Había una vez, una chica que vivía en un campo de girasoles.Le encantaba todas las mañanas y tardes ver el cielo y sentir el viento en su cabello para danzar y bailar al compás de las flores.
Un día en medio de su espontaneidad de bailes, sintió algo frío, húmedo y que se deslizaba a lo largo de su hombro.Entonces miró hacia arriba y no todo estaba como de costumbre.El cielo estaba gris, lleno de....cosas esponjosas, ¿Qué serían?, cada vez crecía más, hasta que hubo una gran cantidad de agua que descendía del cielo.Se posó debajo de un árbol que siempre usaba para resguardarse del radiante sol.
Cuando todo terminó, salió de su escondite y comenzó a pasear para ver qué había cambiado.En el camino encontró un charco, se veía como..otro cielo dentro de él, se acercó lentamente hasta qué¿Había otra ella ahí?.Luego pudo comprender que era un reflejo de ella misma y se observó por horas ¿Esa era su imagen?, ¿Era esa su estatura?, ¿Así era su nariz y cabello?, etc.
Entonces apareció una chica de ojos grises, tez blanca y el cabello más largo que haya conocido antes, era más alta y se veía más fuerte.Se sintió algo intimidada. Hasta que le preguntó:
-¿Quién eres?-de manera amable, la otra respondió-
-¿Qué a caso no es obvio?, yo causé la maravilla que observaste hacia unos minutos...-La chica se quedó pensando ¿Cómo lo habrá hecho?.
Entonces aquella chica intimidante interrumpió:
-Y ¿Qué sabes hacer tú?, ¿Tienes algo especial que pueda superar esto?-dijo señalándose a sí misma?-la chica quedó perpleja, no hacía más que bailar todo el día y plantar girasoles-
-Eh..creo que no-contestó agachando la cabeza, la otra sonrió socarrona y respondió:
-Wow, creo que debes ser...inservible ¿No crees?
La chica de los girasoles jamás había sentido aquel sentimiento que tenía ahora, incluso una lágrima le recorrió el rostro.Entonces se volteó y se fue corriendo hacia su lugar seguro...el bosque.Mientras corría, donde estaba la causante del sentimiento de la nada, a pareció un chico, fue tan sorpresivo que llegó a asustarse la nueva chica.Este chico era muchísimo más alto, pero lo que lo diferenciaba era que le gustaba proteger todo lo que pudiera, por lo que enfrentó a la chica problemática diciendo:
-¿De dónde vienes?, tal vez hiciste "esto"-señalando el cielo-pero apuesto a que vienes de un lugar aún más pequeño, tal vez..-La chica se sorprendió y toda la valentía que estaba fingiendo se esfumó, él prosiguió:
-No tienes derecho a hacer sentir inferior a otros, menos si no sabes por lo que han pasado, ¿Quién crees que te plantó y te hizo crecer?-La chica pensó y frunció el ceño-Así es, ella, nos plantó a todos como semillas, pero tú quisiste seguir un camino más fácil, pero con un final triste y malo
-Yo...no lo sabía-dijo ella-Pero..¿Cómo ella no lo sabe?-Él sonrió y contestó:
-Porque tiene algo que se llama humildad, no se le subieron los humos a la cabeza como a ti
-Y....¿sugieres que me vaya?-Preguntó ella de brazos cruzados-
-No, que aprendas de ella, si es que tienes el coraje, ahora debo consolar a alguien, adiós-Devolvió él.
Luego de ello se fue con las manos en sus bolsillos hacia la chica de los girasoles.La encontró en un árbol al lado del río con la cabeza apoyada en las rodillas.
-No deberías cuestionarte, eres asombrosa, pero no sabes el valor que tienes-dijo él, ella sorprendida respondió:
-¿Qué?, ¿Quién eres?, ¿Cómo supiste lo que pensaba?-él rio suavemente y afirmó:
-Siempre estuve tras de ti, pero no me veías, debes saber lo que vales sino nunca te sentirás segura-le extendió la mano, ella la tomó se secó las lágrimas y paseó hablando junto a él.
Desde ese día ella tuvo a alguien quien le apoyara en todo momento y la otra chica aprendió que no es la única que tiene una cualidad especial...
FiN