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Zayn despertó con el olor a salchichas. Se frotó el sueño de los ojos y se preguntó que dirección podria llevar después del cortante buenas noches de Liam. El rojo verdugón en sus muñecas, quemadura-de-tela; quemadura-de-peluche. Recordarlo engrosó claramente su pene.

—Jodido, Frankenstein,— murmuró adormilado.

Saliendo de la cama, se duchó y se puso los pantalones de Liam. El rico olor del desayuno de salchichas, mantequilla y café, derrumbó su obstinada resistencia y malhumoradamente Zayn se dirigió a la cocina.

—Buenos días,— Liam dijo ofreciéndole una taza de café.

Zayn iba a tomarla, pero Liam tomó su antebrazo de repente y frunció el ceño. Mierda, ¿mañana de arrepentimientos?

—¿A causa de las esposas?— Liam giró el brazo de Zayn estudiando la quemadura.

—Combinan en par,— Zayn dijo levantando la otra mano para que Liam la viera.

—Maldición. Lo siento.— Él depositó un tierno beso en ambas muñecas.

—Usaré manga larga hoy,— Zayn dijo pasando la tensión en su garganta. Un beso a la mañana siguiente significaba algo, ¿verdad?

Zayn tomó un trago de su bebida. Crema, sin azúcar. Lo recordó.

Liam volteó el último de los pancake y lo sacó del sartén dejándolo en el plato, al lado de la miel. El espíritu de Zayn se levantó cuando vio a la mesa y descubrió una impresionante variedad de comida para desayunar. Pancakes y miel, claro, pero también salchichas, huevos revueltos con cebolla, tomate y pimientos verdes, mantequilla, croquetas de papa, bisquetes y sausage gravy, rebanadas de melón y fresas frescas.

—Me dejé llevar,— Liam dijo, encogiéndose de hombros. Tomó asiento y señaló para que Zayn se le uniera.

—¿Tú cocinas?— Zayn preguntó, incrédulo.

—Mi papá era chef.

Zayn se dejó caer en su asiento. El rubor calentó sus mejillas. — ¿Puedes cocinar y te comiste ramen recalentado, macarrones con queso y fruta de lata?

La diversión brillaba en los ojos de Liam.

—¿Por qué jodidos no dijiste nada?— ¿y por qué jodidos se devoró hasta el último pedazo y le agradeció a Zayn como si lo apreciara?

—Estaba bueno.

—No, no lo estaba,— dijo Zayn.

Liam le pasó una croqueta de papa. Una sonrisa suavizo sus labios. —Lo hiciste para mí.

Lo dijo como si la respuesta debería de ser obvia. Zayn podría renunciar a la mesa por besar esos labios si las cosas hubieran terminado diferente anoche. En lugar de eso siguió sentado sintiéndose confundido, humillado e impactado como el infierno.

—Come,— Liam amonestó.

Zayn tomó su plato. Se las arregló para servirse y comer. Tomó el primer bocado saboreándolo lentamente apreciando su sabor. — Oh mi Dios,— dijo con la boca llena de comida. —Esto es increíble.

—Tus amigas vinieron de visita.

—¿Cuándo?— Zayn tragó, su boca ya se hacía agua por el siguiente bocado.

—A las nueve.

Zayn debería de haber estado vestido para entonces. —Joder, ¿por qué no me despertaste?

Liam masticaba en silencio y le dio una mirada de incredulidad.

—Estamos trabajando. Debería de estar despierto a las siete.

Ella Tiene Bolas //Ziam//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora