Capitulo 2a.

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Un mes atrás

-¡Estoy agotado!- se quejaba el chico rubio con una marca negra en el cabello, mientras se quitaba la polera. Suspiró y miró extrañado a su amigo pelirojo que aun seguía con el traje de héroe -¿No te cambiaras, Kirishima?-

-No. Desde hoy tenemos un entrenamiento especial con Tsuyu-chan y dos chicas de la clase 2-B- suspiró sentándose en la banca del camarín -Aizawa-sensei dijo que vendría a buscarme, y que descansara un poco-

-¿Entrenamiento especial?- preguntó curioso el representante de la clase 2-A -¿Por qué solo ustedes cuatro?-

-Bueno, es porque somos omegas- suspiró -No se bien de que se trata, pero según la explicación de Aizawa-sensei, es para poder resistir las feromonas de los alfas- el chico de kosei eléctrico, terminó de vestirse y se sentó a su lado para ponerse los zapatos -Sería un gran problema que en medio de una lucha, entráramos en celo ¿No crees?-

-Eso también sería problema para los alfas- habló el chico de cabello y ojos verdes, ganándose la mirada de todos sus compañeros -Es difícil controlarse cuando el aroma de un omega está en el aire- se rascó la mejilla con un dedo.

-Es cierto. Midoriya es alfa igual que Todoroki y Bakugo- el rubio puso un brazo sobre los hombros del pelirojo -Nosotros los betas no podemos entender sus problemas, pero…- olió cariñosamente el cabello rojo -Se que Kirishima huele rico-

El pelirojo rió ante el comentario mientras el chico mas bajo del curso decía que las chicas olían muchísimo mejor. Un golpeteo en la puerta y la voz de su profesor llamándolo le indicó que debía irse.

Se levantó y salió por la puerta después de despedirse, bajo la atenta mirada de todos sus compañeros ya cambiados. En especial, tres bastante intensas.

___

Respiraba agitado mientras se afirmaba en la pared intentado no caer. Debía terminar de vestirse, pero el temblor en su cuerpo y la falla en sus fuerzas, le impedían ponerse la camisa. Con dificultad había logrado ponerse los pantalones.

El entrenamiento fue duro. Tuvo que enfrentarse directo a las feromonas alfas de la profesora y heroína Midnight mientras evitaba los ataque de su látigo e intentaba acercarse. Su compañera de salón fue la única de los cuatro que logró hacerlo. Como su hermano era un alfa, estaba más acostumbrada a sus feromonas, pero él y las otras dos chicas, no se acercaron ni la mita del camino.

-"Maldición"- cayó de rodillas al piso. Miró a su alrededor y agradeció el estar solo en el camarín. Estaba seguro que su celo iba a comenzar y no quería que alguien viera su patético estado. Necesitaba llegar pronto a su cuarto donde tenía los supresores, pero de pronto, el instinto lo hizo ponerse en alerta -"¿Qué…?"- la puerta se abrió lento y unos iris verde lo encontraron -¿Mi… Midoriya?-

-¡Kirishima-kun!- entró para acercarse rápidamente -¡¿Te sientes mal?!- al tomarlo para ayudarlo a sentarse, una corriente eléctrica recorrió el cuerpo de ambos. El rubor cubrió sus mejillas -Yo… yo vine porque estaba… preocupado…- comenzó a acercar el rostro lentamente mientras sus ojos observaban la boca entreabierta que dejaba ver los dientes afilados -Se… sería peligroso si…-

A centímetros de sus labios, el pelirojo le tapó la boca con la mano y volteó el rostro -De… detente…- se ruborizó aun mas al sentir como la lengua del pecoso se paseaba por la palma. El aire se puso pesado e iba a intentar escapar, pero sus ojos rojos se abrieron con temor al ver una silueta conocida en el umbral de la puerta -To…- no pudo ni nombrarlo.

El chico de cabello bicolor, entró velozmente y se arrodilló a su lado para tomarle el rostro y besarlo con fuerza. Apretó los parpados mientras su boca era arrasada torpe, pero ferozmente y gimió cuando el de cabello verde comenzó a chuparle los dedos.

Su piel vibraba, pero aun no perdía la conciencia completamente. Mordió el labio inferior del de ojos dispares y apartó la mano del pecoso. Ambos lo observaron unos segundos -No… no lo hagan…- su garganta se secó al ver la lujuria en aquellas miradas. Podía sentir como lo devoraban en su mente y el celo lo hacía desearlo -Po… por favor…-

-Quiero…- ambos hablaron al mismo tiempo, pero al segundo, se levantaron y salieron corriendo a algún lugar lejano, dejando al pelirojo sorprendido, pero aliviado por dentro. Respiró profundo intentando calmarse, pero una voz masculina lo nombró.

-Kirishima- miró asustado a la puerta, pero se relajó un poco al ver a su compañero de cabello purpura y ojos morados -¿Puedes levantarte?- se acercó al pelirojo para poner el brazo alrededor de su cintura y ayudarlo a ponerse de pie.

Al sentir la fuerza sobre su piel desnuda, gimió y se ruborizó violentamente ante el serio rostro del de cabello purpura. Desvió la mirada e intentó hablar -Tu… tu me salvaste ¿Verdad? Muchas gracias Shinso-

Lo sentó en la banca y levantó la camisa para ayudarlo a ponérsela -Vi a Todoroki caminar rápido hacia acá, así que lo seguí- el pelirojo se tapaba la boca para evitar otro engorroso sonido. El roce de la tela y las manos del de iris morado, solo lo excitaban aun mas -La puerta estaba abierta, pero tuve que esperar a que hablaran para poder quitártelos de encima. Lo siento por eso-

-No… no te disculpes- intentó sonreír como siempre, pero su boca temblaba -Me… me ayudaste mucho…-

Se irguió y lo miró fijo. Una pequeña sonrisa adornó su rostro -Ahora te acompañaré a tu cuarto. Usaré mi kosei para que dejes de temblar y puedas caminar- le acarició el rostro. Se divirtió al ver como el pelirojo cerró los ojos y jadeó mientras con la mejilla, buscaba mas contacto de su mano -Solo di algo, para poder controlarte-

Abrió lento los parpados y mostró una mirada deseosa que logró estremecer al de cabello purpura. Solo pronunció una palabra con suave voz erótica antes de perder la voluntad -Tómame…-

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Continuará...

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