilla resonar con sus costados...

-- Y no olvides los dulces!! -- una joven de mas o menos su edad asomo su cabeza por la puerta, ella vestía de negro, pero estába muy lejos de ser una chica gótica. -- te espero en el auto.

-- pero señorita... -- su voz disminuyó hasta transformase en un susurro. -- su padre no quiere...

Jungkook y Mark veían con gracia y tristeza a aquel sujeto.

Jungkook carraspeo su garganta llamando  la atención del sujeto.

-- son 20.000 mil wons -- tendió las cosas al sujeto.

-- y deme unos dluces por favor.

Al retirase el sujeto ambos explotaron eb risa, era ridículo como el sujeto acataba la orden de aquella joven.

-- viste Eso!!?? -- Mark guardo silencio y sonrío  por lo bajo...

-- era linda !!! -- contestó Mark.

Si turno aún no terminaba, tenía toda la  noche ahí.

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A la mañana siguiente tendrían que ir al colegio.

Ambos estaban tomados de la mano, eran la pareja perfecta de todo el Instituto.  La envidia de todos.

-- me voy, tengo que practicar para las regionales, te veo en el almuerzo.  -- ella beso delicadamente su mejilla y corrío hacia el salón de baile.

Ella iba a una escuela de Artes y el a una escuela normal. Pero tenía sus mañas.

Las horas se le hacían eternas, deseaba poder verla, era adicto a ella. Un amor que no dejaba de hacer que su pecho palpitara tan rápido.

Durmió en la última hora de clases, trabajar en el turno de noche no era muy bueno para el colegio, pero no tenía de otra.

El almuerzo llego. Ella lo buscaba con la mirada. Lo vio en una mesa con una bandeja de comida.

Al llegar se sentó enfrente y le sonrío.

-- que tal fue Todo??  -- pregunto sacando su almuerzo preparado por su madre.

-- bien, me dormí en la última hora -- río como si de un niño pequeño se tratara.

-- Jungkook!! necesitas graduarte pronto. -- reclamo su novia con una pizca de humor.

-- otra vez lechuga?? -- desvio el tema al ver el almuerzo de su novia -- enserio!! Creo que tu madre piensa que eres un conejo...

-- es necesario, aún tengo que bajar un kilo para poder competir de forma internacional... -- dijo pinchando un tomate.

-- para mi estas perfecta... -- sonrío y tomó su mano.

-- para ti, pero no para los ojos de mi entrenadora y los jueces. -- sonrío y siguió con su ensalada.

Él la quería de esa forma, lo dejaria todo por ella, sin importar el por que?

Ella era su centro, ella era su tierra y él su Luna, él giraba alrededor de ella. Eso lo mantenía.

La Hija Del Presidente(pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora