Parte II

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Caminamos hasta la cocina y allí él deja ir de mi mano, caminando hasta la nevera y sacando el jugo y unas botellas de agua.

Yo me siento al frente de la isleta que se encuentra en el medio de la cocina.

Observo a Tom en todo momento, como sus músculos se rigen alrededor de su camisa, como muerde su labio al ver el té estar listo.

Hago un mohín con mi boca al darme cuenta de cómo servía el té, aún así lo deje pasar. Me incliné hacia atrás en el respaldo de la silla y deje mi espalda descansar mientras Tom ponía su taza de té en frente de mi. Le dio unas pequeñas vueltas y luego le dio pequeños sorbos antes de empezar a bebérselo con alegría.

"¿Está bueno, Tom? Digo, el té. " Tom deja de beber y me mira, observando mi pequeña sonrisa en los labios, notando que me estoy burlando de él.

Él sonríe juguetón y yo me inclino hacia él, poniendo mis codos en la isleta e inclinándome más a él.

Él me mira con lujuria y yo chillo cuando coge mi nuca y me acerca a él, pegando sus labios con los míos en un cálido beso de buenos días como siempre le gustaba hacer. Deje escapar un pequeño gemido cuando al dejar de besarme él me muerde mi labio inferior, succionando con sutileza para luego dejarlo ir y me dejara con una cara roja.

"Tan delicioso como tú, darling." Él sonríe y luego se encamina a servir en un vaso de cristal un poco de jugo de naranja. Lo sirve y luego me lo pasa, mirándome mientras hago un puchero y luego cojo el vaso con jugo, empezando a tomar un poco.

Cuando iba casi terminando, me doy cuenta de algo muy importante. No me he lavado los dientes todavía.

Mierda... ¡¿Qué pensaría él de mi?!

Yo aquí tomando jugo y ni siquiera me he lavado los dientes. Mi cara se vuelve un total tomate y segundos después estoy corriendo al baño, dejando a Tom con una cara de sorpresa y de pregunta.

Al cabo de unos minutos vuelvo a la cocina con mis dientes ya limpios y con una bata alrededor de mi cuerpo.

Había tomado una pequeña ducha bien rápido y me había cambiado la carísima camisa de Hiddleston, poniéndome una camisa negra de botones y un pantalón corto de dormir.

Tom estaba mirando el periódico y cuando estoy apunto de abrazarlo por atrás, su teléfono suena.

Eran las 8:17 de la mañana... Solamente pocas personas lo llaman por la mañana. Me alzo en mis propios pies y miro sobre su hombro, tratando de ver quién era esa tal persona que lo llama tan temprano en la mañana.

Dejó que mis pies toquen el suelo cuando me doy cuenta de quien es la persona que lo llama.
Mi corazón late con fuerza y mi cuerpo arde ante lo que veo. Siento en el fondo como mis lágrimas quieren acumularse en mis ojos, pero no decaído y las retengo dentro de mi.

Me alejo un poco de Tom, esperando de que él no me note mientras contesta su llamada.

"Hello, my love."

Nunca antes me ha llamado así. Pero bueno...no soy nada más que su amante. Tengo que aceptarlo. Aceptar que él nunca me verá más allá de lo que le doy en la cama.

Miro mis manos en mi regazo y me siento perder en mis propios pensamientos mientras que su voz hace eco en mi mente.

"Estoy un poco ocupado ahora mismo. Te veo en la tarde. Adiós..."

Hay un silencio y luego escucho como Tom suspira y deja escapar una pequeña sonrisa.

"También te amo."

Gates of Infidelity. (Tom Hiddleston, One-shot.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora