La Hija Del Presidente(pausada)

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Ese "hola" había sido un antes y un después para Jeon, quien miraba a la chica con algo de confusión en su rostro.

Había pasado años desde que había vuelto a ver a Mery, hubiera deseado no volver a verla, pero la vida te da tantos giros que terminas en el inicio, donde todo comenzó.

—ha pasado tiempo Jungkookie—dijo sonriendo con timidez.

Él no quería saber más nada de esa mujer, era feliz sin ella en su vida, no la necesitaba.
La vieja herida a cavaba de ser abierta con un simple gesto.

Ante sus ojos "ella" había dejado de ser "ella", ya no estaba el sutil brillo en sus ojos, sus sonrisa ya no le parecía la más encantadora del mundo, ya no poseía ese aroma tan peculiar que solo ella podía llegar a tener.

Ya no era la misma.

No se podría explicar lo que él estaba sintiendo, su interior era una mezcla de sentimientos, una revolución se estaba llevando a cabo en todo su ser.

¿Sería bueno contestar a su saludo? ¿Tendría que ignorarla? ¿Fingir amnesia? ¿Corresponder a su sonrisa?...

Un debate descomunal se estaba dando en su mente.

La verdad muchas veces duele, ella lo rompió, ella jugo con su corazón, ella era su dueña, él lo hubiera dado todo por ella. Pero ella no lo dio todo por él, por el contrario, le clavo una daga por la espalda, jugó con todo lo que él sentía por ella.

—yo...solo quiero hablar contigo—su voz siguió apacible con el lugar—quiero aclarar todo, por favor—pidió con suplica, apelando al lado comprensible del antiguo Jungkook.

Una sonrisa amarga salió de los labios del chico, Jungkook tenía ganas de destrozar todo el lugar, no aguantaba con la ira que estaba sintiendo en ese instante.

—Disculpa, pero yo—la miro, su mirada estaba cargada de mucho resentimiento a la vez con algo de burla—no sé quién eres—soltó finalmente.—me has confundido con alguien más.

Jeon había tomado la decisión de abandonar el recinto, no le importaba dejar a Tae solo, quien se encontraba en uno de los cubículos del baño.

—Sé que a un no me has olvidado, sé que me guardas rencor, no te culpo, lo merezco, pero quiero... quiero...—tenía que persuadir a kookie—quiero reparar las cosas

—El Jeon Jungkook , el niñato que daba todo por alguien sin esperar nada, ese que tenía un comportamiento casi estúpido, ese chico no existe más.—su voz sonaba tan tranquila, pero a la vez te daba a entender el odio que tenía en ella—tú lo mataste. Tú...—un portazo interrumpió la plática que estaban a punto de tener.

V había Salido por una de las puertas, a un tenía una sonrisa en los labios, camino tranquilo hasta el lavado de manos, no dijo nada y solo vio como todo el cuerpo de su amigo se tensaba, como sus manos formaban puños al cerrarse, sus nudillos blancos de la presión que hacían estas. Necesitaba sacarlo de ese lugar lo más antes posible.

Él lo conocía, Jeon podría parecer alguien fuerte, una persona casi inquebrantable. Pero en el fonda sabía que ese era una máscara, una simple careta tras la que se escondía un pequeño niño al que habían destrozado de la peor manera posible.

—lo siento pero, el de las chicas está al lado—fue lo único dijo V. había que sacar a Jeon del baño —pero si tú quieres usarlos, no hay problema, nosotros ya nos vamos, verdad??—pregunto a su amigo que no se había movido ni un pelín de su lugar—ya nos vamos—sin esperar respuesta por ninguno de los dos, tomo a su amigo y lo encamino a la salida.

Cuando Jeon sintió el tacto de su amigo se dejó caer, toda su fortaleza se vino abajo. Ahogo un grito que se habia quedadó atrapada en su garganta. Tenía que desquitarse todo.

—tenemos que hablar con los chicos—fue lo que le dijo Tae antes de abrazarlo y darle contención—vamos!!—un par de palmaditas en la espalda y caminaron hacia la mesa donde estaban sus compañeros.

Todo el resto de Bangtan, veía como Jimin engullía las galletas de chocolate. Cada uno de ellos reía.

Jin los miraba con una mirada reprobatoria pero al final siempre terminaba riendo con ellos.

El ambiente era bueno, a un faltaba para que la hora del desayuno fuera a terminar.

—Chicos tenemos que hablar de algo en el cuarto—fue lo único que soltó V, ganándose la atención de cada miembro presente en la mesa.

Ellos sabían que cuando V se ponía serio, es porque algo grande había sucedió, la mesa se calmó, el aire se encontraba algo pesado, nadie hablo, más las miradas interrogantes se hacían notar en la mesa.

Todo permaneció en silencio.

Tae volvió a girar su cabeza en dirección a los baños, ella salía de ahí con la cabeza a gachas, al fin había conocido a la tan famosa Mery.
Todos la conocían. Eran un grupo donde los secretos estaban en el grupo.

—Maldito idiota!!—fue el grito que rompió el silencio, llevándose varias miradas curiosas—cómo pudiste, yo te quería!!!—la chica de la cabellera morada hacia aparición en el lugar.

—tu dijiste que querías un baño!!—reclamo Luhi, quien se daba a la fuga para poder salvar su vida—más bien dime gracias!! Cumplí tu deseo.—sonrió burlesco y le guiño un ojo a su prima.

—juro que si te atrapo te matare con mis propias manos—(___) no dejaba de protestar.

Ella estaba toda empapada de agua, cada paso que daba salpicaba agua al resto de las personas presentes.

"una miradita al lago", eso fue lo que dijo Luhi. Jamás pensó que al muy desgraciado de su primo se le ocurriría aventarla desde el trampolín.

Suertemente el barbijo permanecía en su lugar.

Todos miraban atentos el show. Ellos no podían evitar ser el centro de atención, era un defecto de ambos.

Sus Guardias no hacían nada al respecto pues ya sabía quién ere el sujeto al que la dulce (___) quería matar.

—vamos!! Olvida el asunto—reía su primo ante los gestos que hacia su prima.—te ves mejor así—volvió a sonreír.

—se acabó... yo te mato—y sin perder tiempo se lanzó sobre él. No le importo llevarse toda la mesa dulce de enfrente con tal de atrapar a Luhi.

Ella quedo arriba de él, empapándolo.

Un grito hizo que ella recuperara la cordura, era su tío quien seguramente le impondría un castigo. Ya se veía ver su primer castigo, era demasiado bueno para ser verdad.

"Eres genial (___)"hablo su subconsciente.