🌌ʜᴀʟʟᴏᴛᴇᴇɴ🌌

ᴄʜᴀɴ

Llanto.

Eso era lo único que se escuchaba en la casa, sus padres lloraban desconsoladamente mientras se abrazaban.

"¿Por qué lloran?"

Pregunto el niño mientras jalaba despacio el vestido de su madre, intentando llamar su atención. Pero ella no le hizo caso.

Chan no entendía porque sus padres lloraban, pero le dolía verlos así. Sus pequeños ojos se llenaron de lágrimas, abrazo a sus padres mientras hacia un puchero.

"No lloren!"

Dijo fuerte mientras se apretaba más contra su padre, si era posible ambos adultos sollozaron más fuerte.

El ambiente se volvió desgarrador, tanto para los padres como para el niño, la tristeza reinaba en el lugar y las lágrimas sobraban.

El niño luego de un rato llorando, se calmó un poco. Sus padres no habían dejado de llorar, pero ahora estaban más tranquilos.

Algo llamo la atención de Chan, un pequeño portarretratos estaba en la mano de su madre, una foto de el sonriente. ¿Por qué tenia esa foto ahí?

Se separó de sus padres y noto algo en la mesa, en el lugar donde el se sienta.

Una foto de el, rodeada de velas y juguetes. ¿Qué estaba sucediendo?

"¿Mamá? ¿Papá?"

El niño intento acercarse a ellos, pero no pudo. Ya que ellos desaparecieron, su casa desapareció, se asustó al aparecer en un gran campo.

El pasto era alto, blanco totalmente, su ropa había cambiado y era blanca igualmente, un gran y frondoso árbol se veía al fondo de aquel gran campo.

Por alguna razón comenzó a caminar hacia allí, pudo ver otros niños cerca de el. Corriendo con alegría hacia ese árbol, pero el estaba confundido.

Conforme más se acercaba, más tranquilidad sentía. Una tímida sonrisa apareció en sus labios.

El ya estaba en un lugar mejor..