At My Most Beautiful-[Thonny]-

BLACK.

[I used to think

As birds take wing

They sing through life so why can't we?]

Los besos con el tiempo fueron la causa de sus pretextos, los exámenes lo eran para crear besos más largos, Jonny solía decirle que era lo que le daba buena suerte y Thom le daba besos cortos y pequeños después de cada: Te extrañe hoy.

Era un pequeño secreto transformado en flores, jamás habían compartido algo así, los besos se transformaron en algo íntimo, una caricia que había remplazado los abrazos y cada "te quiero." Y cada que el pequeño rubio desaparecía por días, las caricias de sus labios era menos tímida; mecían sus labios y abrían sus bocas queriendo probar la dulzura que embriagaba a cada uno.

Y sus manos actuaban aun vacilantes sosteniéndose únicamente de sus hombros, Jonny empezó a compartir con aquel niño algo nuevo, irremediable y efervescente, le provocaba mariposas en el estómago y sus labios perezosos deseaban siempre estar unidos contra los suaves labios de su pequeño niño rebelde.

Algo tan maravilloso que los destruía y los abrazaba.

El pelinegro odiaba las burlas picaras de su hermano mayor, ya que siempre que le descubría arreglándose un poco más que de costumbre, rápidamente asimilaba que los ojos del pequeño Jonny ya reflejaban la sombra de una niña, sin embargo, si pudiera inclinarse y notar que esa silueta pertenecía a un adorable niño que le exigía en sus citas golosinas; probablemente ya no haría más comentarios burlones.

Como aquella mañana, en la que su único pensamiento era una cabellera rubia, despeinada, una sonrisa pequeña y llena de amor que adoraba sentir bajo sus labios, después de dos semanas miraría a Thom y nada le emocionaba más que volver a acorrucarse junto a él y entretenerse con sus labios cuando no podían dormir. Besar sus pestañas y acariciar sus dedos entre los suyos.

Cuanto añoraba a los cielos volver a tenerle frente, murmurando que lo amaba aun a pesar de no saber con plenitud la corta palabra, tan mágica que guardaba más que los besos que habían compartido. Y mucho más que flores en una caja.

Al llegar al alto edificio, salió del auto a una velocidad impaciente, su madre sonrío, más Colin le miro escéptico; aparentemente sus sospechas parecían ciertas.

Y lo encontró, después de recorrer el extenso pasillo conocido; sentado sobre la superficie blanca, el claro contraste a los juguetes coloridos que le rodeaban; la fiel armadura oscura cubría sus delicados ojos y una silenciosa sonrisa infantil descansaba en aquellos labios rosados asimilando su atardecer favorito de mejillas ruborizadas.

— ¡Jonny!

Fue inesperado, de pronto sus brazos rodeaban el cálido cuerpo del más pequeño con premura, se separaron y suavemente transmitieron su mutua adoración en un casto beso corto e ilusionado.

—Te extrañe mucho...—y sin preámbulos de por medio, Thom le obsequio pequeños besos, picoteando sus mejillas y labios, a Jonny le recordaba a esas tardes cuando soplaba burbujas y estas reventaban en su cara. Tomando las pequeñas manos entre las suyas camino junto a él en pasos torpes, parecido a una danza inexperta de un primer baile.

Sentados uno al lado del otro, Jonny visualizo un libro delgado con pequeñas protuberancias circulares en vez de letras, tomándolo entre sus manos sintió su corazón latiendo estrepitoso en sus oídos desenado encontrar la respuesta en aquellas ventanas de cristal triste.

— ¿Qué es esto?

—Es braille, —mordiendo sus labios retuvo con fuerza las perlas saladas ocultas tras sus parpados. —ellos dudan de la cirugía. Creen que puedo quedar ciego...Jonny yo no quiero dejar de ver, quiero seguir viéndote todos los días de mi vida.