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Liam tenia razón. Zayn apenas había terminado de ponerse el brillo labial y acomodarse la falda cuando tocaron el timbre de la puerta. Y en el proceso, hizo otro descubrimiento. Liam se veía ridículo con traje y corbata.

Llegaron a la puerta al mismo tiempo.

—Quítate el saco,— Zayn le dijo.

—Los chicos de oficina usan trajes,— Liam argumentó. Su cara tomó una testaruda expresión.

—Te ves estúpido y falso. Quítate eso antes de que abra la puerta,— Zayn ordenó en un murmullo.

Liam se quitó el saco y lo colgó en el brazo que sostenía su maletín. Zayn lo tomó, desarrugó su espalda y hombros antes de doblar las solapas.

—Los chicos de oficina cuidan sus mierdas y saben cómo colgar los sacos de sus trajes. Pensé que eras bueno en estas cosas.

Liam abrió la puerta antes de que Zayn pudiera decir algo más. La orgullosa mirada no desapareció cuando ellos se enfrentaron a las dos damas del día anterior y otra más frente a ellos.

—¡Hola! Bienvenidos al vecindario. Soy Doreen.— La alta rubia le sonrió ampliamente a Zayn.

—Bienvenidos. Soy Carla. Vimos que se mudaron ayer y vinimos amigablemente a traerles cosas. ¿Es un buen momento? Trajimos un pastel. Y orégano.— La segunda mujer dijo brillantemente .— Parecía que ibas a necesitar mucho de eso. Yo cultivo el mío.— Su cabello era rojo, brillaba a la luz del sol con sombras de un color no natural en humanos.

—Voy a trabajar,— Liam murmuró.

—Está bien. De cualquier manera esto es conversación de chicas. Solo la vamos a poner al corriente con los rumores.— Doreen tenia una tensa sonrisa y una fría mirada que decía que Liam no era bienvenido. La sonrisa de las otras también era inexpresiva.

Zayn se mordió la lengua para evitar reírse. —Supongo que será mejor que te vayas, Liam.

Liam inclinó la cabeza y se dirigía hacia la puerta.

—¿No le darás un beso de despedida a tu esposa?— Doreen preguntó.

Misericordiosamente para el pene de Zayn, Liam se inclinó y le dio un apresurado beso en la mejilla. Zayn se hizo a un lado y lo dejó pasar. —Disculpen el lío de la mudanza y a mi esposo. Él no habla mucho.

—¿Excepto con su novia?— Carla apretó suavemente el brazo de Zayn, sus ojos aguados con el entendimiento.

—Oímos todo, cariño. Lo siento tanto.

—Tienes que perdonar a Carla. Ella no detiene nada,— Doreen dijo, cariñosamente.

Zayn le ofreció la mano a la tercera mujer que aun no decía nada. —Gracias, todas son bienvenidas. Soy Veronica.

—Nina,— dijo, sonriendo ampliamente.

Zayn se movió hacia la sala y llenó otra jarra de café. Eso fue casi demasiado fácil. ¿Las vendedoras de drogas llegaban a él? ¿Cuál era el truco? El expediente decía que Veronica haría referencia a otro agente, pero eso era demasiado simple. ¿Qué es lo que ellas le dirían? Y Liam no dijo nada acerca de desaparecer todo el día en una oficina de ficción mientras Zayn se infiltraba solo en el circulo.

Sí, él quería la gloria, pero con ese hombre al frente, sentía que estaba trabajando solo. Vestidos, presión y ahora ¿el vecindario?. Jodidamente fantástico. Ahora tenía que pensar de qué hablaban las mujeres mientras solo Dios sabe cuánto tiempo Liam había decidido pasar en un bar o algo así hasta que regresara a casa.

Ella Tiene Bolas //Ziam//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora